La investigación ha sido realizada por las universidades de Huelva y Sevilla

Las universidades de Huelva y Sevilla se han unido en la realización de un proyecto que ha demostrado la eficacia del uso de suelos especialmente diseñados para la recuperación natural de suelos mineros y la corrección de metales pesados en las aguas.

Los resultados de esta investigación han sido publicados recientemente y constatan el cumplimiento de los principales objetivos planteados. Principalmente, se ha demostrado la utilidad de estos suelos para la neutralización de la hiperacidez de los suelos mineros tratados y el restablecimiento de vegetación autóctona.

La investigación ha sido liderada por el prestigioso investigador de la Universidad de Huelva Juan Carlos Fernández Caliani y ha contado con la participación de las investigadoras Isabel González Díez y Cinta Barba Briosos, de la Universidad de Sevilla.

Huelva tiene inventariadas más de 3.500 has. de suelos degradados por la actividad minera

La investigación impulsada por estas universidades andaluzas se suma otros proyectos de investigación y tesis doctorales de otras universidades españolas acerca de la eficacia de esta tecnología en la recuperación de aguas.

Esta investigación refuerza las conclusiones del estudio elaborado hace unos meses por Cetaqua, de la mano de la Diputación de Huelva, la Asociación de Comunidades de Regantes (Corehu), Aminer, Giahsa y Aiqbe, orientado a la identificación y restauración de los principales pasivos mineros en la provincia de Huelva, que recomienda el uso de esta tecnología dentro de las estrategias de renaturalización de estos espacios.

En paralelo a la recuperación ambiental, los proyectos industriales destinados a la regeneración de suelos mineros llevan asociadas otras oportunidades para el territorio, ya que suponen elevadas inversiones, tienen un alto componente tecnológico y científico y crean un gran número de empleos cualificados (ingenieros, biólogos, químicos…), además de técnicos de mantenimiento y operadores de planta, muy estables a largo plazo.

Contraste zona degradada y zona regenerada con especies autóctonas