Ecologistas en Acción acusa al Gobierno central y Junta de Andalucía de autorizar una importación hacia el que consideran el «retrete tóxico de Europa»
Ecologistas en Acción ha tenido acceso a dos documentos de autorización del Gobierno de Montenegro a la empresa francesa Valgo para que siga importando residuos tóxicos con destino al vertedero de Nerva por un total, de momento, de 70.000 toneladas más para enterramiento, una autorización que, previamente, debe de contar con autorización del Gobierno de España y la aceptación de la Junta de Andalucía, según indica la organización conservacionista.
«Las primeras casi 40.000 toneladas de estos residuos fueron importadas en 2019 presumiblemente sin autorización del Ministerio de Transición Ecológica, competente del permiso, y con la connivencia de la junta de Andalucía, directamente para depósito, según la declaración de ese país balcánico en su informe anual al Convenio de Basilea», agregan desde Ecologistas en Acción.
Para la organización conservacionista, este hecho constituye un «posible tráfico ilícito de residuos tóxicos», recogido en el artículo 9 del Convenio de Basilea, que regula el movimiento de residuos industriales y peligrosos entre los países, por lo que ya fue denunciado por Ecologistas en Acción de Andalucía mediante escrito al director general de Calidad y Evaluación Ambiental del Ministerio, Ismael Aznar Cano, registrado el 23 de octubre de 2020.
Por aquel entonces, la Federación onubense de Ecologistas en Acción pudo saber, asegura, que habían sido denegados otros dos permisos para importar del mismo lugar en Montenegro para Andalucía otras 30.000 y 40.000 toneladas, así como que la empresa había interpuesto un recurso por ello contra el Gobierno español. Sin embargo, la organización ecologista afirma que tuvo conocimiento en aquel momento de que se estaba «reconsiderando seguir importando unos residuos para los que en España no hay capacidad técnica para el tratamiento medioambientalmente racional», por lo que, en el mencionado escrito de denuncia, la organización solicitaba «una aclaración a ese respecto que tampoco ha sido atendida», lamentan.
Ahora, Ecologistas en Acción asegura haber conocido que, bajo la “promesa” de que los residuos recibirán en el vertedero de Ditecsa en Nerva un tratamiento adecuado antes de ser enterrados, «los residuos tóxicos serán traídos en barcos desde Montenegro al Puerto de Sevilla y de ahí en camiones, por casi 100 kilómetros de carretera, hasta Nerva», detallan desde la organización, que considera «evidente» que esta transacción con residuos tóxicos va «en contra de todo principio de la economía circular que se pueda pensar, especialmente el de proximidad y el de autosuficiencia, pues no se enterrarán en el país productor, Montenegro, ni cerca, sino incrementando de forma exponencial la huella de carbono de esos residuos, además de incrementar el riesgo de contaminación durante su transporte».
Ante ello, «en total van a ser enterradas en el vertedero de Nerva 110.000 toneladas de residuos peligrosos para el medio ambiente y las aguas procedentes de Montenegro: estas 70.000 toneladas autorizadas hace un mes que llegarán durante este año y 38. 942 enterradas en 2019 presumiblemente sin autorización estatal», señalan desde Ecologistas, tras lo que añade que «la falta de transparencia de las autoridades central y autonómica, competentes en materia de residuos peligrosos, que no responden a los requerimientos de información de Ecologistas en Acción y del Defensor del Pueblo Andaluz, respectivamente, causa indefensión a la ciudadanía».
Ecologistas explica que los residuos tóxicos que están siendo enterrados en Nerva provienen del desmantelamiento de un astillero en el pueblo montenegrino de Bijela, así como que se trata de residuos de granallado o chorreado y de tierra y piedras que contienen sustancias peligrosas cuyo movimiento transfronterizo está prohibido por el Convenio de Basilea, excepto si el país productor no lo puede enterrar. «Entre la composición de los residuos contaminados hay asbestos, un material demostradamente cancerígeno que requiere un tratamiento separado de cualquier otro contaminante, así como tributilo de estaño, un compuesto orgánico que es agente biocida y un disruptor endocrino muy peligroso que produce irritación y edema pulmonar y que contamina el suelo y las aguas por un plazo de unos 40 años», agregan.
Asimismo, la organización conservacionista señala que Montenegro ha recibido del Banco Mundial y el Banco Europeo de reconstrucción 50 millones de euros para la descontaminación de cinco puntos negros ecológicos, uno de ellos el astillero de Bijela, de donde vienen estos residuos tóxicos, para convertirlo en un puerto de yates de lujo y super lujo para promocionar el turismo de alto nivel que va a construir una empresa de Emiratos Árabes Unidos, con una inversión de 350 millones de euros.
Para Ecologistas en Acción, «estos hechos demuestran que el vertedero de residuos peligrosos de Nerva ha sido elegido por nuestros gobiernos como retrete tóxico de Europa sine die, para siempre, para mayor dolor de Nerva y Huelva, donde desemboca el río Tinto, que recoge las aguas residuales del vertedero, poniendo así los recursos pesqueros y turísticos onubenses en riesgo de ecotoxicidad. Es evidente que la Junta prevé el mantenimiento de este vertedero tóxico sin clausurar, a pesar de la cortina de humo sobre el cierre ordenado que esgrime, y que el Gobierno español esquiva aplicar con contundencia los objetivos de las políticas acordes con el escenario de cambio climático y Economía Circular», concluyen.