El periodista y escritor Rafael Adamuz, autor de la novela histórica ‘La memoria varada’, saca a la luz una nueva edición de esta obra que zarpó hace ya tres años contra el olvido de lo acontecido a la Columna Minera durante los albores de la Guerra Civil española. Vendidos los 2.000 ejemplares de la primera edición, el autor se ha visto obligado a reeditar su novela ante las numerosas peticiones de librerías y nuevos lectores, que podrán adquirir la nueva obra a partir del próximo 15 de marzo.

Editada por Pábilo Editorial, esta segunda edición de ‘La memoria varada’ viene cargada de nuevos contenidos, como un prólogo de Baltasar Garzón, que califica la publicación como “una obra inmensa” con la que “Rafael Adamuz consigue traernos al presente lo que nunca debe de estar ausente”, añade. Además, cuenta con otras novedades como el discurso de Miami, anexos y diverso material original, entre otras. 

Todos los interesados en conocer la historia de este crucial episodio de la Guerra Civil tienen por tanto una cita ineludible con una obra que ya tiene tras de sí una veintena de presentaciones, algunas inéditas como la de la Universidad de Florida, pero, sobre todo, “el impacto entre víctimas y familiares, el verdadero alma de esta obra”, como destaca su propio autor.

‘La memoria varada’ rescata, de forma novelística, lo acontecido a buena parte de los miembros de la columna minera que, el 19 de julio de 1936, se dirigió a Sevilla para combatir el golpe militar. El grupo, compuesto en su mayoría por jóvenes mineros y campesinos, fue reclutado por políticos republicanos que lideraron la marcha, planeada desde Madrid. Sin embargo, no alcanzaron la capital hispalense. A las puertas de la ciudad, en la barriada de La Pañoleta, los mismos guardias civiles que tenían órdenes de acompañarles les tendieron una sangrienta emboscada. El resultado: más de una decena de muertos y setenta detenidos encerrados en el Cabo Carvoeiro, la prisión improvisada en un barco de cabotaje atracado en el Guadalquivir. En sus estrechas bodegas, en pleno verano, permanecieron en condiciones inhumanas y fueron sometidos al fin a un macrojuicio que fue, con toda probabilidad, el mayor Consejo de Guerra celebrado en los albores de la Guerra Civil en España.

La obra refleja el calvario que soportaron los reclusos a través de unas cartas enviadas por uno de ellos, Luis Marín Bermejo, quien da cuenta de su presidio y arroja datos reveladores. Los textos permanecieron ocultos hasta la muerte reciente de su único hijo varón, encargado de custodiarlos.