Los requisitos imprescindibles son el compromiso de respeto y protección del patrimonio y el cumplimiento de las normas de seguridad
Más de 2.500 personas acceden gratuitamente cada año a los espacios de Fundación Río Tinto, tanto a los incluidos en los diferentes puntos de visita del Parque Minero de Riotinto como a otros puntos de alto interés paisajístico, histórico y patrimonial, que se encuentran todos bajo la figura de protección patrimonial BIC (Bien de Interés Cultural), con la categoría de Zona Patrimonial.
Fundación Río Tinto es una entidad creada en 1987 con el propósito de conservar, proteger y difundir un importante legado material e inmaterial vinculado a 5.000 años de actividad minera desarrollada sobre un territorio de más de 500 hectáreas en los municipios de Minas de Riotinto, Nerva y El Campillo.
Desde su nacimiento quedó claro que sólo buscándole un uso podía garantizarse la conservación del patrimonio recibido. En sus 36 años de existencia la Fundación se ha convertido en un referente internacional en la rehabilitación de patrimonio minero y en su puesta en uso como instrumento de dinamización territorial y generación de empleo mediante la creación de una propuesta turística que acerca a los visitantes al conocimiento de la historia de la Cuenca Minera. Así nació el denominado Parque Minero de Riotinto que, gracias a la progresiva rehabilitación de elementos patrimoniales -principalmente espacios industriales, edificios, minas en desuso e instalaciones ferroviarias- ha ido incorporando atractivos hasta posicionarse como el primer destino de Turismo Industrial de España.
La zona en la que se encuentran los espacios e instalaciones de Fundación Río Tinto quedó inscrita en el Catálogo de Patrimonio Histórico Andaluz como Bien de Interés Cultural, mediante Decreto publicado en 2012 (BOJA de 23 de octubre). Por tanto, están afectados por la máxima figura de protección patrimonial en el ordenamiento vigente (Ley 14/2007 de Patrimonio Histórico de Andalucía que implica responsabilidades y compromisos, tanto para los propietarios, que son los depositarios y están obligados a velar por la conservación de los bienes patrimoniales y la seguridad de los visitantes, como para el conjunto de los ciudadanos.
Es por eso que además de las visitas gestionadas por el Parque Minero, que se desarrollan con los controles pertinentes, Fundación Río Tinto tiene establecidos mecanismos de acceso gratuito a sus propiedades, compatibles con los requisitos de protección del patrimonio y la seguridad de las personas. En este sentido, atiende continuamente solicitudes de acceso, facilitando el mismo una vez identificadas las personas o en el caso de grupos, un responsable del cumplimiento de las normas mínimas de comportamiento y respeto por los elementos que forman parte del BIC. En 2022 Fundación Río Tinto atendió numerosas solicitudes de acceso de particulares, con especial atención a los de carácter local y vecinos de los municipios de la Cuenca Minera, etc., que supusieron el acceso gratuito de 1.131 personas a espacios o instalaciones de su propiedad.
A esta cifra hay que sumar las de colectivos que tradicionalmente solicitan acceso para llevar a cabo eventos propios en terrenos de la Fundación, como los antiguos vecinos de la desaparecida aldea de Naya, o los organizadores de diferentes pruebas deportivas recurrentes en el calendario anual de competiciones. Esto eleva a más de 2.500 el número de personas que cada año acceden de manera gratuita a las zonas propiedad de Fundación Río Tinto incluidas en el BIC. El acceso se distribuye a lo largo de los 12 meses, suponiendo una media de 65 días al año.
La Fundación tiene además una prolongada trayectoria de colaboración con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad: Guardia Civil, Bomberos, Policía Nacional y Policía Local, que periódicamente solicitan la realización de ejercicios y prácticas para las que se facilita el acceso un mínimo de 30 días cada año.
De este modo, entre particulares, grupos, eventos deportivos y culturales y otras iniciativas de interés social, el número de jornadas en las que se accede gratuitamente a instalaciones de Fundación Río Tinto es muy superior a los cuatro días mensuales que establece la Ley 14/2007 de Patrimonio Histórico de Andalucía, en su artículo 14.3. para los propietarios privados de Bienes de Interés Cultural (BIC).
En cualquier caso, en los últimos años se vienen produciendo accesos incontrolados, actos vandálicos, robos e incluso sabotajes al ferrocarril turístico en algunas zonas de especial sensibilidad por su elevado valor patrimonial, los riesgos que pueden originarse en las instalaciones industriales que quedaron sin uso, o la propia circulación del ferrocarril, por lo que siguiendo las recomendaciones de las autoridades competentes Fundación Río Tinto acometió un vallado preventivo para garantizar la seguridad de las personas y la integridad de los elementos patrimoniales del BIC en la zona de Zarandas-Naya.
Dicho vallado, realizado en su totalidad en terrenos de titularidad de la Fundación, se llevó a cabo el pasado mes de enero, una vez obtenida la autorización correspondiente de la Administración responsable de la protección del Patrimonio Cultural. La existencia de este vallado ha reducido considerablemente los actos vandálicos y en ningún caso supone que las zonas comprendidas en su interior no puedan ser visitadas como siempre se ha hecho, siguiendo los cauces de solicitud adecuados, entre los que figura un compromiso de responsabilidad, respeto por los bienes e instalaciones y cumplimiento de normas de seguridad. Como es preceptivo, el vallado cuenta con carteles de señalización de la zona restringida, también autorizados por la Delegación Territorial de Turismo, Cultura y Deportes en Huelva, en los que figura además la información de contacto para la solicitud de acceso gratuito.
Solo desde una adecuada protección del patrimonio puede garantizarse que cada año casi 100.000 personas se acerquen a conocer el paisaje y la historia de un territorio único. La reciente inclusión de Minas de Riotinto como Municipio Turístico de Andalucía introduce un elemento más de responsabilidad de todos los agentes implicados en la tutela, disfrute y conservación de dicho patrimonio.