El chef Tony Alberto Estévez participa en una demostración de innovación gastronómica con productos de la Eurociudad del Guadiana

El Restaurante Casa Idolina de Nerva ha unido a España y Portugal a través de la gastronomía. El chef del establecimiento nervense Tony Alberto Estévez ha sido el elegido para representar a España en un acto en el que dos chefs, uno portugués y otro español, han realizado una demostración de innovación gastronómica en vivo con productos emblemáticos de la Eurociudad del Guadiana.

Durante el acto, celebrado en Ayamonte, el proyecto Sabor Sur presentó a empresarios, trabajadores, estudiantes y personas interesadas en la alimentación y la hostelería las herramientas formativas que pone disposición de todos, para lo que además dio a conocer la nueva plataforma e-learning.

Casa Idolina ha representado a España en este acto tras revalidar recientemente el primer premio de la Feria de la Tapa de Huelva con su carrillera ibérica con crema de gambas, tras lo que esta misma receta fue seleccionada entre las diez finalistas de un concurso nacional de corte de carne organizado por el grupo Abrasador.

El restaurante, que ha acaba de ser elegido ‘Nervense del Año 2018’ en la categoría de Mundo Empresarial, se encuentran ubicado en la antigua estación de trenes de Nerva, un emblemático edificio, declarado Bien de Interés Cultural (BIC) desde 2005, que gracias a la iniciativa del propio Estévez y de Manuel Cornejo volvió recientemente a abrir sus puertas al público, con lo que Nerva y la Cuenca Minera de Riotinto han visto incrementada su oferta turística a través de un establecimiento que también cuenta con 56 plazas de alojamiento.

El restaurante, que tiene el certificado de calidad de Tripadvisor, se encuentra, de hecho, en un complejo turístico único desde el que puede apreciarse el espectacular paisaje minero de la comarca, pues está situado en un entorno privilegiado, a cinco minutos del nacimiento del río Tinto. Además, desde su ubicación se puede divisar el monumento natural de la montera minera de gossan y el malacate del pozo Rotilio.

La reapertura del establecimiento tuvo lugar el pasado mes de julio gracias a la iniciativa de los citados emprendedores locales y de la Fundación Río Tinto, propietaria del edificio, que llevó a cabo la concesión de la instalación por un periodo de 12 años prorrogables, lo que posibilitó que el edificio reabriera sus puertas tras más de dos años cerrado y que, además, lo hiciese, por primera, vez de la mano de empresarios de la comarca.