El sindicato considera “lamentable” que haya centros que estén recortando en personal y recursos, sin realizar más contrataciones ni cubrir las bajas de la plantilla

La falta de personal en la sanidad pública onubense es una realidad que viene teniendo consecuencia en la provincia de Huelva dese hace años: demoras en el servicio de Urgencias de más de cuatro horas; aumento de las listas de espera o el incremento del tiempo para conseguir una cita con los especialistas, según denuncian desde el sindicato CSIF, que considera que esta situación se agrava aún más en estos momentos, en plena emergencia sanitaria por el coronavirus.

La propia plantilla de los hospitales ha pedido más personal para poder hacer frente a esta crisis. Según ha podido comprobar la central sindical, en el hospital Juan Ramón Jiménez “es necesario reforzar sobre todo las urgencias, especialmente la UCI. Hay bajas sin cubrir de enfermeras y de auxiliares de Enfermería; más de 24 a día de hoy. Y también sería fundamental aumentar los efectivos de la plantilla de celadores”, explica César Cercadillo, responsable provincial del sector de Sanidad de CSIF.

Pero la situación más grave se está viviendo en el hospital Infanta Elena donde, en plena emergencia sanitaria, se ha cerrado una planta con un total de 20 camas, según se denunció en el día de ayer. Cercadillo explica que “con esta decisión, la directora del centro, Paloma Hergueta, tiene a su disposición a las 10 enfermeras y los 10 auxiliares de esa planta para tapar los agujeros de su nefasta gestión; algo que llevamos meses denunciando desde CSIF. De esta forma, se evita contratar a más personal”. Lo mismo ocurre con los cambios de turno: “al no destinar fondos para realizar más contrataciones, se modifican los turnos de trabajo -suprimiendo el de 12 horas- para explotar a la plantilla y ahorrarse recursos económicos”, precisa el portavoz de CSIF quien remarca “la frontal oposición del sindicato ante esta supresión del turno de 12 horas, un derecho que costó mucho conseguir y que, en plena crisis, Hergueta suprime sin mediación alguna”.

Este cambio de turno supone además un mayor riesgo de exposición de los propios trabajadores, ya que aumenta el número de días de trabajo, de 11 días a 19. Estas medidas son contrarias a las recomendaciones sanitarias y del estado de alarma establecido por el Gobierno, donde se insta a la población a permanecer el mayor tiempo posible en casa.

Todo ello se suma, además, a la no renovación de los contratos que cumplieron a final del mes pasado, alrededor de una veintena según ha podido saber la central sindical. “Algo que a la directora le viene muy bien para compensar los 250.000 euros de más que llevaba gastado en el mes de enero, según sus propias declaraciones”, expone César Cercadillo. Un montante que “en nada se refleja en el personal ni en los recursos del hospital. Se están tomando medidas economicistas en vez de preventivas, intentando evitar más contrataciones y las renovaciones a final de mes”. Es más, en el hospital Infanta Elena no se va a contar con ninguno de los 1.300 nuevos sanitarios que el SAS va a incorporar. Y todo esto sin que en la provincia de Huelva haya despuntado el número de contagios por el virus.

Una vez más, CSIF ha mostrado su apoyo a la plantilla y se ha puesto nuevamente a su disposición ante “cualquier abuso y situación que consideren injusta o ilegal que se esté tomando durante este periodo extremadamente difícil para ellos. No es lógico que precisamente a los trabajadores de la sanidad pública se les esté recortando derechos en estos momentos”.

Desprotección frente al coronavirus

Por otra parte, CSIF ha alertado de la desprotección generalizada entre el personal sanitario y no sanitario por la escasez de medios ante el coronavirus como guantes, mascarillas o batas desechables. La central sindical ha constatado que en los centros hospitalarios se están utilizando guantes que no son los específicos ante una situación sanitaria como la del Covid-19, según marca la normativa. Las batas de papel impermeabilizadas en la zona del pecho y los brazos se tienen, pero no se dispone de ellas en todas las tallas.

En cuanto las mascarillas, se utilizan las del modelo FFP2 de las que se entrega una cantidad fija que tiene que servir para el turno completo. Las gafas que se están usando son las que se pueden reciclar después de su utilización, con sujeciones de tela elástica, un material que CSIF duda que se adapte a la normativa.

Por todo ello, la central sindical ha pedido más personal; formación específica, continua y actualizada; y material suficiente y homologado para los profesionales que trabajan en la sanidad pública onubense. En palabras de César Cercadillo, “estamos extremadamente preocupados por el insuficiente suministro de equipos de protección individual y la falta de información en muchos aspectos. Los trabajadores de la salud pública no pueden correr más riesgos y esperamos que las autoridades sanitarias inviertan los recursos suficientes para adoptar medidas de protección y prevención que garanticen la seguridad del personal y, por tanto, también de los propios pacientes”.

Finalmente, CSIF ha vuelto a mostrar públicamente su “apoyo, admiración y reconocimiento a los trabajadores de la sanidad pública por el enorme esfuerzo, profesionalidad y compromiso que están demostrando en una situación tan difícil como la que estamos viviendo por la epidemia del coronavirus”.