La Guardia Civil coloca un candado y cadenas en la vivienda para evitar nuevos ataques

La casa de El Campillo donde residía el asesino confeso de Laura Luelmo, Bernardo Montoya, cuando perpetró el crimen acontecido a mediados del pasado mes de diciembre en esta localidad, situada en la calle Córdoba del municipio, fue asaltada en la tarde de este martes, 1 de enero, por un grupo de vecinos, lo que provocó la intervención de la Guardia Civil, que por el momento no conoce quiénes son los autores de esta actuación ni si son de esta localidad.

El asalto fue detectado por algunos vecinos de la zona, que oyeron golpes provenientes del citado inmueble, tras lo que, una vez avisada la Benemérita, agentes de este cuerpo se personaron en la vivienda, propiedad del padre del asesino confeso de la joven profesora zamorana, que se había instalado en la casa de en frente el pasado 10 de diciembre, sólo dos días antes de desaparecer.

Desde la Guardia Civil han procedido posteriormente a colocar un candado y cadenas en la casa asaltada para evitar futuros ataques a la vivienda, que en las últimas semanas está en el punto de mira de numerosos vecinos y vecinas de El Campillo, pues éstos temen que el citado inmueble se convierta en un futuro en el lugar de residencia del hermano gemelo de Bernardo Montoya, que lleva 18 años en prisión por asesinar a una mujer de 35 años en Cortegana.

Los habitantes de la población son conscientes de que la casa de El Campillo donde se instaló el autor del crimen de Laura Luelmo es propiedad de su padre, Manuel Montoya, por lo que temen que su otro hijo condenado por asesinato, Luciano Montoya, que actualmente está cumpliendo su condena en la cárcel de Ocaña II, en Toledo, acuda también a la casa de su padre de El Campillo cuando salga libre, para lo que le quedan nueve años.

De hecho, de no haberse producido la detención de Bernardo y el posterior precinto policial de la casa, esa posibilidad pudo haberse hecho realidad a mediados del pasado mes de diciembre, pues Luciano Montoya salió de la cárcel el lunes 17, coincidiendo con la detención de su hermano, para disfrutar de un permiso penitenciario de tres días, el primero al que tiene derecho desde que ingresó en prisión.

Ante ello, tal y como ya informó Tinto Noticias -el periódico de la Cuenca Minera de Riotinto-, numerosos vecinos de El Campillo están proponiendo medidas para evitar que el hermano del asesino confeso de Laura pueda instalarse alguna vez en la localidad. Muchos han llegado incluso a proponer que se eche abajo la casa del padre de los hermanos Montoya, la residencia en la que, tras salir de la cárcel en octubre pasado, se instaló Bernardo, que no era conocido en el municipio.

Ahora, tras el asalto perpetrado en la casa el pasado martes, la vivienda está cerrada con cadenas y candado, que además ha sido precintado por la Guardia Civil.