La Administración autonómica destaca que este nuevo servicio permitirá reducir el traslado de pacientes a otros hospitales

El Hospital de Riotinto verá incrementada su cartera de servicios con la puesta en marcha de una Unidad de Atención al Dolor con el fin de prestar un tratamiento integral y preventivo a los pacientes que sufren dolor crónico de origen no oncológico, ofreciéndoles nuevas alternativas asistenciales cuando otras opciones terapéuticas previas, como la quirúrgica o la rehabilitadora, no han surtido el efecto deseado.

Así lo ha anunciado este martes la viceconsejera de Salud y Familias, Catalina García, durante una reunión mantenida con la delegada territorial del ramo en Huelva, Manuela Caro, y los gerentes de los hospitales y distritos sanitarios, a quienes también ha informado de la puesta en marcha de una medida similar en el Hospital Infanta Elena de la capital onubense.

Desde el Gobierno andaluz han destacado que este tipo de unidades del dolor facilitan la coordinación eficiente de las diferentes actividades médicas, quirúrgicas y de enfermería con el objetivo de aliviar el dolor del enfermo intervenido o con un proceso crónico, tanto mediante tratamientos medicamentosos convencionales como mediante la implantación y seguimiento de bloqueos anestésicos centrales y periféricos o el uso de otras terapias más complejas como la neurolisis por radiofrecuencia.

Se trata, en definitiva, de un dispositivo que permitirá «abordar la atención del dolor con mayor complejidad, reduciendo el número de pacientes que precisen derivación a otros centros hospitalarios fuera de la provincia y evitando así las consecuencias de estos traslados en el ámbito familiar», según han subrayado desde la Administración autonómica.

La Junta destaca que el principal objetivo de esta iniciativa, que requiere del trabajo coordinado de los profesionales de Atención Primaria y de Anestesia, es proporcionar alivio a los pacientes que presentan este problema, teniendo en cuenta que, según la Encuesta de Salud de Andalucía, el dolor de espalda, cuello, hombro o cintura afecta al 18,1% de la población y la prevalencia aumenta progresivamente con la edad, pasando de un 4,4% en el grupo de edad más joven al 35,5% en el grupo de edad de 75 y más años.

Para ello, la Unidad del Dolor del Hospital de Riotinto tendrá en su plantilla a un anestesista, un especialista en Medicina Interna y a una enfermera, al tiempo que incorporará un generador de radiofrecuencia con sonda para infiltraciones y otras intervenciones, mientras que la Unidad del Dolor del Hospital Infanta Elena estará integrada por anestesistas, traumatólogos, rehabilitadores y dos profesionales del ámbito de la enfermería, al tiempo que incorporará el antes referido generador y un nuevo ecógrafo como refuerzo al equipamiento, según los datos facilitados por la Administración andaluza.

Las mismas fuentes indican que estas unidades se encargarán del tratamiento de pacientes que presenten dolor crónico que no responden a la terapia convencional o que requieran de un abordaje más complejo propio de una Unidad del Dolor, así como de aquellos en los que las dosis de analgésicos provoquen efectos indeseables intolerables o en los que no se consigue una analgesia adecuada con una estrategia farmacológica por vía oral.

Las alternativas terapéuticas que se llevarán a cabo por parte de la unidad incluirán, aparte del manejo de la medicación oral, la realización de técnicas de infiltración de nervios periféricos y la realización de bloqueos nerviosos periféricos y centrales, con el objetivo de incorporar las técnicas de neurolisis por radiofrecuencia para el tratamiento de determinadas patologías, añaden.

En el caso del Hospital de Riotinto, desde la Junta destacan también que la nueva unidad permitirá reactivar el dispositivo asistencial de este tipo puesto en marcha en el pasado en el centro hospitalario, que en los últimos años no estaba operativo, según añaden las mismas fuentes, tras lo que recalcan que estas nuevas unidades se integran dentro de la estrategia del Plan Integral de Atención al Dolor Crónico no Oncológico de la Consejería de Salud y Familias, cuyo principal objetivo es «proporcionar alivio a las personas que padecen este problema, mejorando su calidad de vida y la de sus familias», concluyen.