Hace meses, antes de que el coronavirus atenazara nuestras vidas, un grupo de vecinos de la Sierra de Huelva se propuso reivindicar la usurpación de los caminos públicos por parte de un grupo de terratenientes que habían vallado un paso que era de todos. Los vecinos convocaron una marcha reivindicativa. Era un frío sábado por la mañana, muy temprano, en un punto recóndito de la geografía onubense. En circunstancias normales ninguna empresa periodística se hubiera aventurado a enviar un reportero a 120 kilómetros, de madrugada, para grabar a este grupo de personas anónimas luchar por un camino. Nadie se hubiera enterado de que se había robado algo que era patrimonio de todos los andaluces, pero allí estaba Canal Sur para grabar esa lucha de David contra Goliat.
Es solo un ejemplo, porque Canal Sur da voz a muchas asociaciones y vecinos sin el poder de reclamar la atención mediática y pone el foco en problemáticas que, de otra manera, jamás se hubieran conocido. La radiotelevisión pública andaluza se va a cubrir las fiestas y tradiciones de los pueblos más dispersos, defiende la cultura andaluza y el flamenco frente al centralismo madrileño, promueve la industria audiovisual andaluza frente al imperio de Netflix, en definitiva, ejerce de servicio público para los andaluces, sin mirar la rentabilidad económica que pueda tener una noticia y a la que está obligada cualquier empresa privada (no solo las periodísticas) para sobrevivir.
Ese derecho, tan vuestro como la sanidad o la educación, está ahora en peligro. En el debate presupuestario que se pone en marcha en estos días en el Parlamento Andaluz, nos jugamos Canal Sur mismo. Cs, PP y Vox quieren aprobar unos presupuestos que suponen una estocada certera a una Radio Televisión Pública protegida por el estatuto de autonomía. La amenaza de no cubrir bajas y vacantes en una cadena con una media de edad de 55 años, la reducción de su presupuesto y la promesa de cercenar la renovación técnica de los equipos, condenan a la RTVA a una muerte lenta y angustiosa.
Como esos vecinos de la Sierra de Huelva, un grupo de asociaciones y entidades de toda Andalucía se han unido para defender este servicio público, entre ellos, están todas las asociaciones de la prensa de Andalucía, incluida la de Huelva, que se han puesto manos a la obra para quitarle la soga que ya rodea el cuello de la RTVA.
Cualquier persona puede poner su granito de arena para defender lo público firmando en https://www.change.org/p/junta-de-andaluc%C3%ADa-canal-sur-de-toda-y-para-toda-la-ciudadan%C3%ADa-andaluza
Hace unos meses, un grupo de vecinos logró que se quitaran las vallas de un sendero que era de todos, dentro de unos meses, esperamos, devolver a Andalucía la garantía de mantenimiento de una de sus señas de identidad porque el periodismo requiere también de #ServicioPublico.
Juan F. Caballero
Presidente de la Asociación de la Prensa de Huelva.