Ocurrió en el Hospital Juan Ramón Jiménez en agosto de 2018
El juzgado de lo Contencioso Administrativo 12 de Sevilla ha condenado al Servicio Andaluz de Salud (SAS) a indemnizar con 90.000 euros a una paciente operada en Huelva por el daño ocasionado tras dejarse el cirujano un trozo de pinza quirúrgica dentro de su cuerpo, según ha indicado la asociación El Defensor del Paciente en una nota de prensa.
Los hechos se remontan al 31 de agosto de 2018 cuando la paciente, de 42 años, ingresó en el Hospital Juan Ramón Jiménez de Huelva, dependiente del SAS, para ser operada de una hernia discal y durante la cirugía se rompió la pinza de extracción del disco, de manera que se quedó un centímetro de pinza alojada en el disco.
Así, «pese a consignarse este incidente en la hoja quirúrgica la afectada fue dada de alta sin intentar extraer el trozo metálico». Tras ello, la paciente «no terminaba de encontrarse bien» por lo que a los tres meses de la intervención se le realizó un TAC y descubrieron que el trozo de pinza había migrado al foramen, teniendo que ser reintervenida el 3 de diciembre de 2018.
La demora de tres meses en la extracción del trozo de pinza hizo que el artefacto migrara, comprimiera el nervio y creara fibrosis, «algo que se habría evitado de extraerlo en el mismo acto quirúrgico de la primera intervención, cuando se dieron cuenta del accidente», ha señalado la asociación.
Asimismo, la Sentencia estima que «efectivamente existió una demora injustificada en la extracción del trozo metálico», lo que «justifica parte de las secuelas que le han quedado a la paciente».
Desde El Defensor del Paciente han criticado «las demoras que están sufriendo los ciudadanos a la espera de intervenciones quirúrgicas»; algo que considera que «no se pueden producir en un sistema sanitario que se dice moderno y eficaz, provocando con ello, en muchos casos, el fracaso total o parcial de intervenciones quirúrgicas, que hubieran sido un éxito de llevarse a cabo en los tiempos adecuados».
En este caso, consideran «injustificable» que «el SAS demore una reintervención de extracción de material quirúrgico dentro del cuerpo de la paciente, tres meses, condenándola de por vida a tener un plus de dolor que de haberse extraído antes no tendría».
Finalmente, han destacado que la defensa del caso ha sido dirigida por la abogada especialista en Derecho sanitario y adscrita a los Servicios Jurídicos de ‘El Defensor del Paciente’, María Jesús Villalpando.