La fibromialgia, se conoce como la enfermedad invisible. Una persona suele tardar años con síntomas hasta ser diagnosticada. ¿Por qué sucede eso?
Hablo desde mi experiencia: hay muchos factores. Por un lado está el lado médico y por otro lado está la invisibilidad que la propia persona hace de esos síntomas.
Normalmente, una persona comienza teniendo síntomas. En mi caso era dolor corporal, mal cuerpo muy a menudo, inestabilidad al andar, cansancio extremo, etc. Por el lado médico lo que sucedía es que todos esos síntomas tenían la excusa perfecta, ya que se camuflaba con los síntomas de una enfermedad autoinmune que ya tenía. La excusa perfecta. Tratamiento «date unos masajitos, haz ejercicio, etc Yo lo hacía todo: masajes, yoga, me alimentaba sano, meditaba, etc. Cada vez estaba peor y a la vez INVISIBILIZABA esos síntomas que me hacían sufrir.
Soy mamá, criando sola a mi hijo, trabajaba en un Banco, un trabajo duro y estresante y ya que los médicos decían que con esos consejos mejoraría, yo pensaba que lo que me sucedía era algo con lo que tenía que convivir. Vamos que tenía que aguantarme. Como el dolor es desagradable, mejor no lo miro. Como me avergüenzo de tenerlo, mejor no lo digo, no sea que no me crean, no sea que piensen que soy débil, no sea que yo empiece a creer que me suceda algo. Mejor escondido, invisible. Y aguantaba. Y sufría.
El dolor cada vez era peor. Pero como casi siempre surge algo que hace saltar las alarmas.. Tuve una lesión grave que me impidió volver a sentarme. Ahora, después de más de dos años, me siento a ratos, pero durante dos años, no podía sentarme, ni estar de pie y muchos días ni caminar. Paralizó mi vida.
Sucedió lo que le sucede a muchas personas, no miro al dolor, y el dolor en vez de susurrarme, avisando que algo pasaba a mi cuerpo, comenzó a gritarme.
Por tanto, volviendo al principio, claro que es importante dar visibilidad. Tanto a las personas que tienen síntomas como a la población en general, empresas y personal médico: no nos quejamos por gusto.
Hoy, 4 de febrero de 2022, se cumplen 134 años del “año de los tiros”, todas las personas aquí presentes sabemos lo que ocurrió; esa marcha fatídica y pacífica está grabada en la mente de quienes aborrecemos las injusticias. Por quienes reclamaron sus derechos, debemos luchar nosotros también, se lo merecen tanto o más como nos lo merecemos nosotros y nosotras, así como las generaciones venideras. Porque luchar por nuestros derechos no es un delito, es un deber.
¿Por qué estamos hoy aquí?
Porque miles de toneladas de residuos peligrosos han recorrido más de 3.000 km para depositarlos en nuestro suelo, en nuestras casas, en nuestro aire.
¿Qué dice DSM, la empresa gestora del vertedero?, que los residuos proceden de un astillero y no son especialmente peligrosos. Qué decimos nosotros: MENTIRA.
Todos son contaminantes, y los que más , el amianto y las arenas con hidrocarburos.
Estamos aquí porque tenemos un vertedero que nos vendieron con falsas promesas, promesas que algunas de las personas que están hoy aquí creyeron y otras no, pero eso hoy da igual, la Cuenca minera hoy más que nunca debe estar unida, esa es la única posibilidad de acabar con esta pesadilla que ya dura un cuarto de siglo.
Así como le pedimos a la clase política que tenga altura de miras ante muchas situaciones, igual tenemos que tenerla quienes a día de hoy queremos los mismo para nuestra tierra.
Estamos aquí en pie y con ganas de avanzar para impedir también la instalación de una planta de tecno suelos en Riotinto. Esa no es forma de ayudar a desarrollar el sector turístico, más bien es la forma de terminar de destruir la comarca, pero no les vamos a dejar, no mientras estemos juntos.
Estamos hoy aquí, personas de diferentes lugares y personas de toda la Cuenca; pero lo más importante es que estamos aquí personas de diferentes ideologías para pedir a las instituciones pertinentes, principalmente al Gobierno autonómico y central, que el cierre del vertedero tiene que ser ya una realidad, que ya no hay más tregua, que la indignación la hemos transformado en coraje y valor y que ya no vamos a parar de gritar que no queremos ser el retrete tóxico de Europa, que esta tierra no está en venta y que queremos justicia y dignidad, mucha dignidad.
Tal día como hoy, el 4 de febrero de 1888, los soldados del Regimiento de Pavía, bajo el mando del teniente coronel, Ulpiano Sánchez, disparaban a quemarropa contra una muchedumbre que se reunió pacíficamente frente al Ayuntamiento del antiguo pueblo de Riotinto para reclamar mejoras en sus precarias condiciones de trabajo.
Hoy, 134 años después, los vecinos de Nerva protestarán contra la llegada de miles de toneladas de residuos tóxicos a un vertedero que está colmatado desde hace años y, pese a ello, la Junta de Andalucía (la misma que ayer solicitaba el cierre progresivo del mismo) comenzó la tramitación de su ampliación cuando estábamos en los momentos más duros de la pandemia.
Hoy, 134 años después, se perpetúa la tragedia, como si esta maldita tierra de Huelva estuviera condenada a repetir tan dramática historia de mil formas distintas, en un angustioso bucle donde siempre perdieran los mismos.
Hoy, 134 años después, las teleras fueron sustituidas por montones de mierdas que nadie quiere, tapadas con plásticos y neumáticos.
Las balas y bayonetas fueron sustituidas por camiones de gran tonelaje cargados hasta las trancas de residuos tóxicos. Y algunos dirán que no es para tanto, también antaño dijeron otros que “solo” hubo doce muertos (cuando uno ya era mucho más que demasiado).
Hoy, 134 años después, bastaría poner DITECSA donde antaño ponía Riotinto Company Limited.
El gobernador civil de Huelva era entonces Agustín Bravo y Joven. De alguna forma fue el responsable directo de aquella masacre en 1888. Y hoy, 134 años después, la responsabilidad se reparte a partes iguales entre los políticos que por uno u otro motivo, independientemente de la bandera que sostengan, consienten la llegada de miles de toneladas de los residuos que otros países no quieren para dejarlas en una tierra a la que le vaciaron sus entrañas.
Las balas de antaño acabaron con cientos de vidas en un momento. Los residuos que nos dejan condicionarán las vidas de muchos lugareños durante muchas generaciones.
Y hoy, 134 años después, los responsables políticos se lavan las manos, igual que pasó en 1888.
Hoy, igual que ocurrió en 1888, a nadie le importa lo que pasa en esta Huelva donde ya nos colaron el Polo Químico, nos dejaron las balsas de fosfoyesos, nos secaron Doñana, y nos utilizan como el retrete de Europa .
¿Cuánta mierda cabe en esta Huelva?
(Para colmo de ironías, todavía habrá quien diga que aquella manifestación del 4 de febrero de 1888 fue la primera manifestación ecologista de la historia…)
En mis primeros pasos como periodista, años ochenta, el término seguidores (followers) se aplicaba específicamente al fenómeno fan (el fútbol o la música, en la industria del entretenimiento, en general) o, en un sentido peyorativo, a la deriva fanática de las sectas. Hoy, en pleno siglo XXI, parece que cierta lógica se ha invertido en el mundo de la comunicación, por lo que la generación millenial, imbuida del síndrome FOMO (Fear of Missing Out), por miedo a perderse algo, anda perdida en las redes sin encontrar nada ni nadie. Pero aprendimos, como el buen Jesús Ibáñez ironizaba sobre la investigación, que quien no se pierde nada encuentra. Y como somos del materialismo del encuentro no nos gusta seguir a nadie ni que nos sigan. En todo caso que nos encontremos en la fiesta, cosas del ethos barroco. Más aun en una cultura tabernaria como la nuestra.
La vindicación de la fiesta es, en este sentido, la política de resistencia habilitada para el encuentro, lo contrario es el fanatismo de los herederos de Torquemada, o, como dijimos el mes pasado, la oligarquía del Tribunal de Orden Público. Y por ello un grupo de militantes, académicos, representantes de las mareas y la sociedad civil andaluza hemos publicado un manifiesto que trata de cultivar, con ánimo alegre pero interpelativo, el arte de la escucha activa y el diálogo como proceso de construcción de una alterativa de futuro para nuestra tierra. El manifiesto, subtitulado “Por un encuentro para el cambio en Andalucía”, señala por lo mismo que “para recuperar la senda de la ilusión, la justicia social y ambiental, la prosperidad y el respeto a nuestro patrimonio natural y cultural, necesitamos un gobierno diferente en Andalucía, un gobierno con voz propia, que reclame más autogobierno y mejor financiación para sus políticas. Por esta razón, desde Andalucía es necesario mirar con esperanza el proyecto de encuentro político que empieza a construirse alrededor de algunos partidos de izquierda, numerosos movimientos sociales y multitud de personas independientes que reivindican el espíritu dialogante, transversal y solidario del 15M. Es el momento de la responsabilidad y de la generosidad por parte de partidos, colectivos y personas; es el momento de interpelar y animar a la sociedad civil y a los partidos políticos para construir unos espacios abiertos, que traigan unidad, esperanza y futuro. Por el bien del pueblo andaluz y de todos los pueblos de España”. No sé si el lector suscriba esta voluntad de articulación que algunos venimos impulsando, pero lo que no se puede negar es que el arte de la política es la mediación. Cuando esta no es posible es que se está en posiciones pre o postpolíticas, que para el caso tanto da. La convocatoria cívica Andalucía se Encuentra es, en este sentido, un llamado a los dirigentes de las fuerzas de izquierda a escuchar el sentir y la pulsión plebeya, que gusta de la unidad, en la diversidad, que afirma la diferencia en la acción conjunta, que desea o aspira a una traducción política de las mareas articuladas, que esperan, en la línea de Frente Amplio que propone Yolanda Díaz, una escucha activa. Ya conocemos la exitosa experiencia que fue Convocatoria por Andalucía que liderara Julio Anguita. Hoy, como antaño, es tiempo de innovar, política y socialmente, de construir nuevas lógicas de enunciación frente a estériles tacticismos y la miope tendencia a visualizar los retos políticos que tiene por delante nuestra tierra a corto plazo. En definitiva, la izquierda no puede ser oportunista, o será definitivamente derrotada por falta de coherencia y convicción, más en tiempos que la autonomía de lo político resulta mediatizada por plataformas digitales monopólicas y el control corporativo del Estado que centralizan nuevos actores transnacionales como los GAFAM. Hay que volver, en suma, al materialismo del encuentro, a las calles y frentes culturales, al espacio público no mediatizado, a juntarnos con los militantes y la gente de a pie. A escuchar y decir en común, pidiendo la paz y la palabra, y asumir que los zapatistas tienen razón. Hay que mandar obedeciendo.
Nada tan indecente que la impúdica y cínica mentira propagada intencionadamente con ánimo e interés. En un mundo al revés, esta lógica impone a diario la necesidad, desde el periodismo o la academia, de probar lo evidente. Una deriva que da cuenta del malestar cultural en el que nos encontramos cuando la verdad parece un objeto inservible en manos de terraplanistas y encefalogramas planos. No otra cosa es la americanización de nuestro sistema político en el que, como en el imperio británico, uno debe probar su inocencia, demostrar la prueba irrefutable ante burdas tergiversaciones y la continua manipulación de la realidad. Que ello suceda en la sociedad civil es preocupante, pero que además afecte a poderes del Estado como la justicia resulta, cuando menos, alarmante. Casos como el del juez ultra contrario a la libertad de Juana Rivas es sintomático de un franco (úsese el adjetivo con la debida distancia e ironía) deterioro de la justicia en este reino de Dios, en el que conforme al principio de mixtificación solo se encausan a los inocentes y quedan libre de culpa comisionistas, estraperlistas y otros prendas y perlas del lugar como el rey emérito, un oxímoron si pensamos en términos constitucionales de jefatura del Estado. Urge por ello una revisión a profundidad de la carrera judicial, como en el ejército y las fuerzas de seguridad del Estado, trufadas, por ser delicados en el análisis, de neofranquistas sociológicamente incompetentes para el ejercicio que la ley les asigna. No debemos olvidar que toda función pública ha de ser desempeñada por personas con una firme voluntad de servicio y asunción de los principios constitucionales, los propios de la democracia y los Derechos Humanos. La constatación de la recurrente tendencia de jueces que, al amparo de la debida autonomía, fuerzan la ley en función de diversos intereses dominantes, no solo es propio del lawfare, sino que atentan contra la convivencia democrática, contribuyen a una desafección creciente de la ciudadanía y terminan por socavar el propio sistema constitucional. Montesquieu no previó que la división de poderes no es posible cuando la oligarquía económico-financiera se convierte en el verdadero poder fáctico en forma, por ejemplo, de doctrina Botín. La tesis del doble poder de Lenin a Gramsci ilustra de qué hablamos cuando hablamos de justicia en España, un poder anclado en la lógica del Tribunal de Orden Público, cuya función no es otra que perseguir a los opositores al régimen de intereses creados, sea los de la banca, la monarquía o los herederos del régimen. Puede el lector comprender mejor el juego de la justicia leyendo ‘Franquismo SA’ (Akal Editores), del periodista Antonio Maestre. O si observan que el oficio de juez es el más endogámico en España, heredado de padres a hijos. Claro que todas estas evidencias documentales y empíricas, aunque probadas, son rechazadas de plano por Lesmes y compañía.
El orden de la justicia en España es el orden de la negación. Como en el film de Mick Jackson, el poder judicial dominante parece un oficio de cronistas del franquismo negacionista. Negación del poder que les inviste de Franco a Juan Carlos I, negación del poder que encubren en forma de doctrina Botín, renuncia al amparo de derechos fundamentales de ciudadanía, omisión del debido principio de respeto de la presunción de inocencia para terminar, alfa y omega de su juramento hipocrático hipócrita, negando la vida y el derecho a defender sus derechos de la ciudadanía. Hablamos, claro está, de un cuerpo pretoriano al servicio de la oligarquía, una cohorte de palanganeros del capital financiero que declarará inconstitucional la Ley de Memoria Democrática, el debido reconocimiento de los delitos de lesa humanidad de un régimen totalitario, por razones de ley (la de amnistía) cuando se declara no procedente otras normas por acuerdos internacionales, pongamos que con la OMC, o se critica, desde los medios mediatizados, la puesta en cuarentena del principio de prescripción mientras casi la mitad de España sigue abandonada en las cunetas, perseguida y torturada como fue, robada como los bebés, que cuenta en su libro Raquel Rendón, o desaparecida, en vida y en la memoria. Bien sabemos, en fin, que no de otra forma puede funcionar una economía criminal y extractivista, sino a partir de la cobertura de los poderes del Estado, en especial del poder judicial. Es la única garantía para seguir esquilmando los recursos comunes de todos en beneficio de unos pocos asaltarentas del trabajo y del país. Produce sonrojo que, una tras otra, la UE venga enmendando el trabajo sucio de un poder del Estado al servicio de los intereses creados, ostensiblemente patriarcal, clasista, ultramontano y alejado, por completo, de los valores democráticos y el sentir general de la sociedad española. Hoy más que nunca conviene por ello parar y cambiar de rumbo. Es el momento de iniciar una campaña, llamémosla STOP: alerta democrática contra la inquisición y los verdugos del Tribunal de Orden Público. Una cuestión de salud pública. Dicho esto, capaz que si nos movilizamos nos aplican la figura premoderna de desacato. En tiempos de neofeudalismo, y en el país de Fernando VII y Ana Rosa Quintana, todo es posible.
En GaiaTitans estamos de vuelta con un tema muy discutido en los medios en estos meses y como no, estamos aquí una vez más para aplicar el pensamiento crítico e intentar relacionar el asunto con las geociencias. Se trata del tan deseado (¿temido?) Metaverso que está ya tocando a nuestra puerta.
Habréis leído y escuchado ya bastante sobre el tema, por lo que lo introduciremos de forma breve y luego discutiremos ventajas, desventajas y posibles aplicaciones en el mundo minero. ¡Empecemos!
Una de las cosas que diferencia a los humanos de los animales es el lenguaje verbal – las palabras. Éstas tienen mucho poder sobre nosotros y nuestro día a día, son un arma de doble filo, tanto nos pueden esclarecer las cosas como nublarnos la mente y confundirnos. Por lo tanto, es primordial en primer lugar partir de los conceptos. Vamos a hacer uso de la etimología de la palabra “metaverso”. En la RAE encontramos lo siguiente: “La palabra metaverso no está en el Diccionario”. ¡Claro! ¿Y cómo no? Es una palabra recién introducida en la sociedad española, pero no por ello de origen nuevo. Cuando algo es complejo, procedemos a separarlo en partes. Nos encontramos con el prefijo “meta-“ que sí figura en la RAE y significa “’junto a, después de, entre, con o acerca de” y tiene su origen en la lengua griega. Denota algo “más allá” del concepto que lo sigue, por ejemplo “metafísica” como la obra homónima más estudiada de Aristóteles (de donde es el lema de este blog, por cierto, el que figura arriba a la izquierda). Ahora bien, buscando en inglés, nos encontramos con otro significado más del prefijo “meta-“ que dice “cambio de posición o condición” como en “metamorfosis”. Hasta aquí bien. Por otro lado tenemos “verso” que proviene del latín “versus”, el participio pasado de “vertere” que indica un movimiento giratorio. De allí universo incluye un punto y todo que se une y gira alrededor. Así que “metaverso” se podría “traducir” etimológicamente como algo más allá de lo que nos rodea.
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Se está convirtiendo en un clásico hablar del comportamiento de los padres y madres en el fútbol base, hasta el punto de que llega a ser pesado repetir y repetir siempre lo mismo, pero lo cierto es que todo sigue igual.
Si este artículo de opinión fuese un artículo de investigación científica podríamos elegir entre las siguientes palabras clave: indicaciones, órdenes, estrategias, insultos, consejos, disputas, discusiones, peleas, gritos, faltas de respeto, discrepancia, ridiculización, vergüenza, frustración, odio….
Cada temporada empieza a rodar el balón para miles de chavales y chavalas de todas las edades, y junto con ellos para sus padres y otros familiares que acuden tanto a partidos como entrenamientos para animar y apoyar a sus hijos, sobrinos, nietos, etc.
Pero desafortunadamente, éstos se han convertido casi sin darse cuenta en uno de los mayores problemas de los más pequeños.
El objetivo principal debería ser que los niños y niñas disfruten y sean felices haciendo lo que les gusta, jugando al fútbol. Y aquí tenemos el origen del problema, que para muchos padres lo más importante no es que su pequeño disfrute jugando con sus compañeros, con sus amigos. Lo más importante es que llegue a ser una estrella mundial.
¿Pero cuántos llegan a jugar en primera división? Aproximadamente uno de cada 2.600, es decir, un 0,038 por ciento. Tu hijo no va a ser una estrella, déjalo en paz.
Sin quererlo, estos padres someten a sus hijos a una enorme presión, convirtiendo el juego en una actividad estresante para ellos. No entienden que lo más importante es que su hijo sea feliz, que viva en un entorno sano que le haga crecer como futbolista y sobre todo como persona, sin ningún tipo de presión y disfrutando con lo que hace. El tiempo dirá si llega a jugar en primera división. Mientras esto sucede, se está desarrollando como persona y disfrutando con lo que hace. El fútbol es un juego, deja a tu hijo que juegue.
Muy probablemente este comportamiento sea el reflejo de su propia frustración. Su mayor deseo es que sus hijos consigan lo que ellos no pudieron conseguir.
¿Y en la grada? ¿Qué es lo que ocurre durante un partido de fútbol infantil? Lo normal (qué pena) es que haya insultos, discusiones, amenazas, etc. De nuevo aparece la frustración, que alcanza incluso a los árbitros, blanco fácil de todos los insultos y amenazas de esos padres valientes que se esconden detrás de la multitud. Este comportamiento va a tener sus consecuencias, creando un clima constante de tensión, que en ocasiones desemboca en actos de violencia, trasladando toda esa frustración a sus hijos, que ven asombrados cómo sus padres insultan al árbitro, a los entrenadores, a sus compañeros y amigos, a sus adversarios, en definitiva, a todo el que se ponga por delante.
¿Cuántas veces podemos ver a un niño salir llorando del campo de fútbol por los gritos e insultos de sus padres? ¿No es más frustrante para un padre ver a su hijo llorar por su comportamiento que verlo perder? ¿No es más frustrante ver a un niño de 8 años presionado y estresado por las exigencias de su padre que verlo feliz y disfrutando con sus amigos de lo que más le gusta hacer?
Y qué decir de ese padre entrenador, que continuamente dice a su hijo lo que tiene que hacer en el terreno de juego, contradiciendo en la mayoría de las ocasiones las indicaciones del propio entrenador y creando una situación de estrés continuo en el pequeño. Este tipo de padre no se cansa de recordar que su niño es el mejor, a la vez que recrimina a sus compañeros (sus amigos) por lo mal que juegan, y por supuesto al entrenador por lo mal que dirige a su equipo. Aquí tenemos un nuevo espécimen, el entrenador frustrado.
“Papá, mi entrenador, ese al que tú llamas incompetente, sabe mucho más que tú de fútbol, y además es mi amigo, por favor, déjanos en paz”.
La competición y la competitividad bien entendida por el niño es buena, pero mal entendida es insana y provoca violencia, y los padres no pueden ser los responsables de generar todo este clima de violencia, ni de someter a sus hijos a toda esa presión. Los niños deben jugar y entregarse para ganar, pero entendiendo que eso no es lo más importante. A estas edades no gana el que mete más goles, gana el que mejor lo pasa.
Por suerte, este tipo de padre es sólo una minoría, pero por desgracia esa minoría es la que provoca en gran parte todo ese clima de violencia que en ocasiones rodea al fútbol base, y por el cual son muchos los padres que prefieren que sus hijos practiquen otros deportes.
Hace unos días escuché a un periodista en la radio decir que su hija jugaba al baloncesto porque es un deporte más educativo y con un clima más sano que el que se puede ver en el fútbol. No es la primera vez que oigo este tipo de comentarios, y desafortunadamente no les falta razón.
Pero no son los padres los únicos culpables de todo esto, también hay entrenadores, que tienen su parte de culpa, y cuyo comportamiento deja mucho que desear, insultan y recriminan a los árbitros y a los jugadores, son expulsados constantemente dejando a los pequeños solos en el banquillo, no reparten minutos entre sus jugadores, fijan posiciones desde muy pequeños, contabilizan minutos y goles, etc. ¿Quién no ha visto a un niño de 8 años llorando después de hacer un viaje de 80 kilómetros y no jugar ni un solo minuto? Todo lo contrario que debemos hacer para la formación y desarrollo de los más pequeños. Aunque a esto habría que dedicarle un capítulo aparte.
Lo que está claro es que ni los padres ni los entrenadores deben ni pueden proyectar su competitividad insana y su frustración en los más pequeños, porque van a ser éstos los más perjudicados.
Tampoco nos olvidemos del club, de los directivos, del entorno, etc. El fútbol no es ni bueno ni malo, son todos los que están a su alrededor los que lo hacen ser mejor o peor para nuestros pequeños.
Por favor, deja de hacer llorar a tu hijo, ayúdalo a ser feliz.
La posverdad no es, como dice Timothy Snyder, el anticipo del fascismo, más bien el capitalismo es el huevo de la serpiente, y la posverdad una excrecencia o manifestación extrema del mundo al revés, el síntoma del fetichismo de la mercancía que inicia con el periodismo de referencia y termina con la lectura a lo TRUMP y ABASCAL, personajes de esta tragicomedia que, a todos los efectos, tienen por teología seguir la estela de la escatología política. El supremacismo blanco no es, en fin, otra cosa que el proceso de inversión de lo real, el dominio del capital por el que, en este reino que habitamos, prevalece la desigualdad, la falta de libertades y la baja calidad democrática. Ya lo ha advertido, con clarividencia, Javier Pérez Royo, a quien los profesores de Derecho homenajearon en un volumen, de lectura obligatoria, presentado el pasado mes por el Ateneo Republicano de Andalucía con motivo de la Feria del Libro de Sevilla. En su intervención, como en las columnas que escribe habitualmente, fue muy claro a este respecto. Cabe describir la historia moderna de España como la crisis permanente que no cesa de repetirse como farsa por el problema de la monarquía, un tapón que contiene las fugas a borbotones del propio sistema constitucional ante los reiterados incumplimientos, siempre postergados, de derechos fundamentales de la ciudadanía. Las consecuencias de esta lógica fallida es, como sabemos, la restauración conservadora que termina por derivar en colapso o cierre en falso de la crisis de régimen, anclándonos en el atraso e inmovilismo sociopolítico prácticamente desde Fernando VII. Vamos, por resumir, que lo de los Borbones es la polla, que dirían mis paisanos granainos. Cara al culo, la monarquía borbónica ha demostrado que es una porquería. No porque lo diga Evaristo, de La Polla Records, sino por la historia que representan en este país, una Casa Real, fuera de la realidad, henchidos de mierda, y jugando a la democracia cuando una y otra vez no han hecho sino socavar toda posibilidad de monarquía parlamentaria. Vamos que la República no se impone en nuestro país por convicción y pedagogía democrática, sino por la insoportable podredumbre de una dinastía corrupta, inepta, cleptómana y dada a cualquier cosa menos a trabajar por el bien común. Lo peor es que sabemos desde los ochenta el grado de putrefacción que ocultaba el cerco mediático, y mira que estudiamos la historia antecedente de latrocinio y traición a la patria de la casa real, cuya norma de comportamiento es convertir realmente el país en un verdadero lupanar. Ahora, el problema no es que la monarquía sea la polla, sino que nos toman y siguen considerando apollardaos. No lo puedo decir más finamente porque el análisis, a fuerza de afinado, indigna cuando vemos que nos están dejando finos filipinos: vulgares siervos de una colonia que hiede a estercolero. Se impone lo escatológico en esta querencia borbónica por la coprofilia. Así que, atorados como estamos entre el alma y la era del vil metal, que diría el maestro Juan Carlos Rodríguez, es recomendable volver a leer a Quevedo y conocer las “Gracias y desgracias del ojo del culo” (1628) reeditado por Pepitas de Calabaza, o mejor en la edición del bueno de Padilla, por ser el culo, en palabras de José Luis Cuerda, el mejor faro, catalejo y visor con el que radiografiar esta España nuestra en la que nos gasean con ventosidades desde los medios y el Tribunal de Orden Público. No sé si seremos capaces algún día de hacer un juicio como el de Nuremberg contra los macarras de la moral, pero al menos no perdamos el humor y actualicemos nuestra capacidad satírica para mostrar lo que nos quieren ocultar en esta política del engaño de los amantes de lo escatológico en cuerpos ajenos, aquellos que viven en la azotea de nuestro maltrecho edificio institucional y tratan de persuadirnos que llueve para todos y es bueno, aunque sea lluvia dorada de una corona inservible, salvo para vicios privados. Nunca hubo virtud pública alguna en la dinastía. ¿Dejaremos de persistir en un imposible constitucional?. ¿ Conquistaremos por fin nuestros plenos derechos ciudadanos en forma de poder constituyente?. Estoy seguro que sí, espero que no demasiado tarde.
Las erupciones volcánicas son el producto del ascenso del magma a través de un/os conducto/s o grieta/s en el interior de la tierra hacia el exterior, siendo expulsado este magma a través del cono volcánico o cráter del volcán. El Magma está constituido por roca fundida, gases y cristales, llamándose así mientras que este material se encuentre dentro del terreno, pues una vez se libere y sea expulsado a través del cono volcánico al exterior, liberando sus gases y roca fundida, deja de llamarse magma para ser nombrado como lava. Este material rocoso incandescente y fundido (a una temperatura de entre 700ºC y 1200ºC cuando está recién emitida o expulsada por el cráter) puede ser arrojado con distintos grados de violencia, todo va a depender de la química de magma.
Los volcanes y otras formaciones geológicas emisoras de magma se formarán en aquellas zonas donde se encuentren varias de las conocidas Placas Tectónicas enfrentadas entre sí; estas placas tectónicas son las que divide la corteza de la tierra en varias zonas, pues esta corteza no es una única pieza sino que está formada por varias piezas o placas tectónicas (la Corteza Terrestre Continental donde estamos pisando todos nosotros y la Corteza Terrestre Oceánica que es la tierra que hay bajo nuestros pies cuando nos metemos en el agua del mar).
Pues bien, cuando por debajo de la corteza de la tierra se encuentra una masa de roca fundida o magma, este material ubicado a grandes profundidades está sometido a alta presión y temperatura, ello hará posible que el mismo ascienda hasta poder liberarse al exterior y para ello comenzará su ascenso ayudándose de los conductos magmáticos desde la cámara magmática (área o reservorio en el interior de la corteza, de gran extensión, donde se almacena el magma en profundidad tras ascender desde el manto terrestre), dentro de la cámara, el magma se encuentra a gran presión y con el tiempo puede llegar a fracturar la roca que rodea a la cámara, de llegar a darse el caso de que el magma encuentra una salida hacia la superficie terrestre, el resultado es una erupción volcánica.
División de la corteza terrestre en placas tectónicas. En la imagen se puede localizar fácilmente al archipiélago canario ubicado en la Placa Africana
Los volcanes suelen formarse en las fronteras de las placas tectónicas, tanto en las fronteras divergentes (por ejemplo la Dorsal Oceánica o Arcos Insulares, por donde se crea corteza terrestre gracias a la emisión constante de lava a través de dicha dorsal en el interior de los mares y océanos), como a través de las fronteras de convergencia (como por ejemplo Las Zonas de Subducción, lugares por donde se introduce la corteza vieja y es llevada al interior de la Tierra, donde será fundida y devuelta al Manto Terrestre). Asimismo, muchos volcanes a nivel global se originan en los llamados “puntos calientes”, donde el magma asciende desde la parte inferior del manto hasta la zona de almacenado o cámara magmática.
Zona de dorsal oceánica (creación de corteza terrestre)
Arco Insular (creación de corteza terrestre) y Zona de subducción (destrucción de corteza terrestre)
Los volcanes que se crean en las llamadas zonas de Puntos Calientes son los que el material fundido proviene desde las conocidas Plumas Mantélicas, las cuales podemos definirlas como columnas estrechas de material fundido provenientes del Manto Terrestre que existe bajo la Corteza Terrestre produciendo los puntos calientes lugares con vulcanismos anómalos como los que actualmente se están ocurriendo en la isla de La Palma.
División de las distintas capas de la tierra
En el manto terrestre se generan dichas plumas de magma ascendente, muchas veces influenciadas por las corrientes convectivas. Cuando la pluma alcanza la superficie dan lugar a volcanes.
Los puntos calientes se mantienen activos durante millones de años. Un ejemplo de estos son las Islas Hawái en EE.UU. y otro ejemplo mucho más cercano a nosotros sería el Archipiélago Canario.
Según detalla e indica con sus propias palabras Juan Carlos Carracedo, geólogo, él define la formación de las Islas Canarias de la siguiente forma, “Es como si empujas un balón al fondo de una piscina y sale disparado hacia la superficie. Es el proceso que ha creado todas las Canarias y aún continúa. Con toda seguridad van a surgir nuevas islas siempre hacia el oeste, pero no lo veremos ninguno, porque sucederá dentro de millones de años”, explica el vulcanólogo.
Una vez explicada someramente la génesis de los volcanes y lo que ello implica, hablemos de sus características, desde un punto de vista de la violencia y riesgo de los mismos. Como podemos ver estos días en las noticias de todo el mundo, la erupción volcánica que azota la Isla de La Palma es de gran violencia, muy destructiva y dañina; hay que conocer la clasificación de los distintos tipos de erupciones para comprender los diferentes tipos de volcán. Definiremos unos conceptos básicos pero importantes para llegar a entenderlo todo.
Los fragmentos emitidos por una erupción se denominan Piroclastos. Éstos se clasifican en función de su tamaño en:
Cenizas cuando tienen menos de 2 mm de diámetro.
Lapilli cuando sus dimensiones están entre 2 y 64 mm.
Bloques o Bombas Volcánicas cuando tienen más de 64 mm de tamaño.
El tipo de magma que será expulsado por el cráter, pues cuando el magma se aproxima a la superficie de la tierra y pierde todo o parte de los gases contenidos en su interior, puede originarse dos situaciones
A/ Que los gases del magma se liberen sin alterar la presión del medio rocoso, saliendo el magma por el cono de manera no efusiva o violenta, este tipo de erupción es conocida con efusiva.
B/ Que el magma acumule más presión en su interior, que al mismo tiempo no sea capaz de liberarse de los gases que contiene a esas presiones, entonces se producirá una erupción del tipo explosiva.
De esta forma podremos clasificar las erupciones en distintos tipos en función de la composición química del magma, del tamaño de los piroclastos arrojados, del tipo de erupción o violencia con la que es expulsado el magma por el cono del volcán, etc., en:
• Erupción tipo Hawaiana _ Emisión de lavas de composición basáltica. Bajo contenido de gases. Lava poco viscosa y de gran movilidad. De poca o casi nula actividad explosiva. • Erupción tipo Estromboliana _ Erupciones de pequeñas explosiones. La columna de materiales expulsados por el cráter puede alcanzar entre 1 a 15 km de altura. Se caracterizan por tener explosiones rítmicas, separadas por periodos de menos de un segundo hasta horas. Los materiales emitidos poseen composición básica y están conformados por escoria, bombas y pocas cantidades de ceniza, todo lo comentado hace posible que se forme un cono por acumulación de materiales expulsados que puede llegar a alcanzar hasta centenas de metros de altura. • Erupción tipo Vulcaniana _ En este tipo de erupciones la columna eruptiva alcanza entre los 3 a 20 km de altura. Son erupciones explosivas que emiten ceniza, y proyectiles balísticos y eventualmente escoria o pómez. Estas erupciones son más violentas respecto a las erupciones estrombolianas, ya que el magma es de composición intermedia y posee mayor cantidad de gases. Las explosiones se dan en intervalos de minutos a horas en incluye días, algunas explosiones destruyen parte del edificio volcánico. • Erupción tipo Pliniana _ Estas erupciones son las más violentas, debido a que el magma es de composición acida y posee alto contenido de gases. Las columnas eruptivas alcanzan alturas mayores a los 30 km y los materiales emitidos pueden afectar extensas áreas, incluso generar cambios en la temperatura del planeta. Durante estas erupciones se generan voluminosas caídas de lapilli, pómez y ceniza. • Erupción tipo Peleana __ Estas erupciones son violentas e intermitentes. Los flujos de lava pueden llegar a tener 500ºC y pueden alcanzar velocidades de hasta 100 a 200 KM/h.
Pues bien, el archipiélago canario tiene su origen en una serie de múltiples erupciones volcánicas submarinas a lo largo de millones de años. Constancia viva de ello y que a todos se nos quedo grabado en la retina, fue la erupción del volcán submarinos en el año 2011 en la isla de El Hierro. Aquel lamentable episodio, fue fiel reflejo de cómo se originaron las Islas Canarias, con la salvedad, que los vulcanismos originales crearon conos que emergieron por encima del nivel del mar, definiendo a las Canarias como enormes volcanes emergidos desde el fondo oceánico.
De esta forma podemos indicar que las islas de mayor antigüedad son las de Fuerteventura y Lanzarote, siendo más joven la de isla de La Palma. Esa historia de vulcanismos insulares data de hace más de 20 millones de años , pero no juzguemos de manera a priori, si los volcanes son o no únicamente dañinos, habrá que entender plenamente la función de los mismo pues de no existir éstos no se habrían formado las islas de origen volcánico como por ejemplo Las Islas Hawaianas, Las Islas Canarias, etc., por ello, y muy a pesar de lo que las personas puedan querer aceptar, máxime con todo lo que está ocurriendo en las Canarias en estas semanas, no son únicamente destructores de vida si no que también la crean, por tanto, debemos aceptar que éstos son parte crucial de la génesis del planeta tierra.
Emersión secuencial de las Islas Canarias (Carracedo, 1999)
Cumbre Vieja, volcán que lo clasificaríamos en el tipo Erupción Estromboliana, ubicado al sur de la isla, está generando una nueva lengua de tierra o delta que implica que la isla está actualmente creciendo en dirección SW, pues cuando la lava entra en contacto con el agua del océano, ésta se enfría violentamente solidificándose y generando nueva corteza terrestre (así hay que entender la naturaleza creadora de los volcanes). Desde hace días el Cumbre Vieja continua escupida lava que origina nuevas brechas de lengua en distintas direcciones, ello hace aún más peligroso este volcán.
Colada de lava del Cumbre Vieja y génesis del nuevo delta
Imagen de La palma antes de la erupción de Cumbre Vieja
La imagen anterior describe la actual morfología de La palma, pero preguntémonos: ¿Cómo ha llegado a tener dicha forma de lágrima esta Isla?, pues bien, intentaré explicarlo de las manera más sencilla posible, con el empleo de imágenes de los últimos dos siglos, donde se detallará gráficamente como una isla de origen volcánico es capaz de crecer y extender su superficie.
Esta imagen define la formación de nuevos terrenos en la isla y se ubica los mismos en la zona delimitada por la línea de color blanco. En dicha área, se observa claramente que la erupción del volcán El Charco en 1712 propició que la palma aumentase su superficie en más de 500 km2 en dirección SW hacia el mar
Esta imagen define la formación de nuevos terrenos en la isla y se ubica los mismos en la zona delimitada por la línea de color blanco. En dicha área, se observa claramente que la erupción del volcán San Juan en 1949 originó que la isla aumentase su superficie en más de 200 km2 en dirección W hacia el mar
Esta imagen define la formación de nuevos terrenos en la isla y se ubica los mismos en la zona delimitada por la línea de color blanco. En dicha área, se observa claramente que la erupción del volcán Hoyo Negro Duraznero en 1949 propició que la palma aumentase su superficie en más de 130 km2 en dirección SE hacia el mar
Esta imagen define la formación de nuevos terrenos en la isla y se ubica los mismos en la zona delimitada por la línea de color blanco. En dicha área, se observa claramente que la erupción del volcán El Teneguía en 1971 propició que la palma aumentase su superficie en más de 300 km2 en dirección S hacia el mar
Como pueden apreciar en esta secuenciación de imágenes, la isla de La palma ha crecido durante los últimos cuatro siglos algo más de 1.100 km2, todo ello gracias a las erupciones originadas por los múltiples conos que la componen. En estos últimos siglos, todos los volcanes de La Palma se distribuyen a los largo una espectacular cordillera jalonada por casi 30 cráteres que se extiende al sur de la isla. Todos ellos han hecho posible el que la Palma crezca y se convierta en la preciosa isla que es, pero actualmente estamos pudiendo ver como nuevamente esta isla vuelve a crecer en superficie, gracias al milagro de la naturaleza.
Últimas erupciones acaecidas en La Palma desde el siglo XV
En estos días la isla está creciendo, la lengua de lava de la erupción del Cumbre Vieja han llegado al mar y están solidificando, eso hará crecer a la isla como se puede apreciar en la imagen siguiente.
Nuevo Delta de tierra en La palma creado por la lava del Cumbre Vieja en el mar en 2021
Hace meses publicamos en Mundo Obrero un artículo titulado La Fiambrera Obrera, a propósito de la profusión de la cultura plebeya como estética emergente en el momento de crisis que vivimos, característica de la actual fase terminal del capitalismo. En este contexto de la difusa imagen de lo hortera, series como “El Vecino” ilustran, sintomáticamente, el retorno narrativo al realismo de la precariedad. La historia, filmada por Nacho Vigalondo, con guion de Miguel Esteban y Raúl Navarro, adapta para Netflix el cómic homónimo de Pepo Pérez y Santiago García, la historia de una suerte de Superlópez que vindica la ética del fracaso. La trama, no por sencilla, deja de ser sustanciosa. El protagonista, Quim Gutiérrez, es un tipo común, sin proyecto vital, que termina, por azar del destino, adquiriendo superpoderes, y adopta una nueva identidad, Titán, con la que resolver, desde el anonimato, situaciones comunes en la que se desenvuelve, siendo, y esto es lo novedoso, protagonistas los espacios, actores y relaciones de la vida cotidiana en los suburbios de la desesperanza entre lo cómico y, por supuesto, la ironía, principal mecanismo de resistencia de las clases subalternas. Bien lo sabemos desde el teatro épico de Brecht. El arte de la crítica de la representación consiste en poner de vuelta el mundo al revés a partir del recurso al humor, la vía más corrosiva para dejar en evidencia lo silente u obliterado, la espiral del silencio del disimulo. “Piratas del Caribe” no es un buen ejemplo de este proceso de identificación. Pero sí la literatura, del Quijote y las novelas de caballería al relato oral del bandolerismo en España. La idea aventurera de la banda o fratria contra el poder instituido como colectivismo demócrata por otros medios, al margen de la idea, es la historia cultural de la subalternidad como reclamo del consumo de masas. Hoy, en la era Netflix, El Vecino apunta en esta dirección, a partir de un guión que, en cierta forma, nos muestra la crisis que viven los treintañeros en una cultura posmoderna que acosa permanentemente su derecho a vivir en paz, cercados como están por las casas de apuestas y el subempleo. Narrativa audiovisual de la intemperie, la serie ilustra con humor, y un tanto de forma paródica, la lógica devastadora de un orden en el que el supervillano es el capitalismo, y su carta de navegación del naufragio de jóvenes sin futuro, en el escenario crudo y realista del malestar generacional proyectado entre redes, abuelos solitarios, opositores sin esperanza y bares, contrageografías, en fin, del desarraigo que nos recuerdan Villaverde, San Cristóbal y el extrarradio de grandes capitales como Madrid donde vivir es, sobre todo, y fundamentalmente, sobrevivir. Por ello el verdadero héroe de esta ficción es el vecino común. Como aprendimos en el I Congreso Internacional de Movimientos Sociales, el héroe siempre es Superbarrio, que bajo la máscara y el anonimato trata de luchar contra los desahucios y las injusticias en la gran megalópolis de la Ciudad de México. Una y la misma cosa: la máscara, en fin, como antaño la Mano Negra, nos muestra el orden oprobioso más que ocultar en los tiempos de la comunicación enmascarada. Cosas del mundo al revés y de las emboscadas de las clases populares que han de ocultar sus cartas para que la carta constitucional limpie y dé esplendor, ya que el hombre blanco habla siempre con lengua de serpiente. En fin, vean la serie y me cuentan. En los tiempos de las cuentas y el muro de Wall Street, hemos de contar cuentos para decir algo de verdad. Paradojas de un mundo programado en serie y en serio.