El Campillo contará con dos grupos de retenes del Infoca que estarán ubicados junto a la planta de transferencia de residuos de la localidad, al lado del cruce de Traslasierra, durante el periodo de máximo riesgo de incendios, desde junio hasta octubre.

El Ayuntamiento de la localidad ha arrancado ese compromiso a la Delegación Territorial de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, que pondrá en marcha esta medida con la colaboración de la Diputación Provincial y el Consistorio campillero.

La alcaldesa del municipio, Susana Rivas, ha mostrado su satisfacción por el hecho de que el municipio “cuente de nuevo con la tanqueta del Infoca”, lo que a su juicio ayudará a “evitar conatos y catástrofes como las que hemos sufrido en los últimos años”.

Los campilleros y campilleras aún recuerdan el grave incendio forestal que afectó el pasado verano a la localidad, donde se activó el nivel 1 del Plan de Emergencias por Incendios Forestales (Plan Infoca) y hubo que evacuar a cientos de vecinos y vecinas ante el peligro de que las llamas llegaran al núcleo urbano.

El fuego se declaró en el paraje de Bellavista de Minas de Riotinto el pasado 3 de julio. Las alarmas se encendieron cuando, poco después de iniciarse, tuvieron que desalojar a las personas que en ese momento se encontraban en la piscina municipal de El Campillo, tras lo que, a lo largo de la tarde, fueron evacuados cerca de 400 personas de la parte norte del municipio, de la aldea de Traslasierra y de la residencia de la Asociación Protectora de personas con Discapacidad Intelectual de la Cuenca Minera (Aspromin).

Al día siguiente, durante la mañana del 4 de julio, una espesa nube de humo impidió a los medios aéreos del Infoca incorporarse a las tareas de extinción. No fue hasta las 16.45 horas de ese día cuando fue desactivado el nivel 1, por lo que las personas desalojadas, que habían sido realojados en el pabellón municipal de Minas de Riotinto, pudieron volver a sus casas y a la residencia de Aspromin. 

Finalmente, el incendio se dio por controlado al día siguiente, el 5 de julio, y por extinguido dos días después, el 7 de julio, tras arrasar entre 600 y 650 hectáreas. El fuego afectó a numerosos huertos y se extendió por la misma zona que se vio afectada en el devastador incendio de 2004, que ya estaba recuperada, si bien no se produjo ningún daño personal y no llegó a afectar a La Ponderosa, de alto valor ecológico.

Durante el siniestro llegaron a trabajar en la zona hasta 425 profesionales de distintos organismos como el Plan Infoca, el Consorcio Provincial de Bomberos, la Guardia Civil y miembros de la UME, entre otros.