Tinto Noticias entrevista a David González, CEO de Green Soil Solutions (GSS), fabricante de suelos fértiles para restaurar Riotinto

En la Cuenca Minera de Huelva, Riotinto ha sido testigo de décadas de actividad minera que han dado forma al paisaje y a la identidad de la comarca. Sin embargo, la huella de esa historia minera ha dejado pasivos ambientales que han comprometido la calidad de las aguas del principal río de la provincia, el Odiel. La nueva actividad minera de Atalaya Mining, que hoy impulsa el desarrollo de la comarca, como condición para reiniciarse, aceptó la “responsabilidad” de solucionar este reto.

En este contexto, y tras la aprobación unánime de todos los grupos parlamentarios de la Ley de Economía Circular, se da a conocer un proyecto que asegura buscar “la transformación de pasivos mineros en oportunidades de regeneración y recuperación de suelos y aguas”. Es la propuesta de la empresa Green Soil Solutions (GSS), consistente en fabricar suelos fértiles y correctores de acidez con los que proveer a la empresa minera del material necesario para acometer la restauración -puede conocerse haciendo click en el siguiente vídeo explicativo: ‘Fábrica de suelos fértiles en Riotinto‘-. Sin embargo, la propuesta está generando preguntas y preocupaciones en la gente, a pesar de defender un enfoque “absolutamente sostenible, innovador y comprometido con el patrimonio minero histórico”.

En Tinto Noticias, hemos entrevistado a David González, CEO de GSS, con el que exploramos si las condicionantes de la autorización ambiental del proyecto están alineadas con las exigencias de la legislación europea y española y con las inquietudes manifestadas por la población.

Garantía medioambiental

Según los expertos, la legislación europea establece los requisitos más exigentes a nivel mundial para otorgar una Autorización Ambiental Integrada (AAI). Esta autorización es la más restrictiva y agrupa entre otros aspectos las exigencias de medioambiente, salud pública y seguridad de las personas.

La AAI impone requisitos específicos, desde la gestión del agua y la gestión de residuos hasta la calidad del aire y el agua. “GSS ha sido diseñada por un equipo de ingenieros, biólogos, edafólogos, químicos y geólogos con experiencia internacional que han puesto el listón más alto de lo que exige la propia ley. El eje del diseño de la fábrica ha sido el respeto a la Cuenca Minera. Nuestra actividad no generará molestias a nadie”, afirma tajante González, quien entiende que la autorización se convierte, así, “en un sello de calidad ambiental, respaldando la contribución positiva del proyecto a la comarca”.

Inquietudes detectadas

1.La mayor preocupación para la población de la Cuenca Minera es que la construcción de la planta se convierta en otro vertedero para toda Andalucía. Esta percepción se inscribe en un contexto donde la población está muy sensible con los vaivenes relacionados con la gestión del vertedero de Nerva. “Empatizamos con la ciudadanía, pero conviene dejar claro que nuestro proyecto nada tiene que ver con un vertedero. Nosotros somos una fábrica, cuya particularidad es que nuestra materia prima son materiales orgánicos, cenizas de biomasa, tierras de mina o restos de podas. Todos estos materiales, cuyas condiciones de entrada establece la AAI, tras el proceso productivo, se convierten en suelos que corrigen el drenaje ácido, y en consecuencia garantizan la calidad del agua, y la ausencia de metales en ella”, afirma el CEO.

No obstante, siendo conscientes de la percepción social, desde esta empresa han propuesto al Ayuntamiento de Riotinto un “compromiso con la transparencia en el que los ciudadanos sabrán de dónde procede cada kg de materia que entre en la fábrica”, en palabras de González, de manera que se entregará periódicamente información sobre la actividad en la planta, cómo se elaboran los suelos fértiles, de qué están compuestos y de dónde vienen. “Se trata de un compromiso medible al que tendrá acceso la población local y con el que el Ayuntamiento, como representante directo de la ciudadanía, jugará un papel fundamental en la supervisión”.

2. La generación de malos olores derivados de la actividad de la fábrica que pueda afectar a las poblaciones vecinas es otra de las preocupaciones de la comarca. En este sentido, David González explica que “ha sido el eje vertebrador del proyecto. Sabemos que la gente tiene como referencia nuestra experiencia en Touro. Y haciendo autocrítica, aunque también hay que decir que la actividad allí no ha recibido ninguna sanción ni incumplimiento, nada de lo que se proyectó allí se repite en Riotinto, nada, es nada. Porque de esta experiencia hemos aprendido para diseñar la fábrica de suelos fértiles para Atalaya Mining, donde los dos elementos claves han sido la elección del emplazamiento en la que participó también Atalaya y LABQUA y el diseño de las estructuras de la fábrica cerrada realizada por Insersa. En Riotinto la inversión inicial será superior a 7 millones €”.

Según la documentación aportada por GSS, todo este diseño ha sido verificado hasta en tres estudios de dispersión independientes que se han realizado y que garantizan CERO OLORES, al concluir que el radio de posible afección es inferior a 200 metros, es decir, el perímetro de la instalación. “Si no fuera así la ley no nos permitiría trabajar, no hay alternativa”. Todos los núcleos poblacionales están a una distancia igual o superior a 2 km (el más cercano sería la población de La Dehesa que está a una distancia aproximada de 1.800m). El Hospital Comarcal de Riotinto, otra de las preocupaciones, está a casi 2,5 km de la instalación.

3. Ante la incertidumbre de la población respecto a la pérdida de la identidad histórica y patrimonial de Riotinto y de la Cuenca Minera como Bien de Interés Cultural (BIC), desde GSS se añade que su función no es la de restaurar, sino proveer de suelos: “La restauración jamás puede ser una amenaza para el atractivo turístico, sino un aliciente más. Nuestra función es fabricar suelos que eviten drenaje ácido y que serán empleados por Atalaya Mining en las zonas de restauración de la mina siempre con absoluto respeto al Patrimonio Histórico minero, conservando la identidad de la Cuenca” asegura González. Lejos de convertirse en una pérdida de valor de la zona se va a crear “un ejemplo único de explotación y restauración minera simultánea, por lo que turísticamente se potencia la zona”.

Riotinto: empleo, inversión y futuro

Además de “cumplir con las exigencias regulatorias”, GSS se enorgullece de poder aportar “beneficios tangibles” a Riotinto como la generación de empleo, ya que “se crearán entre 40-60 empleos directos e indirectos”, abarcando diversas especialidades, desde ingenieros y biólogos hasta técnicos ambientales y personal de mantenimiento; y una inversión inicial cercana a los 7 millones de euros, que “repercutirán positivamente” en el desarrollo sostenible de la comarca.