La diputada anticapitalista alerta de que el plan de la Junta es convertir la instalación en una «incineradora de residuos tóxicos»

La diputada anticapitalista de Adelante Andalucía por Huelva en el Parlamento andaluz, María Gracia González, exigió este jueves a las autoridades autonómicas el cierre del vertedero de residuos tóxicos de Nerva, así como dar marcha atrás a la ampliación «contemplada» a su juicio por la Junta de Andalucía «para alargar la vida útil del mismo», y que «de esta forma se escuche a todos los colectivos que han vuelto a exigir su cierre definitivo».

Así se expresó González en la tarde de este jueves en Nerva, a donde acudió, junto al concejal anticapitalista de Adelante Huelva en el Ayuntamiento de la capital onubense, Jesús Amador, y otros compañeros de la formación para reivindicar el cierre del vertedero “de una vez por todas”. Los representantes de la formación liderada por Teresa Rodríguez en Andalucía se concentraron junto con vecinos del municipio nervense y diversos colectivos ante la instalación para reclamar «soluciones definitivas». El objetivo es “acabar con la emergencia ambiental y para la salud que entraña un vertedero de residuos de alta toxicidad en las inmediaciones del pueblo y en un paraje de alto valor ecológico”, indicó.

Según la parlamentaria, “es vital” para las personas que viven en la zona y para el ecosistema de la provincia “acabar” con este vertedero que lleva “muchos años colapsado”. De hecho, “se han ignorado los compromisos alcanzados con Nerva en el momento de su construcción, cuando se acordó que no se sobrepasarían las 552.064 toneladas de residuos peligrosos”, cifra que “se alcanzó hace muchos años”, apunta.

Asimismo, considera “inasumible” que la Junta apruebe una ampliación del mismo, un trámite que, indica, se hizo durante el estado de alarma y «supondrá el alargamiento de la vida útil del vertedero y el aumento de vertidos al cauce público”, añade, tras lo que señala que esta ampliación también traerá consigo “convertir el vertedero en una incineradora de residuos tóxicos”, tal y como indicaron desde Ecologistas en Acción.

A juicio de González, «el riesgo para la salud de las personas es más que evidente, porque la capacidad del vertedero hace mucho que se sobrepasó, pero, por si no fuera suficiente, la proximidad con suelo urbano es de 500 metros, aumentando dicho riesgo”, añade. Además, indica que la planta de residuos se sitúa a 500 metros del Espacio Natural Protegido Río Tinto y yuxtapuesta a la Zona de Especial Protección Pinares de Nerva, así como que también está rodeada de yacimientos arqueológicos.

González incidió en que el vertedero se sitúa dentro del BIC Zona Patrimonial Cuenca Minera de Riotinto-Nerva, zona que “se encuentra explícitamente protegida por la Ley de Patrimonio de Andalucía y el decreto 504/2012, de 16 de octubre”. Así las cosas, “no parece que se haya tenido en cuenta esta protección”, subrayó la parlamentaria anticapitalista, que considera que «se ha hecho todo lo contrario con la futura ampliación, aparte de desoír las voces del pueblo de Nerva y de toda la provincia, que cada vez somos más, pidiendo el cierre del vertedero”.

Para la diputada de Adelante, otro factor que hay que tener en cuenta es “la búsqueda de alternativas para el empleo”, basadas “en la sostenibilidad y en generar valor añadido de la mano del extenso patrimonio natural y arqueológico de la zona”. Así, manifestó que la pérdida de los empleos ocasionados por el cierre del vertedero “no debe ser excusa para luchar por su cierre”, puesto que “el funcionamiento del mismo puede pasar una factura demasiado alta”, concluyó.