El director general de la entidad, José Luis Bonilla, recoge el galardón de los Premios AFA 2018 en la categoría de Empresa, Innovación y Medio Ambiente
Fundación Río Tinto (FRT) ha recibido este lunes, durante la octava edición de los ‘Premios AFA’, el galardón en la categoría de Empresa, Innovación y Medio Ambiente. Si bien los premios de la institución que agrupa a las Asociaciones y Fundaciones Andaluzas tiene carácter anual, el Jurado reconoce en esta ocasión no solo la labor realizada durante 2018, sino toda una trayectoria de 30 años al servicio de una comarca fuertemente vinculada a una actividad económica, la minería, que se ha visto duramente golpeada por la crisis.
En la exposición de motivos presentada al Jurado se destaca la trayectoria de Fundación Río Tinto como “un buen ejemplo de cómo el cumplimiento de los fines estatutarios de una Fundación básicamente orientada a la conservación y difusión de un legado histórico, cultural y patrimonial, puede jugar un papel fundamental en el terreno empresarial, económico y laboral”.
Desde la creación de la Fundación en 1987 se vio claramente que el mejor modo de conservar y proteger el patrimonio material e inmaterial de cinco mil años de actividad minera en la comarca era recuperarlo para ponerlo al alcance de la sociedad e incluso aprovecharlo mediante usos que permitiesen dinamizar socioeconómicamente los municipios de la Cuenca Minera, destacan desde la propia Fundación, para la que así nació la idea del ‘Parque Minero de Riotinto’.
Con el paso de los años, añaden, se ha creado «un producto atractivo que interesa a todos los públicos» y que cuenta hoy con el más completo museo español de historia de un territorio minero, la visita a las instalaciones de Peña de Hierro que muestra a los visitantes tanto la minería de interior mediante galerías como a cielo abierto mediante las denominadas cortas; una casa en el barrio inglés de Bella Vista que nos traslada al modo de vida de la colonia británica que durante 80 años dirigió los destinos de Riotinto y el Ferrocarril Minero, que a lo largo de un trazado recuperado de 12 kilómetros bordea el singular ecosistema del Río Tinto atravesando paisajes increíbles forjados por la mano del hombre.
El Parque Minero ha logrado consolidarse como el principal destino de turismo industrial de España y uno de los principales del continente, sin despegarse de su objetivo fundamental, la recuperación y puesta en valor del patrimonio histórico, arqueológico e industrial. Eso lo ha dotado de un marchamo de calidad y prestigio que le valió el Premio Europa Nostra en 2003 y más recientemente, en 2016, su inclusión en la Ruta Europea de Patrimonio Industrial con la categoría de Anchor Point, que solo ostentan las localizaciones más emblemáticas del continente, siendo Riotinto el único en Andalucía.
En los últimos cinco años el Parque registra un incremento continuado de visitantes, que superaron los 90.000 en 2017, entre los que cada vez cobran más peso los turistas extranjeros. Este crecimiento ha hecho posible pasar de la total dependencia de aportaciones externas a la autonomía financiera. Los ingresos generados por el Parque, junto a otros recursos derivados de la prestación de servicios a empresas, alquileres, tienda de souvenirs y publicaciones, etc., son hoy día la principal fuente de financiación de la entidad y han permitido la creación de 28 puestos de trabajo directos.
Del mismo modo la positiva evolución del Parque Minero ha generado «importantes» efectos en los municipios de la Cuenca Minera que tienen su exponente más notorio en el tejido empresarial, especialmente en la hostelería, hospedaje, transporte y otros servicios asociados a la actividad turística, según destacan desde la propia Fundación.
Cabe destacar, por otra parte, la labor de formación desarrollada durante 25 años a través de las Escuelas Taller, Casas de Oficios y Talleres de Empleo, en las que se han formado más de 1.000 desempleados de la comarca. Mientras aprendían electricidad, carpintería, mecánica, mantenimiento, albañilería y otras especialidades, contribuían a la recuperación del patrimonio rehabilitando edificios, poniendo en marcha equipos del parque ferroviario o restaurando piezas en el museo. Tras su etapa formativa, «los alumnos estaban preparados para el mercado laboral, siendo muy satisfactorio el índice de empleabilidad alcanzado», añaden.
La Fundación se ha desempeñado durante décadas en ausencia de actividad minera. Sin embargo, ahora convive con una mina en operación que coge el testigo de la que fue la mina más famosa del orbe a finales del siglo XIX y principios del XX, una circunstancia que según la Fundación «abre nuevas perspectivas de futuro que mueve a los responsables de la Fundación a plantear nuevos proyectos».
En sus 30 años de actividad, Fundación Río Tinto ha jugado un relevante papel de dinamización social y empresarial en su territorio. No solo ha dotado de uso práctico y eficiente al patrimonio recibido –en su mayor parte instalaciones abandonadas, en desuso o en un estado crítico de conservación- sino que ha creado un producto turístico de gran éxito, capaz de generar recursos propios y de actuar como motor de desarrollo económico local.
«Ésta –afirma José Luis Bonilla, director general de FRT- es la base para seguir avanzando en los fines de la entidad: la conservación y difusión del legado histórico, cultural y empresarial recibido, como durante los últimos 30 años ha sabido hacer el equipo liderado por el anterior director, José María Mantecón, sin cuyo trabajo no puede entenderse el premio que hoy se nos otorga».
El galardón ha sido recogido por el propio director general de la Fundación Río Tinto, quien, tras recibir el premio, ha pronunciado el siguiente discurso:
Autoridades y miembros de la Mesa. Compañeros de las Fundaciones y Asociaciones de Andalucía
En primer lugar quiero agradecer al Jurado que haya encontrado en FRT méritos suficientes para recibir esta distinción.Estamos en la octava edición de los premios AFA que corresponden a 2018, pero interpretamos este premio no como reconocimiento a la labor de este año, sino, como se ha dicho, de una trayectoria de tres décadas que hemos recorrido desde que se creó la institución, una de las fundaciones con más solera de Andalucía.
Una trayectoria tutelada por los hombres y mujeres que han formado parte de nuestro Patronato, con el liderazgo de las tres personalidades que lo han presidido, Ernest Lluch, José Rodríguez de la Borbolla y Rafael Benjumea, que no ha podido recoger este premio por encontrarse fuera de España por motivos familiares.
Suyo es el mérito que haya podido valorar el Jurado. Suyo, y sobre todo de los 29 profesionales que forman la plantilla de la Fundación, algunos de los cuales están presentes en la sala. El personal del Museo, del Archivo histórico, los guías del Parque Minero, los maquinistas y mecánicos del ferrocarril, el personal de mantenimiento… ¡¡Ni se imaginan la magia que son capaces de hacer cuando, por citar un ejemplo, se estropea una pieza de una de nuestras locomotoras de vapor –de 1879- , para la que ya no existen recambios!!
Y quiero hacer una mención especial a mi antecesor en la Dirección General, José María Mantecón, que durante más de 25 años pilotó con gran acierto la Fundación hasta consolidarla como lo que es hoy, una referencia internacional en la recuperación y puesta en valor del Patrimonio industrial y cultural, además del principal destino de turismo industrial de España, con más de 90.000 visitantes al año.
Este premio nos reconforta, porque llega en un momento muy especial para nosotros. Ha sido 2018 un año duro en el que hemos sufrido los efectos de un fuego devastador que ha arrasado uno de nuestro enclaves más emblemáticos, el paraje de la antigua mina de Peña de Hierro, uno de los paisajes más bellos de Andalucía, que incluye el Monumento Natural de la Montera de Gossan y el nacimiento del singular e irrepetible Río Tinto que da nombre y fama mundial a la comarca.
Solo me queda decirles que visiten Riotinto y nuestro Parque Minero. Descubrirán lo que hemos recuperado de un pasado de 5.000 años de minería. Disfrutarán con lo que gracias a ello ofrecemos en el presente -donde además, después de muchos años de ausencia de actividad minera hoy tenemos la suerte de convivir con una operación minera innovadora y sostenible que ha tomado el testigo de la que fue la mina más famosa del mundo en el siglo XIX y principios del XX. Y podrán intuir lo que con pasión e ilusión estamos preparando para el futuro.
Muchas gracias