El Ministerio de Justicia comunica que la localidad zalameña incumple la Ley de Memoria Histórica y el alcalde critica su «falta de rigor»

La obligatoriedad de eliminar la simbología franquista del callejero de los municipios españoles, en cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica, ha provocado cierta polémica entre el Gobierno de España y el Ayuntamiento de Zalamea la Real, municipio que aparece en un listado de localidades incumplidoras hecho público recientemente por el Ministerio de Justicia a través de una nota de prensa en la que, además, se asegura que se han enviado cartas a los ayuntamientos afectados instándoles a que realicen los cambios pertinentes en el callejero.

Sin embargo, esta situación no afecta a Zalamea la Real, en primer lugar porque no ha recibido esa carta y, en segundo lugar, porque ninguna calle del municipio tiene ya ningún nombre asociado al franquismo, tal y como ha aclarado el alcalde de Zalamea la Real, Marcos Toti, en declaraciones a Tinto Noticias -el periódico de la Cuenca Minera de Riotinto-, que además ha tenido acceso a la documentación que así lo atestigua.

En concreto, Toti ha explicado que el Ministerio remitió una carta al Ayuntamiento de Zalamea en la que le pedía que informara si aún mantiene algún símbolo franquista en el callejero, pero «en ningún momento nos dicen que no cumplimos ni nos piden que procedamos a realizar algún cambio», señala Toti, al tiempo que lamenta que el Ministerio haya dado esa información «errónea» antes de recibir la respuesta del Consistorio zalameño.

Lo que sí es cierto, señala el alcalde, es que el año pasado recibieron una carta del Senado en la que se les indicaba que había dos calles que no cumplían, de las que «una sí cumplía, pero no se había cambiado en el catastro», aclara Toti. Sobre la otra, el alcalde admite que no se cumplía, algo que atribuye a un error, pues más que una calle es un callejón en el que no se accede a ninguna vivienda y que carecía de rótulo, por lo que entiende que «se le pudo pasar» a los primeros gobiernos socialistas de la democracia, que «hicieron bien» ese trabajo de eliminación de la simbología franquista, añade.

No obstante, tras recibir esa comunicación, el Ayuntamiento procedió a realizar los cambios pertinentes, tal y como se atestigua en la documentación a la que ha tenido acceso este periódico, por lo que el alcalde ha criticado, en declaraciones a Tinto Noticias, lo que califica de «falta de rigor del Ministerio de Justicia a la hora de sacar una nota diciendo que no cumplimos. Antes debería informarse», le recrimina Toti.

De hecho, tal y como se recoge en el acta de un Pleno celebrado el 26 de julio de 2018, la sesión plenaria aprobó por unanimidad «dar de baja a la calle General Franco, en la aldea de Las Delgadas, ya que no existen en la actualidad secciones ni viviendas dadas de alta», así como dar traslado del acuerdo al Instituto Nacional de Estadística (INE) y al Senado.

Asimismo, tal y como se recoge en otro acta de un Pleno celebrado hace más de 20 años, concretamente el 22 de septiembre de 1998, la sesión aprobó una nueva relación de calles, en la que se incluye la nueva denominación de la otra calle que ha sido cuestionada, llamada antiguamente Sanjurjo, y que desde ese momento pasó a llamarse Mirador de la Sierra.

Estos documentos fueron trasladados además al Senado en una carta a la que también ha accedido este periódico y con la que el Ayuntamiento contestaba al escrito anterior remitido por la Cámara Alta.