La ’14’ y la ’51’ prestarán su servicio todos los primeros domingos de cada mes hasta abril
El tren minero de Riotinto ha registrado un lleno absoluto en sus dos primeros viajes de la temporada con las locomotoras de vapor, que prestarán su servicio todos los primeros domingos de cada mes desde noviembre hasta abril.
Los primeros servicios con estas locomotoras, las más antiguas de España, han estado protagonizados por la ’14’, a la que también se unirá la ’51’ a partir de los próximas viajes, que proseguirán el domingo 2 de diciembre.
El director general de la Fundación Río Tinto, José Luis Bonilla, ha calificado a estas locomotoras como “dos de las joyas más valiosas del patrimonio histórico” recuperado y puesto en servicio por estas entidad, encargada de la gestión del Parque Minero de Riotinto.
Tal y como indica el propio Bonilla, las dos locomotoras son de origen británico y “fueron de las primeras en entrar en servicio en la línea que la Riotinto Company Limited construyó como infraestructura principal de transporte para la explotación de las minas a finales del siglo XIX”.
La más antigua es ‘la 14′, que se construyó en 1875 en los talleres de Beyer Peacock en Manchester, por lo que ha cumplido 143 años, mientras que la ’51’ fue fabricada hace 135 años en los talleres Dübs de Glasgow, añade.
La primera que fue recuperada por la Fundación Río Tinto, el 9 de febrero de 1997, tras un “largo proceso de rehabilitación”, fue la ’51’, también llamada ‘La Maldita’ por el papel que jugó en los “tristes acontecimientos” de febrero de 1888, conocido como ‘Año de los tiros’, especifica el director general de la Fundación, tras lo que las Escuelas Taller de la entidad culminaron en 2001 la rehabilitación de ‘la 14’.
“Nada de esto sería posible sin la destreza de los maquinistas y la admirable labor de los mecánicos de Fundación Río Tinto, que no sólo se enfrentan al reto de mantener en perfecto estado la infraestructura y las instalaciones ferroviarias, sino que son capaces de fabricar las piezas que se estropean y para las que, por razones obvias, no existen repuestos”, subraya José Luis Bonilla.