La gestión y reutilización de los residuos ha dejado de ser un escenario ideal o un marco de futuro a largo plazo para convertirse en una apuesta decidida por parte de las administraciones públicas y, por tanto, en un camino de no retorno para la sociedad actual.
La normativa europea, cada vez más exigente en términos medioambientales, y una mayor concienciación por parte de la población sobre la necesidad de avanzar en todo aquello que tiene que ver con la economía circular, contribuyen a este refuerzo por parte de las administraciones que ya no sólo se traduce en palabras o una mera declaración de intenciones, sino también en hechos y, lo que es más importante, en fondos económicos.
Prueba de ello es la reciente decisión del Gobierno de España de repartir 176,5 millones de euros entre las comunidades y ciudades autónomas, de los que 33,2 millones corresponden a Andalucía, con el fin de mejorar la gestión y la reutilización de residuos municipales y cumplir los objetivos europeos aplicables a ellos y a los envases.
Según explicó la portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, esta partida servirá para la construcción, mejora de instalaciones de tratamiento, recogida y reciclado de residuos para su reutilización. Son conceptos y medidas que no son ajenas ni a la comunidad andaluza ni a la provincia de Huelva, pero lo cierto es que esta apuesta traducida en inversiones servirá para profundizar en una política que tiene en la correcta gestión de residuos, la valorización y la economía circular sus principales pilares y líneas estratégicas.
Desde el Gobierno central apuntan que se está promoviendo una recogida de residuos en la que más del 47% de esos fondos irán a parar a la separación para su reutilización. Y añaden que esta actuación forma parte del compromiso del Gobierno con la sostenibilidad y con una nueva economía.
La reutilización de residuos y su valorización son, por tanto, los ejes de una manera nueva de entender la economía y la política y suponen un cambio de rumbo al que se suman cada vez más administraciones. Esta inversión servirá para animar a aquellos que aún no hayan iniciado el camino y beneficiará de forma especial a aquellos que ya se encuentran inmersos en esta nueva línea de trabajo.
Todo ello hace más que evidente la necesidad de elaborar planes estratégicos a medio y largo plazo en los que las bases de la economía circular estén presentes. En el caso de la provincia de Huelva existen empresas que ya están trabajando en esta línea. Uno de los ámbitos de actuación más destacados en este sentido se corresponde con la valorización de residuos orgánicos y lodos para su utilización posterior para la restauración de espacios degradados o como abonos para la agricultura intensiva, extensiva y ecológica.
Este tipo de infraestructuras, dotadas con los sistemas más innovadores, se hacen imprescindibles para avanzar hacía este futuro sostenible y verde. Un objetivo desde el que ya se ha comenzado a trabajar desde las esferas públicas y privadas.
En este escenario, solo aquellos territorios que entiendan la necesidad de apostar por la economía circular y la gestión y reutilización de residuos estarán en condiciones de competir económica y socialmente con el resto.
Para ello es necesario la concienciación de la propia sociedad, algo en lo que lo se ha avanzado bastante en las últimas décadas, así como la implicación de las administraciones. Cuestión esta última que parece ser ya una realidad que ha llegado para quedarse.