Huelva registró 93 agresiones, de las cuales 24 fueron agresiones físicas, en el primer semestre de 2022
La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) en Andalucía, primera fuerza sindical multiprofesional en el Servicio Andaluz de Salud, considera inaceptable que el Servicio Andaluz de Salud soporte diariamente cinco agresiones a profesionales, por lo que reclama a la Junta de Andalucía mayor vigilancia en los centros hospitalarios y de atención primaria, así como más dotación de personal para mejorar la prestación de servicios a la ciudadanía y reducir los posibles conflictos.
Según los últimos datos facilitados por la Consejería de Salud y Consumo en la última Mesa Técnica de Prevención de Riesgos Laborales, en el primer semestre de 2022 se registraron 898 agresiones a profesionales del sector sanitario en Andalucía, lo que supone que el conjunto del SAS ha soportado de media diariamente cinco episodios de este tipo.
En Huelva se registraron 93 agresiones, de las cuales 24 fueron físicas, de modo que la provincia onubense se sitúa en la cuarta provincia que más agresiones soportó en relación con el resto de provincias de la Comunidad Autónoma.
La vicepresidenta del Sector de Sanidad de CSIF Andalucía, Carmen Jiménez, sostiene que “estas agresiones a personal que presta servicio en centros sanitarios mientras desarrolla su jornada laboral son cada vez más habituales y lamentablemente se incrementan año tras año”, por lo que es necesario que la Junta intensifique los mecanismos que frenen estos ataques físicos o verbales a dichos profesionales.
Para la responsable sindical es urgente una mayor dotación de personal en los centros para evitar los episodios conflictivos que se producen ante colapsos en el sistema sanitario por un incremento de la atención a los usuarios y sobrecarga asistencial y más vigilancia en estas instalaciones por parte de profesionales en la materia.
Esta falta de personal, según el sindicato, provoca en muchos casos la saturación en los centros sanitarios y largas esperas por parte de los usuarios, lo que genera situaciones de desesperación que desembocan en agresiones tanto físicas como verbales -en forma de insultos, amenazas o coacciones-, hacia el personal administrativo, celadores, auxiliares, enfermeros, facultativos etc…No obstante, a pesar de estas situaciones de demora para los usuarios, “nunca se puede justificar la agresión a ningún profesional”, apunta Jiménez.
El 81,2% de las agresiones a estos profesionales fueron verbales, en concreto 730, mientras que el 18,8% fueron con violencia física. De total de estos episodios, 704 afectaron a personal sanitario, en concreto el 78,3%, y 194 (21,7%) a personal de gestión y servicios. Málaga, según los datos facilitados por la Administración andaluza, es la provincia más afectada por las agresiones, seguida por Sevilla, Cádiz y Huelva.
Para el sector de Sanidad de CSIF es necesario que el personal afectado denuncie toda agresión ya sea física o verbal que suponga cualquier forma de acoso o persecución y pone a disposición del personal afectado a sus delegados para asesorarles a gestionar este tipo de situaciones que sufren en el ejercicio de sus funciones.
Desde hace tres años, la Consejería de Salud y Consumo tiene puesto en marcha un Plan de Prevención y Atención frente a Agresiones a Profesionales del Sistema Sanitario Público de Andalucía tras un acuerdo en Mesa Sectorial de Sanidad para encontrar puntos de mejora y reducir los ataques verbales y físicos al personal de centros sanitarios y hospitalarios. Sin embargo, para CSIF-A este plan es “insuficiente” y solicita una revisión para poner en marcha fórmulas más eficaces y de aplicación inmediata ante esta lacra intolerable que suponen las agresiones’, explica Jiménez.
Reuniones trimestrales en todas las provincias
En este sentido, el sector de Sanidad del sindicato pide que se cumpla dicho Plan y en todas las delegaciones provinciales de Salud de la Junta se celebren reuniones trimestrales ordinarias y extraordinarias (si se trata de temas urgentes), entre los responsables de la Administración andaluza, los interlocutores policiales, los responsables de los centros asistenciales y los asesores jurídicos, puesto que en la actualidad hay provincias en las que no se están convocando. Además, CSIF reclama que a estos encuentros asistan los representantes de los trabajadores, para así analizar la problemática desde todas las perspectivas y proponer medidas preventivas eficaces para reducir las agresiones.
CSIF-A insiste en la importancia de la colaboración de los trabajadores sociales como “agentes clave para la comunicación con colectivos potencialmente conflictivos en determinadas zonas” y, por ello, lamenta que “en la práctica no se puede contar con ellos por el bajo nivel de sustitución que se está haciendo en esta categoría”.
Vigilantes de Seguridad
Además, el responsable provincial del sector de Sanidad de CSIF Huelva, César Cercadillo, insiste en que la vigilancia es clave como una medida preventiva para evitar estos incidentes. “Está claro que los responsables son los agresores, pero la seguridad está para prevenir esas actuaciones”, asegura Cercadillo.
CSIF exige que haya servicio de vigilancia en los centros que sean más conflictivos. El responsable sindical asegura que las tres agresiones físicas en menos de siete días producidas en Huelva coinciden con la ausencia de vigilancia en esos momentos puntuales, lo que significa que cuando hay vigilancia no hay agresiones.
Para CSIF, la integridad física de nuestros sanitarios es más importante que los recortes en seguridad del SAS. “Me parece bien que las agresiones a sanitarios se tipifiquen y se penalicen con mayor gravedad y que son delincuentes y que son casos aislados, me parece bien que haya un Plan de Prevención de Agresiones, pero pedir como medida preventiva que haya seguridad en los centros es necesario”, subraya el responsable sindical.