La Cuenca Minera no sólo es historia, minería y patrimonio, también cuenta con una riqueza medioambiental que llama la atención en muchos aspectos. Es lo que sucede con algunos de sus árboles, que se encuentran entre los más singulares de Andalucía. Es el caso de El Espinillo de Zalamea, un acebuche centenario, que sobresale en el paisaje en el que se encuentra enclavado debido a que tiene más de 12 metros de altura, sin olvidar su gran envergadura, con más de 6 metros de perímetro del tronco, medidos a 1,30 metras del suelo.

Su ubicación está en la Sierra del Águila, una zona donde abunda el pastizal, contando con una serie de eucaliptos rojos dispersos. En concreto, este árbol está en la finca El Espinillo, de la que toma su nombre, situada cerca de la aldea Marigenta, en el término municipal zalameño. En cuanto al tipo de arbusto que se encuentra en esta área podemos citar acebuches de porte característicamente arbustivo, así como plantas aromáticas, como el romero.

Según recoge la Junta de Andalucía, “el interior se halla hueco y el paso de los años ha provocado que el fuste se divida en dos hasta llegar a la peana, hecho que le confiere un aspecto aún más anciano. Así pues, es difícil precisar el punto de ramificación, pero puede aproximarse a los 1,9 metros de altura. La copa, según desde el lugar donde se observe, puede parecer bilobulada”.

En general, este árbol es muy querido y conocido en la zona, ya que lleva dando cobijo a los habitantes del entorno desde hace siglos. Es más, su importancia medioambiental y su singularidad provocaron que fuera declarado por la Junta de Andalucía Monumento Natural en 2005. Para su conservación, no en vano, se ha establecido un área de protección de 1953 metros cuadrados, con el que se pretende preservar los valores paisajísticos y ecológicos de los parajes en los que se encuentra ubicado este acebuche centenario.

Su emblema es tal que, desde ese año, 2005, El Espinillo se convirtió en un símbolo a favor de la conservación del medio ambiente. Con este fin, anualmente, se celebra una Jornada de Convivencia en Zalamea la Real, dirigida a concienciar sobre la importancia de conservar nuestro entorno.

Curiosamente, el acebuche es un árbol que ha estado vinculado al hombre a lo largo de la historia, puesto que desde la antigüedad se conocen las propiedades de su fruto y existen yacimientos arqueológicos que así lo demuestran. Esta especie, junto con encinas, alcornoques, quejigos y algarrobos, conforma la estructura básica de los originarios bosques mediterráneos. Actualmente quedan pocos reductos de estos bosques, debido a las modificaciones y posteriores repoblaciones que se han realizado con especies foráneas, pero aún es posible disfrutar de la presencia de ejemplares tan significativos como éste.

Todo ello hace de este árbol de Zalamea un ejemplar muy especial y con muchos valores.