La búsqueda de estas 31 mujeres ha sido infructuosa hasta el momento
La ansiada igualdad de género sigue siendo una asignatura pendiente en nuestra sociedad, a pesar de los grandes avances conseguidos en este aspecto. Evidencias de esta afirmación existen muchas, incluso en cuestiones a priori tan alejadas de este ámbito como la Memoria Histórica.
La desigualdad social también ha afectado a la recuperación de lo sucedido en la Guerra Civil española (1936 – 1939), dado que, en ocasiones, hemos tenido menos datos de las mujeres que fueron enterradas en fosas comunes que de las víctimas masculinas. O, en otras ocasiones, se ha obviado el hecho de que ellas fueron víctimas simplemente por ser esposas, hermanas o madres, es decir, por ser mujer.
Una cuestión que ha quedado demostrada en trabajos como el desarrollado por el grupo ‘Recuperando la Memoria de la Historia Social de Andalucía (RMHSA)’ del sindicato CGT, que afirmaba que en Andalucía Occidental existieron fosas comunes destinadas a las mujeres asesinadas tras el golpe de Estado del 18 de julio de 1936.
Y la provincia de Huelva, precisamente, cuenta con dos casos muy significativos de esta situación. Se trata de las llamadas ’16 rosas de Zufre’ y ‘15 rosas de Puebla de Guzmán’.
16 rosas de Zufre
Aunque se trata de un episodio de la Guerra Civil poco conocido, este suceso hace referencia a 16 mujeres de Zufre que fueron asesinadas en Higuera de la Sierra, siendo enterradas en una fosa común del cementerio. Por este motivo, han pasado a ser llamadas como las ’16 rosas de Zufre’, haciendo una analogía con las ’13 rosas’ asesinadas en Madrid cuatro meses después de finalizar la Guerra Civil (en agosto de 1939), cuya historia fue llevada al cine en 2007 por Emilio Martínez-Lázaro.
Los hechos ocurrieron el 4 de noviembre de 1937, cuando estas serranas fueron asesinadas por el bando franquista en las tapias del cementerio de Higuera -donde aún pueden verse algunas señales de aquel terrible episodio-, sin que mediera ningún juicio ni sentencia previa. Todas ellas fueron acusadas de auxiliar a fugitivos, que, en muchos casos, eran sus familiares, si bien otras fuentes hablan de haber participado en el martirio de Rosario Expósito por votar a la derecha en las elecciones de 1936. No hay que olvidar que, durante la guerra, el bando franquista consideraba delito el pertenecer a un sindicato o ser madre, hermana o mujer de un republicano.
Diversos medios de comunicación han recogido las investigaciones históricas sobre como Antonia Blanca, Amadora Domínguez, Alejandra Garzón, Carlota Garzón, Teodora Garzón, Remedios Gil, Modesta Huerta, Josefa Labrador, Encarnación Méndez, Elena Ramos, Bernabela Rodríguez, Dominica Rodríguez, Felipa Rufo, Mariana Sánchez, Amadora Sánchez y Faustina Ventura…, fueron detenidas y humilladas públicamente al ser paseadas por la localidad -incluso, fueron torturadas y, algunas, violadas- antes de ser asesinadas. Porque todo parece indicar que fueron transportadas en un camión y les fueron atadas las manos con alambres. Tenían entre 29 y 62 años.
El hecho tuvo una enorme repercusión en la pequeña localidad de Higuera de la Sierra, donde prácticamente no hubo guerra. Tal fue el escándalo que se ordenó que no hubiera más fusilamientos en un municipio que entonces apenas superaba los 2.000 habitantes.
Un fusilamiento colectivo que ha sido estudiado por los historiadores Francisco Espinosa Maestre y José María García Márquez y expuesto en el artículo titulado ‘La desinfección del solar patrio’, incluido en el libro La gran represión.
A través de la Ley de Memoria Histórica, la exhumación de sus cuerpos fue aprobada en 2019 junto a otros trabajos a desarrollar en las localidades onubenses de Berrocal y Cortegana, así como en las sevillanas de Alcalá del Río, Almadén de la Plata, Benacazón y Salteras. Una medida aprobada por la Junta de Andalucía, que daba vía libre a la búsqueda de la fosa común en la que estaban enterradas, al parecer, junto a otros cinco hombres. Unos trabajos que fueron desarrollados por los arqueólogos Elena Vera y Jesús Román y el antropólogo Juan Manuel Guijo.
Sin embargo, a pesar de meses de búsqueda y de los indicios que mostraban dónde podían estar enterradas, los trabajos fueron infructuosos y todavía no pudieron ser recuperados sus restos.
15 rosas de Puebla de Guzmán
Muy significativo es también el caso de las 15 mujeres asesinadas en la fosa de Puebla de Guzmán, conocidas como las ’15 Rosas de Puebla de Guzmán’. Primero fueron secuestras, vejadas y asesinadas nueve mujeres, a las que sumaron luego otras seis. Todas ellas fueron fusiladas en el cementerio de la localidad andevaleña sin que mediara juicio o prueba alguna.
Una de las mujeres asesinadas fue María San Blas ‘Blasa’, madre de José Domínguez Álvarez, conocido como Pedro ‘El Sastre’, cuya historia recoge en su libro Perseguidos el periodista y escritor onubense Rafael Moreno, una obra reeditada en 2022 por el Comisionado de Memoria Democrática de la Diputación Provincial de Huelva. Gracias a esta investigación pudo conocerse esta historia y comenzar a trabajarse en recuperar a estas quince mujeres secuestradas y asesinadas en septiembre de 1937.
Precisamente, el testimonio de José Domínguez fue vital para que el Ayuntamiento de Puebla de Guzmán apoyara la demanda de los familiares de los represaliados a intervenir en las fosas del cementerio para localizar y exhumar los restos. Así nació un proyecto que fue presentado a la Dirección General de Memoria Democrática tras ver la luz en unas jornadas de la Asociación de Memoria Histórica y Justicia de Andalucía (Amhyja).
Sin embargo, aunque las tareas de búsqueda de estas 15 rosas comenzaron en 2014, sus cuerpos nunca aparecieron debido a que la fosa donde habían sido enterradas había sido removida, vaciada y, posteriormente, rellenada con una capa de piedra triturada entre los años 1973 y 1974 durante las obras de construcción de nuevos nichos. En esta ocasión, los trabajos fueron desarrollados por el equipo formado por Elena Vera, Juan Manuel Guijo y Elisabet Conlin.
María San Blas Álvarez Cano; Beatriz Álvarez Gómez; Dolores Clemente Martín; Catalina García Márquez, María Márquez González, Mª Dolores Rodríguez Gallardo; María Roldán García, Mercedes Álvarez Pérez; Antonia Beltrán; María Rodrigo Domínguez Ponce; Concha Orta Blanco; Concepción Orta; María Peña Domínguez Suárez, Sampedro Álvarez Rodríguez y Dolores Ponce Barbosa son los nombres para la memoria de las 15 rosas de La Puebla.
En definitiva, los casos de Zufre y Puebla de Guzmán forman parte de otros episodios ocurridos en Andalucía Occidental, donde la represión franquista sesgó la vida de, al menos, 40 mujeres que fueron asesinadas de forma irregular, aunque esta cifra podría ser mucho mayor ante la falta de datos.
Difundir sus historias, sin duda, es la mejor forma de que sus nombres no caigan en el olvido. Nunca es demasiado tarde para hacer justicia.