La imagen permanece expuesta en la plaza colindante junto a numerosos cartayeros y cartayeras

Acompañada por los acordes de la Banda del Ateneo Musical Cartayero, la Imagen de la Virgen de Consolación salió de su ermita, a las nueve de la tarde, a hombros de un reducido grupo de cartayeros y cartayeras, para permanecer expuesta a la veneración de los fieles en la plaza de la ermita.

Una salva de cohetes acompañó el emotivo momento, que no se repetía desde el inicio de la pandemia, y que contó con la participación de numerosos cartayeros y cartayeras que siguieron en todo momento las medidas de seguridad establecidas frente al COVID-19.

Tras los actos previstos por la Hermandad: la bendición del pueblo de Cartaya y un acto de súplica por el fin de la pandemia, los vecinos y vecinas que así lo desearon se acercaron de forma ordenada al paso de la Virgen, siempre con el acompañamiento musical de la Banda del Ateneo Cartayero.

Pasadas las diez y media de la noche, y tras la tradicional Puja de las Maniguetas, se repitió la esperada imagen de cartayeros y cartayeras portando el paso de la Virgen, pero en esta ocasión para conducirlo de nuevo al interior de la ermita, con la esperanza, señaló la presidenta de la Hermandad, “de que muy pronto podamos retomar la salida procesional que nuevamente este año hemos tenido que suspender”.

El acto institucional más importante de la jornada se desarrolló por la mañana, con la Función Principal, también presidida por la presidenta de la Hermandad y la alcaldesa de Cartaya, Pepa González Bayo, y que contó con la asistencia de una amplia representación de la Corporación Municipal, de las autoridades civiles y militares de la localidad y del resto de hermandades.