El Movimiento Feminista sale a la calle para protestar contra «la pandemia oculta de nuestra sociedad»
La crisis sanitaria del coronavirus ha evitado que miles de onubenses salgan a la calle este 25 de noviembre a decir «basta ya» a la violencia machista, pero no ha impedido que la provincia de Huelva haya alzado la misma voz que estos últimos años contra esta lacra social, aunque de una manera diferente.
Los miles de ciudadanos de Huelva que salen cada año a mostrar su repulsa contra el maltrato machista han estado representados este 25-N, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, por el Movimiento Feminista de Huelva, que no ha querido «dejar de estar en la calle» para protestar contra lo que han calificado como «la pandemia oculta de nuestra sociedad».
Para ello, este colectivo, formado por una veintena de organizaciones onubenses, ha reunido a las 100 personas que se habían establecido como tope, asignadas por cada organización, y las ha llevado a la Plaza de las Monjas de Huelva, donde esta representación del feminismo onubense ha secundado una concentración como muestra de repulsa de la sociedad contra la violencia de género.
La Plaza de las Monjas tuvo que cerrarse con una cinta para evitar el acceso de más personas, pero el mensaje lanzado por el Movimiento Feminista de Huelva sí ha traspasado fronteras, y no solo las que delimitan este espacio físico de la capital onubense, sino las mismas fronteras que cada 25-N atraviesa este mensaje, que un año más ha sonado alto y claro.
Durante la concentración, representantes del Movimiento Feminista han procedido a la lectura de un manifiesto, en el que este año, como novedad, no solo se ha puesto nombre y rostro a las 41 mujeres asesinadas este año en España por sus parejas o exparejas, sino también a los asesinos, a los autores de estos crímenes machistas.
«Este año ha sido diferente por la pandemia, pero no hemos querido dejar de estar en la calle y ponerle nuestra voz a las mujeres asesinadas», ha destacado, en declaraciones a TINTO NOTICIAS, una portavoz del Movimiento Feminista de Huelva, que ha atendido a este periódico tras procederse a la lectura del manifiesto, que ha tenido como título ‘Violencia de género, pandemia oculta’ y ha sonado así:
Este día de hoy, 25 de noviembre, una vez más nos vamos a negro. Nos vestimos de luto por todas esas mujeres que hoy no están con nosotras, nos vestimos de negro por las que siguen estando muertas en vida, y por todas aquellas que ni siquiera aparecen en los listados, porque son silenciadas, olvidadas…
La violencia de género es la pandemia oculta de nuestra sociedad. Nuestra sociedad está enferma de esa violencia, una enfermedad que este año nos ha arrebatado 41 vidas oficiales, 1074 vidas oficiales desde que empezamos a contar en el 2003 y muchas más no oficiales, nos ha arrebatado compañeras, amigas, hermanas, hijas, madres…¡qué cansancio de sociedad enferma!.
La violencia de género es una pandemia oculta porque a las mujeres se nos siguen asesinando, y es descorazonador ver cómo año tras año seguimos saliendo a la calle, seguimos visibilizando los asesinatos, seguimos poniendo nombre a las mujeres que la sufren y seguimos gritando…y año tras año vuelve a recorrernos un escalofrío cuando sentimos que no sirve de nada. Es una pandemia oculta porque demasiado a menudo, la violencia de género es una realidad olvidada, escondida tras una puerta de casa cerrada, y no denunciada por nadie, a pesar de que es un delito que cada persona tendríamos la obligación de denunciar. Es una pandemia oculta tras el velo del miedo, la vergüenza y la culpa que a veces nos rodea a las mujeres. Es una pandemia oculta porque los asesinatos son la cifra de la vergüenza, que no se quiere reconocer y que es mejor esconder para seguir teniendo las conciencias tranquilas. Y es una pandemia porque puede estar en cualquier lugar y momento, acechando la libertad de cualquier mujer.
Y es que la sociedad en la que vivimos sigue estando enferma de machismo. Este Movimiento Feminista de Huelva está compuesto por diferentes organizaciones, asociaciones y entidades que llevamos años trabajando desde los diferentes frentes en los que nos ha tocado hacerlo por la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres y por la erradicación de la violencia de género. Hemos realizado incontables actividades, formaciones, presentaciones, performance… y hemos tenido mil y una ideas para intentar que nuestra sociedad cambie y para hacer un mundo más justo y mejor en el que vivir. Y en demasiadas ocasiones tenemos la sensación de que trabajamos para nada, y que todos nuestros esfuerzos caen en saco roto.
Y es que lo decimos cada año, pero se ve que no se nos escucha, tendremos que seguir gritando: en nuestra sociedad machista y enferma, las mujeres seguimos siendo discriminadas en todos los ámbitos de nuestra vida porque somos mujeres, esos seres que formamos el 51% de la población española que somos las que mejor cuidamos, limpiamos, cocinamos. Somos esos seres que trabajamos casi dos meses gratis al año y por amor al arte, las que intentamos conciliar y tener corresponsabilidad en las casas…sin conseguirlo. Somos esos seres que no estamos en las grandes decisiones, ni en los sitios de poder, y sobre los que recaen las culpas, los miedos, todos los roles y estereotipos de género habidos y por haber. Somos esos seres a los que siempre siempre les toca luchar y seguir luchando. Y las que siempre siempre están cansadas… y están estupendas y perfectas.
Y repetimos, la violencia de género es una pandemia oculta porque a las mujeres se nos siguen asesinando, de todas las maneras posible de hacerlo. Ya no nos preguntamos hasta cuándo, porque tenemos la sensación, desgraciadamente, de que ese “cuándo” no va a llegar nunca, o que al menos nos queda muuuucho camino por delante, y a veces es agotador.
Este está siendo un año muy difícil para toda la gente, hombres y mujeres. ¡Estamos sufriendo una pandemia no oculta por un virus que ha trastocado de una forma u otra todas nuestras vidas, nuestro día a día, nuestra forma de relacionarnos y hasta nuestra forma de manifestarnos y de salir a gritar que basta ya de violencia de género!! ¡Qué basta ya de violencia machista!
Nos ha cambiado hasta la cara, ocultando a menudo esa sonrisa tan necesaria que a veces habla sin que lo pretendamos.
Pero si la situación está siendo dura para esta sociedad enferma…imaginaos, si podéis, lo que están sufriendo esa parte de mujeres que son víctimas de violencia de género, que tienen que enfrentarse a todo lo que hemos dicho hasta ahora y que además tienen que soportar que la persona que eligieron como compañero de vida en un momento dado, se conviertan en sus carceleros:
– Están condenadas a vivir sin respiro con la persona que las maltrata y agrede de mil formas diferentes al día.
– Están condenadas a la soledad de las paredes de su casa, a no poder relacionarse con nadie que pueda ayudarlas ni darles consuelo, o una mano amiga o una sonrisa.
– Están condenadas a vivir a todas horas con la frustración de los agresores, que no pueden salir de casa para desahogar…su ira, su mala leche…o lo que sea que hacen cuando pegan a la mujer que dicen que es suya.
– Están condenadas a aguantar todo, a no saber cuándo van a poder retomar sus expectativas de vida, a no saber cuándo podrán volver a tener esperanzas…
– Están condenadas a aguantar todo esto con sus hijas y con sus hijos delante, intentando seguro que todo les afecte lo menos posible y que parezca que su vida es “de lo más normal”.
Si esta situación nos está causando ansiedad a toda la sociedad, imaginaos, si podéis, qué puede sentir una mujer condenada a vivir a solas con su realidad y con sus miedos.
Este año han aumentado las denuncias y los procesos por violencia de género, a raíz de la situación de alarma vivida o quizás como consecuencia de ella. Al menos se están denunciando los casos. Nuestro aplauso para esas mujeres valientes que se atreven a denunciar lo que están viviendo detrás de la puerta de sus casas.
Este año, de nuevo, estamos aquí, en negro, para decirles a todas esas mujeres que al menos no están solas, que queremos ser su voz cuando ellas no puedan gritar, ser una mano tendida para cuando necesiten agarrarse a alguien, ser su manada cuando necesiten ser defendidas, ser sus organizaciones a las que puedan acudir en busca de ayuda, y ser su Movimiento Feminista para cuando quieran acompañarnos.
Este año de nuevo estamos aquí para decirle a las administraciones que seguimos necesitando ayudas para poder realizar nuestro trabajo, que de nuevo se nos niegan, que seguimos realizando un trabajo fundamental y olvidado. Y que vamos a seguir haciendo.
De nuevo estamos aquí para que se vea que no estamos cansadas de tener que seguir saliendo a la calle, cada año con las víctimas, cada año con la misma lucha.
Estamos aquí, de nuevo, para gritar que sí estamos cansadísimas de este machismo que nos mata, que nos convierte en las víctimas directas de las desigualdades. ¡Que no nos deja que seamos libres!!
¡Estamos aquí para seguir gritando que basta ya!! ¡Que nos queremos vivas, fuertes y libres!! ¡Y que no queremos que vuelva a faltarnos ni una más!!