El escritor y periodista de Nerva se hace merecedor del Premio Andalucía por su relato ‘Obituario de 2015’
El escritor y periodista nervense Juan Antonio Arias se ha proclamado ganador de la octava edición del certamen literario ‘María Carreira’, de Antequera. En concreto, Arias ha logrado el Premio Andalucía, dotado con 500 euros, que son aportados por la Asociación Cultural Alas de Papel, promotora del premio con la colaboración del Ayuntamiento de Antequera.
Desde Alas de Papel han anunciado que el escritor nervense ha sido el vencedor del premio por ‘Obituario de 2015’, un relato que se desarrolla en una bibolioteca y «se desliza con ternura y emoción hacia un final sorprendente», explican desde la entidad, que procederá a la entrega del galardón en un acto que tendrá lugar el próximo 10 de octubre el Centro Cultural Santa Clara de la ciudad malagueña.
El resto de ganadores de este concurso, al que se han presentado un total de 200 relatos, son José Javier Santos, ganador del Premio Antequera por ‘No eran molinos sino gigantes’, y Ana Pérez, que ha conseguido el premio Talento Joven por su microrrelato ‘Ignífugo’.
Sobre Juan Antonio Arias
Licenciado en Periodismo por la Universidad de Sevilla, Juan Antonio Arias (Nerva, 1988) imprime sus versos en Estados pasajeros, su blog dedicado por entero a sus poemas y «sin más artificio que la palabra misma, desnuda ante los lectores».
Así lo calificó recientemente la también escritora y periodista nervense Carmen Alcázar, para quien, «si hay algo que caracteriza y sorprende de la poética de Juan Antonio Arias, esa es su madurez pese a su juventud, o por qué no, gracias a ella. Madurez temprana no sólo compositiva, que también, sino sobre todo reflexiva y profunda de su visión del mundo con cierta rebeldía ante lo que vive y lo que es», continúa Alcázar.
A través de este artículo, Alcázar habla de la rebeldía de Arias como una rebeldía «humanística en tanto que muestra el posicionamiento del hombre ante el mundo que le rodea. Con gran humildad y sencillez, Arias moldea versos a su antojo y aún más libre, sin cláusulas ni contratos, sin convenciones o con ellas, poco le importa, siempre a su manera, sin miedos y con cierta audacia para conseguir gritar alto y claro su sentir y su vivir contra viento y marea en estos tiempos en los que es fácil asentir a todo», prosigue.