La empresa muestra su voluntad de seguir manteniendo encuentros con las administraciones, entidades y colectivos sociales para trasladarles información real y veraz sobre el proyecto

La empresa GSS, Green Soil Solutions, impulsora de la planta de producción de tecnosuelos en el municipio de Minas de Riotinto, resalta la “solvencia ambiental” de este proyecto que tiene como objetivo principal “valorizar residuos y utilizarlos para la fabricación de suelos mediante técnicas de compostaje” que permitan restaurar espacios degradados por la minería histórica y corregir la acidez y la presencia de metales en las cuencas de los ríos Tinto y Odiel. Asimismo, insiste en la contribución de esta actividad a la salud de las personas, el empleo y el desarrollo económico del municipio de Minas de Riotinto y de toda la comarca.

La compañía muestra su voluntad de “seguir manteniendo encuentros y reuniones con las administraciones locales y provinciales, entidades y colectivos sociales que así lo requieran” para trasladarles información real y veraz sobre el proyecto y resolver dudas sobre sus aspectos técnicos. Del mismo modo, invita a instituciones y ciudadanos a sumarse a un diálogo constructivo y realizar las aportaciones que consideren oportunas para mejorar la propuesta presentada, con el objetivo de establecer una planta pionera en Andalucía y a la vanguardia en materia ambiental.

GSS señala que se ha trasladado “una imagen errónea del proyecto, generando una crispación social que pone en riesgo la oportunidad de generar empleo y riqueza de manera sostenible y situar a la Cuenca Minera de Riotinto como un referente europeo en materia de gestión medioambiental”.

La planta de producción de tecnosuelos ha sido sometida a un “riguroso estudio de impacto ambiental” en el que se han tenido en cuenta todos los parámetros pertinentes para que su actividad “no afecte a la calidad de vida de los vecinos” de las localidades cercanas. Además, el proyecto está en fase de tramitación de una Autorización Ambiental Integrada, que es la autorización más restrictiva en este tipo de instalaciones, en la que se recoge cualquier potencial impacto ambiental y se establecen las medidas para neutralizarlos, asegurando un total cumplimiento de todos los requisitos legales que recoge la administración andaluza.

En lo que respecta a la potencial generación de olores provocados en el proceso productivo, la empresa ha llevado a cabo un estudio exhaustivo para elegir el emplazamiento siguiendo los criterios de lejanía con las poblaciones cercanas. El diseño de la planta contempla que todo el proceso se realice confinado en naves diseñadas específicamente para ello. Además, incluye sistemas de control y monitorización de potenciales olores, así como de vientos dominantes en la zona. Todo ello, ha sido analizado y verificado por expertos independientes que confirman la nula incidencia en los núcleos de población cercanos.

La empresa insiste en que, en ningún caso, debe evaluarse el proyecto sin conocer y contrastar la información sobre el mismo, puesto que este tipo de acciones pueden generar alarma social y desconfianza sobre una actuación que parte del cumplimiento de la normativa y de la premisa de mejorar la calidad de vida de los municipios y los ciudadanos de la comarca.

La planta de producción de tecnosuelos de Riotinto está basada en un modelo de economía circular que apuesta por la valorización de los residuos para transformarlos en recursos que permitan la fabricación de suelos diseñados específicamente para la regeneración de zonas degradadas. Responde, por tanto, a las políticas ambientales que la Unión Europea, el Gobierno de España y la Junta de Andalucía, están proyectando para el futuro en materia de sostenibilidad y que apuesta por la valorización frente a otros tratamientos.

La planta de Riotinto debe ser considerada como una iniciativa pionera, que sienta las bases del futuro y permita a las administraciones cumplir con sus objetivos y con la legislación ambiental y minera, una de las más restrictivas a nivel mundial.

Por último, GSS resalta que la puesta en marcha de este proyecto supone la oportunidad de convertir a Minas de Riotinto en un ejemplo y un referente mundial en la gestión ambiental y la economía circular.