La disminución de los niveles en los acuíferos obliga a la empresa pública a aplicar restricciones en la Sierra

A pesar de la situación de sequía, que se ha sufrido de un modo especialmente duro en diversos núcleos de la Sierra, la empresa pública Giahsa ha podido garantizar el suministro a sus usuarios en las horas de mayor demanda después de un verano complicado en el que se han tenido que aplicar cortes de agua en horario nocturno y recurrir al aporte de agua en camiones cisterna. En opinión del director ejecutivo, Manuel Domínguez Limón, “a los estragos de la sequía, que esta temporada ha golpeado con más rigor la capacidad de los distintos acuíferos, hay que unir el incremento del consumo de agua de suministro propio de los meses estivales. En el caso de la Sierra, además, hay que considerar la gran afluencia de población estacional. Todo ese cúmulo de factores ha desencadenado un panorama complejo que hemos sabido resolver técnicamente y sobre cuyas futuras soluciones ya estamos trabajando”.

El problema más acuciante que se ha tenido que sortear desde la gestión del abastecimiento en Giahsa durante el verano ha sido “la progresiva disminución de los niveles en los acuíferos subterráneos y la pérdida de capacidad de extracción de agua desde los pozos”, explica Domínguez. De tal forma, en un total de ocho núcleos (Cala, Cortelazor, Higuera de la Sierra, Puerto Moral, Santa Olalla del Cala, Valdezufre, La Umbría y Mina Concepción) ha sido preciso aplicar cortes nocturnos del suministro, en algunos casos durante un mes.

“Además, hay que tener en cuenta que la bajada del nivel de los acuíferos conlleva una serie de incidencias que afectan a la calidad final del agua, como es el de la turbidez. Esta circunstancia obliga a incrementar las aplicaciones de tratamiento de filtración del agua en salida, con el consiguiente coste económico”, agrega el director de Giahsa. De otro lado, “hemos tenido que acometer obras de emergencia, como las realizadas en Santa Olalla tanto en equipamiento de sondeos como en canalizaciones que, al menos, han servido para reducir el aporte de camiones cisterna”. La solución por la que se sigue apostando desde Giahsa pasa por la contratación por parte de la Junta de Andalucía de las obras correspondientes al llamado “Proceso de mejora en la eficiencia y garantía de abastecimiento en alta para la Sierra”, como planteamiento técnico global para la zona, al margen de actuaciones específicas relativas a aforos y centralización de pozos e instalaciones de filtración en Cala y Santa Olalla, entre otras.

Aunque en menor medida, otras zonas afectadas en materia de abastecimiento durante el verano han sido las del Andévalo y la Cuenca Minera, con concentraciones de materia orgánica, aunque sin incidencias de calidad en el agua tratada, debido a la reducción de agua bruta en el embalse del Andévalo. También en el Condado se ha observado un agotamiento en las reservas del embalse de El Corumbel, lo que ha obligado a recurrir como toma de emergencia a la balsa de Rociana. Esta solución genera al tiempo una mayor frecuencia de lavado de filtros y una reducción de la capacidad de producción de la ETAP de La Palma.

Foto: Jordi Landero