La Fundación Caja Rural acoge un concierto de Lorena Paz y Albert Nieto organizado por la Asociación Iberoamericana de La Rábida en homenaje a las escritoras Ángela Figuera y Carmen Conde

Uno de los mayores aciertos de este siglo XXI ha sido la revalorización de la mujer. Independientemente de cualquier estandarte político, lo femenino dentro del extenso campo humano muestra dotes que nos hacen más conscientes de lo necesario que es la igualdad de oportunidades. El Día Internacional de la Mujer ha propiciado que innumerables mujeres no sólo tengan su sitio en la sociedad, sino que también eminentes figuras que en el pasado quedaron postergadas o que fueron ignoradas hoy retornen a la vida cultural. La Academia Iberoamericana de La Rábida ha querido homenajear a las escritoras Ángela Figuera Aymerich y Carmen Conde con un concierto a cargo de la soprano Lorena Paz Nieto y el pianista Albert Nieto, un programa integrado mayormente por obras de compositoras que han puesto música a los poemas de dichas escritoras.

No cabe duda de que unir la poesía y la música exalta la raigambre de los pueblos y revive el encanto del mundo clásico, cuando la lírica concebía inseparablemente el verso y el canto. La Fundación Caja Rural del Sur de Huelva fue el escenario para un concierto espléndido que se recordará en la capital onubense como uno de los hitos artísticos en este periodo de pandemia. Un repertorio degustado por el público. Aun siendo música contemporánea y recién estrenada, posee toda la gracia del arte sin fronteras, no encorsetado en lenguajes específicos. Las canciones son frescas, de jugoso desarrollo y mantienen la luz del Nacionalismo español con el añadido de disonancias ubicadas sutilmente. En aquella velada entendimos que el buen hacer es algo que nunca se queda anticuado.¡Qué maravilla comprobar que las compositoras actuales han bebido de esa fuente inagotable que es la melodía! Como tarjeta de presentación, mencionamos ‘Mar de mi infancia’, de Marián Gutiérrez, de discurso exuberante, ‘Mi aurora fue’ de María José Arenas, una inspirada canción de amor maternal, y ‘Caperucita roja’, de Beatriz Arzamendi, tema brioso y chispeante.

‘Poemas del Duero’, de David del Puerto, fue el momento-cumbre de la interpretación. La música tenía una fuerza torrencial y esa magia de la poesía y la música conjuntadas se apoderó de la sala. La cantante evidenció una voz luminosa, de agudos sobresalientes, expresividad y con un plus de dramatización disfrutada en los insertos recitados. Aplaudimos que el pianista incluyera una obra suya, ‘Besos’, articulada por las cuatro estaciones del año: un talento descriptivo subyugante. Lorena y Albert no quisieron renunciar a su destreza en el manejo de otros instrumentos, alternados a sendas facetas. De hecho, la canción titulada ‘Pobre’, de Iluminada Pérez, cautivaría al auditorio con los sonidos envolventes de una campana y el de un artilugio que imitaba las olas rompiendo en la orilla. La nómina de autores se completaba con Matilde Salvador, Carolina Valencia, Marisa Manchado y Ana Vázquez.

La soprano Lorena Paz ha recibido el premio Oxford, ha participado en el Royal Opera House, ha hecho monografías dedicadas a Alma Mahler o Clara Schumann y ha recibido clases magistrales de Felicity Lott y Susan Gritton. Albert Nieto es pianista, compositor y guionista para la radio y la televisión; alumno de Rosa Savater; en sus grabaciones ha recorrido la pléyade española de compositores y es autor de libros sobre técnica pianística.

El concierto-homenaje arrancaba con la presentación del presidente de la Academia, Sixto Romero, contó con una semblanza de ambas escritoras a cargo de Lola Lazo, una participación de Carmen Ciria e incluso emitió un registro de una de las escritoras homenajeadas.

Foto: Teatros del Canal