Los acusados reconocen el relato de la Fiscalía tras rechazar llegar a un acuerdo con la acusación particular, que estaba dispuesta a pactar penas de entre 14 y 20 años de prisión
El juicio por el asesinato de José Rachón, acontecido el 1 de septiembre de 2016 en su casa de campo de la finca Calero de El Campillo, ha dado comienzo este miércoles en la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Huelva, donde el quinto implicado en los hechos, que era menor de edad cuando estos se produjeron y ya fue condenado a seis años de internamiento en un centro de reforma juvenil, ha situado al presunto cabecilla, Daniel Leroy, como único autor de la tortura a la que fue sometida Rachón, por la que se enjuicia a cuatro acusados.
A preguntas de las distintas partes -Ministerio Fiscal, acusación particular y defensas de los cuatro acusados-, M.H.D. ha dejado claro que ni Horacio Suárez ni Alex Ramos golpearon en ningún momento a la víctima. Sí le dio un único golpe José Almansa, el primero que se le propinó, y lo hizo «incitado u obligado por Daniel», ha relatado el principal testigo que ha declarado este miércoles en el juicio. «Los demás no le agredieron, solo José el primer golpe», ha subrayado.
El ya condenado por estos hechos ha explicado que, aquel día, los cinco se reunieron en casa de José Almansa sin que tuviesen «nada pensado, como un día normal», tras lo que «Daniel dijo de ir para allá» porque «sabía que había dinero». «Hubo gente que no estaba de acuerdo en ir pero decidimos ir todos», ha continuado M.H.D., tras lo que también ha destacado que «pensábamos que la casa estaba vacía».
Al llegar a la finca, «vimos una luz encendida y pensamos irnos», pero «Daniel dijo vamos a entrar» y «alguien llamó a la puerta», ha proseguido. Fue entonces cuando la víctima salió y José le da el primer impacto, momento en el que «nos asustamos. José se llevó las manos a la cabeza. Lo he matado, decía, pero luego el hombre reaccionó y entramos a registrar la casa», ha continuado el testigo, tras lo que ha explicado que, mientras los demás realizaban el registro, «Daniel cogió un palo» y comenzó a agredir a Rachón mientras le pedía que le dé el dinero.
M.H.D. ha relatado a continuación que alguien le dijo a Daniel que lo dejara, «pero no sé a ciencia cierta quién fue», ha continuado el testigo, tras lo que ha dejado claro que «José Almansa no quería ir» a la casa y que no vio ni a Horacio ni a Alex agredir a la víctima.
La declaración del hasta ahora único condenado por estos hechos ha sido lo más destacado de esta primera sesión del juicio, que dio comienzo alrededor de las 13.00 horas tras la previa constitución del jurado popular que se encargará de enjuiciar a los cuatro acusados, que se enfrentan a la pena máxima contemplada en el Código Penal para los delitos de gravedad excepcional: la prisión permanente revisable, algo que hasta ahora nunca se había producido en la provincia de Huelva.
La segunda nota más destacada de esta primera sesión, que comenzó con la lectura de los relatos del Ministerio Fiscal y de la acusación particular, es que los cuatro acusados han reconocido los hechos únicamente como los relata la Fiscalía y han aceptado solo las preguntas de sus propios letrados, quienes han solicitado la absolución de sus defendidos y que, en caso de ser condenados, se tengan en cuenta, como atenuantes, haber cometido los actos bajo los efectos de las drogas, el haber colaborado con la Justicia y la reparación del daño.
La sesión también ha contado con la declaración de uno de los hijos de José Rachón, que ha explicado que su padre vivía solo en la finca, retirada del casco urbano, y que solo iba al pueblo una vez al mes para cobrar y dejaba el dinero en casa. Además, ha indicado que los padres de uno de los acusados, Horacio, «se han preocupado por nosotros».
Al margen de ello, la acusación particular, ejercida por los dos hijos de la víctima a través del letrado Gustavo Arduán, ha intentado, antes del inicio de la vista, llegar a un acuerdo con las defensas de los cuatro acusados, a quienes les propuso pactar penas de entre 14 ó 15 y 20 ó 22 años de prisión, pero la propuesta, según el propio Arduán, solo fue aceptada por la defensa de uno de los acusados.
Así las cosas, la acusación particular mantiene sus peticiones iniciales: la prisión permanente revisable para el que considera el cabecilla del suceso y 43 años de prisión para el resto por los presuntos delitos de asesinato, robo con violencia en casa habitada, robo en local y contra la integridad moral, peticiones que difieren de las que solicita el Ministerio Fiscal, que pide la prisión permanente revisable para los cuatro.
El juicio, presidido por el magistrado Antonio Pontón, presidente de la Audiencia Provincial de Huelva, se reanudará este jueves a las 10.30 horas tras una primera sesión que se ha prolongado durante dos horas, desde las 13.00 a las 15.00 horas.