Más de una década después de marcharse de su pueblo, esta joven de 25 años inicia ahora una nueva etapa en el ámbito de la enseñanza

Aunque Belén Crespo Torres reside en Huelva capital desde hace más de una década, esta riotinteña vivió en su localidad natal, Minas de Riotinto, desde su nacimiento hasta los 13 años, una etapa que mantiene muy viva en su mente, pues asegura que “todos los recuerdos que tengo durante mis trece primeros años de vida son maravillosos. He tenido la suerte de disfrutar de todas y cada una de las fiestas locales, eventos que recuerdo con cierta melancolía, como la fiesta de San Roque, La Esquila, la Cabalgata de los Reyes, la Fiesta de las Asociaciones o la Romería de la Cruz del Pino, entre otras muchas. Pero también me acuerdo de todos los mediodías juagando en la calle Sevilla con mis vecinos o aquellas noches de verano sentados al fresquito, donde siempre había algo que contar, las tardes de biblioteca…”.

Bonitos recuerdos que se forjaron en su infancia y juventud, tras los cuales su vida se ha desarrollado en la capital onubense, donde estudió la carrera de Magisterio Infantil. Y, de hecho, acaba de aprobar las oposiciones para ejercer como maestra, una noticia que le ha llenado de ilusión y orgullo. Es más, una vez consolidada esta nueva etapa, esta joven de 25 años tiene previstos otros proyectos, puesto que, “a largo plazo, me encantaría asociarme a la Universidad de Huelva e impartir docencia a los futuros docentes, así como preparar a candidatos para las próximas convocatorias de oposiciones”.

Eso sí, por el momento, sólo piensa en disfrutar de su oficio de maestra, puesto que “me encantan los niños y la enseñanza a todos los niveles. Además, es una profesión que te da la oportunidad de enseñar y aprender de los demás”.

Precisamente, durante la realización de estos estudios tuvo la oportunidad de regresar durante un tiempo a la Cuenca Minera, puesto que “en los cursos 2014/2015 tuve la suerte de volver a Riotinto como maestra en prácticas de Educación Infantil en el CEIP Virgen del Rosario. Sin duda, es el recuerdo más cercano que tengo y, al mismo tiempo, uno de los más valiosos. Tuve la suerte de encontrarme con unas compañeras maravillosas y unas familias encantadoras que me acogieron como a una más, y con las que pude aprender muchísimo”, asegura.

A pesar de ello, Belén reconoce que no viene a la Cuenca todo lo que le gustaría, “a pesar de que parte de mi familia aún sigue por allí. Y es que la mayoría de amigos están en las ciudades más cercanas y este hecho me invita hacer otro tipo de planes. Aún así, hay fechas muy señaladas en el calendario en las que cambio todo por estar en Riotinto, como es el caso del Martes Santo, día en el que procesiona el Señor Cautivo de la Hermandad de Los Estudiantes, sin duda, y a mi aparecer, el evento más importante del municipio”.

Para esta joven maestra, Minas de Riotinto es “un rinconcito donde puedo encontrar la calma y desconectar, un sitio que siempre me permite encontrarme a mí misma en lugares en los que me identifico y encuentro con mis orígenes”.

Por este motivo, para terminar, Belén nos deja este mensaje: “Que sigan defendiendo nuestro municipio con orgullo como han hecho hasta ahora y que vayan donde vayan no dejen de promocionarlo. No todos tienen la fortuna de apreciar Corta Atalaya, el río rojizo o barridas de contraste cargadas de historias”.