La compañía anuncia una nueva iniciativa dentro de su plan de desarrollo y diversificación ‘Horizonte 2035’ para “potenciar el empleo local, crear tejido industrial en la zona y contribuir a un futuro sostenible en la comarca”

Atalaya Mining, empresa operadora en la mina de Riotinto, ha dado a conocer una nueva iniciativa dentro de su “estrategia de diversificación” de la Cuenca Minera. Se trata de la puesta en marcha de una industria de producción de suelos fértiles que supone una inversión de siete millones de euros y la creación de 50 empleos directos, al tiempo que incluye la “última tecnología y soluciones innovadoras”.

La nueva fábrica producirá tierras diseñadas “a la carta” para regenerar los terrenos afectados por la minería histórica, corrigiendo factores como la acidez, ya que actualmente estos siguen generando contaminación de las aguas de la cuenca del Odiel, impidiendo su aprovechamiento para consumo y regadío. Además, las tierras producidas contribuirán a la restauración de las instalaciones mineras actuales, según obliga la autorización ambiental de la mina, cuyo cumplimiento es imprescindible para la continuidad de las operaciones.

Esta iniciativa forma parte del proyecto ‘Horizonte 2035’, una visión estratégica que impulsa Atalaya Mining para el futuro de la comarca y que tiene como objetivo crear tejido industrial y empresarial paralelo a la actividad de la mina. La estrategia se desarrolla en base a cinco pilares: minería y metalurgia, economía circular, energía, turismo y formación, según han informado desde la propia compañía.

La nueva fábrica, un proyecto liderado por la empresa especialista GSS, se encuadra en la rama de Economía Circular, pues utiliza como materia prima la mezcla de algunos subproductos como rocas de mina, cenizas de biomasa, materia orgánica y restos de podas. La empresa tendrá un registro público de los materiales que adquiera como materia prima y que “no suponen ningún riesgo para la salud y mejoran los suelos existentes”, para lo que contará con el asesoramiento de la Universidad de Huelva gracias al convenio suscrito con el departamento de Ciencias de la Tierra, cuyos técnicos identificarán los materiales aptos para la regeneración de Riotinto.

Las nuevas tierras producidas se aplicarán sobre terrenos actualmente afectados, generando una capa de suelo que permita el crecimiento de especies vegetales autóctonas, la vuelta de la fauna y la mejora de la calidad de las aguas, corrigiendo su acidez hasta parámetros naturales. El proceso ha demostrado su “validez e inocuidad” gracias a las pruebas que se han realizado en las instalaciones de Atalaya, donde se ha restaurado una hectárea de terreno con “resultados excelentes”, informa la compañía.

“Estamos orgullosos de contribuir al desarrollo de la provincia de Huelva trabajando por la recuperación de la cuenca del Río Odiel, afectada por la minería en una época en que no había regulación ni conciencia ambiental. El producto de la nueva instalación va a permitir además la continuidad de nuestras operaciones, pues garantiza que los terrenos que afectamos hoy van a quedar perfectamente restaurados cumpliendo con las exigencias que nos marca la ley”, destaca Enrique Delgado, director general de Atalaya Riotinto.

Además, Delgado señala que “queremos mirar de frente a un horizonte en el que Cerro Colorado, la mina que alimenta nuestra producción, empiece a declinar. Trabajamos en varias líneas para que la Cuenca Minera siga desarrollándose, manteniendo su calidad de vida y la capacidad de ofrecer un proyecto vital a su gente”, ha agregado. En la actualidad, Atalaya genera un total de 2.355 empleos (directo, indirecto e inducido), equivalente al 1.2% del empleo de la provincia de Huelva, según el estudio socioeconómico elaborado por Sintering (Universidad de Huelva).

Estrategia ‘Horizonte 2035’

La compañía parte de la base de que “el mineral de cobre es finito y hay que aprovechar el impulso de la actividad minera actual como palanca para el futuro. Para ello, hay que analizar las fortalezas y debilidades del territorio y encontrar oportunidades realistas y sostenibles en el tiempo”, prosiguen desde Atalaya, que “en consulta con múltiples actores del territorio trabaja en varios vectores de desarrollo, con inversiones importantes ya realizadas y desarrollo de varios proyectos”, entre los que se cita los siguientes:

Minería y Metalurgia: Convertir la Cuenca Minera en un centro de producción de metales

La empresa contempla inversiones en exploración en la Faja Pirítica Ibérica que resulten en nuevos proyectos mineros y un aumento de las reservas de minerales que van a ser tratados en la planta actual de Riotinto, alargando su vida operativa, iniciativas que ya tienen resultados como Masa Valverde, San Dionisio y San Antonio, Riotinto Este, etc.

A ello hay que sumar inversiones para alargar la cadena de valor del cobre en el territorio, produciendo metal a pie de mina con la nueva planta E-LIX, un innovador sistema que podrá tratar concentrados también provenientes de otros puntos geográficos.

Economía circulas: Aprovechar los estériles mineros para generar valor

Con la instalación de la fábrica de suelos fértiles, la Cuenca Minera se coloca como líder en tecnología circular, permitiendo el reaprovechamiento de residuos para generar vida en un amplio territorio de la provincia, regenerando suelos y aguas y creando nuevas oportunidades.

Además, Atalaya asegura que trabaja en más iniciativas de carácter circular para el aprovechamiento de otros materiales almacenados en las instalaciones que puedan tener una segunda vida y que generen nueva actividad económica para la comarca.

ENERGÍA: Valorizar un recurso abundante para ser competitivos y sostenibles

Atalaya está terminando la construcción de su plata fotovoltaica de 50 MW que va a permitir a la mina ser más sostenible (reduciendo emisiones) y competitiva (electricidad a precio razonable). La empresa sigue estudiando ampliar esta capacidad de producir energía limpia, conforme vaya liberando terrenos, de manera que la Cuenca Minera pueda convertirse en un centro de producción de energía sostenible y barata, presentando una ventaja competitiva con respecto a otros territorios y generando riqueza y empleo indefinidamente para los municipios.

Turismo: Multiplicar el impacto aprovechando un atractivo único

Este sector es una oportunidad para un territorio que alberga innumerables atractivos, como sus impactantes paisajes y patrimonio minero, que atraen a más de 100.000 visitantes anuales. Este potencial hace que las políticas de responsabilidad social de Atalaya hayan venido apostando por el turismo, con múltiples actividades de recuperación de elementos de interés, gracias a los acuerdos con todos los municipios de la comarca y la Fundación Río Tinto, con inversiones que superan los 3,5 millones de euros desde la reapertura de la mina.

Por ello se han creado dos nuevos productos turísticos, como las visitas a Corta Atalaya y Riotinto Experience, un producto -este último- “rompedor” que va a impactar directamente en la mejora de la capacidad de atraer visitantes a esta tierra. En esta línea, Atalaya sigue trabajando en otras iniciativas adicionales con el objetivo de multiplicar las oportunidades de desarrollo.

Formación: La Cuenca como centro de conocimiento y formación minera

Tanto por su renombre en la minería mundial y por su situación estratégica en la Faja Pirítica como por el impulso que las empresas locales están dando al sector, la Cuenca Minera de Riotinto tiene la oportunidad de convertirse en un centro de conocimiento y formación alrededor de las profesiones que participan en la minería. De este modo, Atalaya ha trabajado para traer el módulo de Planta Química al IES Vázquez Díaz y realiza cursos anuales para la preparación de profesionales. Así, se ha identificado el sector de la formación por su potencialidad de atraer valor a esta tierra, generando capacitación y actividad económica.

Sobre Atalaya Mining

Atalaya Riotinto Minera, filial de Atalaya Mining, es la operadora de la histórica mina de Riotinto, un proyecto minero que “incorpora las últimas innovaciones tecnológicas en el sector, así como los conceptos de seguridad y sostenibilidad ambiental propios de la minería del siglo XXI”.

Riotinto es hoy una mina de cobre a cielo abierto que ha producido más de 51.000 toneladas de cobre en concentrado en 2023, cuenta con 197 millones de toneladas de reservas de mineral de cobre y trabaja constantemente en la identificación de nuevos recursos para seguir alargando la vida de la explotación, que actualmente se sitúa en 11 años.

La puesta en marcha del Proyecto Riotinto ha supuesto una gran inversión industrial, incluyendo “importantísimas mejoras ambientales” y la creación de más de 1.100 empleos directos e indirectos.