Voluntarios de la asociación llevarán a cabo este fin de semana tareas de contención para que las cenizas no lleguen a las aguas

Voluntarios de la Asociación Eri-k Nerva llevarán a cabo este fin de semana una serie de tareas de contención contra la erosión en el entorno del embalse de Tumbanales, una actuación con la que la entidad pretende que el grave incendio del pasado 2 de agosto no afecte a este pantano.

Así lo han comunicado desde la propia asociación, que asegura que, para ello, el objetivo de tales tareas será evitar que las cenizas provocadas por el fuego acaben llegando a las aguas del embalse, lo que, tal y como advierten desde Eri-k Nerva, podría provocar la desaparición de su biodiversidad.

La entidad ha animado a participar en esta labor a todo aquel que esté interesado en colaborar con esta causa solidaria y medioambiental, para lo que avisa que estarán en el citado pantano desde el sábado a las 10 de la mañana.

Cabe recordar que la Junta de Andalucía anunció recientemente que la zona afectada por el incendio, que afectó a 1.750 hectáreas de Nerva, Campofrío y El Campillo principalmente, recibirá una inversión de un millón de euros para trabajos de emergencia y urgencia por parte de las administraciones central y autonómica.

Por un lado, desde el Gobierno andaluz explicaron que el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente aportará 500.000 euros para actuaciones hidrológico-forestales de emergencia, cuyo proyecto, añadieron, ya ha sido elaborado por los técnicos de Medio Ambiente de la Junta.

Por su parte, según las mismas fuentes, la Administración autonómica aportará otros 500.000 euros para futuros trabajos de urgencia que se llevarán a cabo “antes de que comencemos con la reforestación propiamente dicha una vez que analicemos cómo se desarrolla la regeneración natural durante el próximo año”, explicaron.

El delegado territorial de Medio Ambiente, José Antonio Cortés, señaló que, conforme a la normativa, estas inversiones están destinadas al monte público y que con ellas se actuará concretamente en los montes La Chaparrita, Mina Poderosa y Las Majadillas.

Los trabajos de la primera fase consistirán básicamente, según informaron desde la Junta, en tratamientos selvícolas en la masa de pinar orientados a prevenir la proliferación de plagas en las masas forestales no afectadas por el incendio y en actuaciones para la protección contra la erosión hídrica, como la creación de albarradas y fajinas.

“El propósito principal es recuperar los rasgos más relevantes del ecosistema que se han perdido y promover la regeneración natural, pero también limitar la escorrentía, controlar la erosión y reducir el riesgo de avenidas e inundaciones”, explicó el delegado.