El informe de Medio Ambiente indica que la sustancia hallada es la que se genera de manera habitual por las condiciones del río

Los vertidos supuestamente tóxicos encontrados en el río Tinto que denunciaron recientemente ante el Seprona miembros de Ecologistas en Acción, Izquierda Unida y EQUO no fueron definitivamente vertidos tóxicos, sino espumas como las que se generan de manera habitual durante episodios de lluvia como consecuencia de las condiciones naturales del río, concretamente por la descomposición de las proteínas de las bacterias anaerobias que están en el origen del Tinto.

Esa es la conclusión obtenida por los técnicos de la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio de la Junta de Andalucía después de analizar en laboratorio las muestras de la sustancia detectada el pasado mes de abril en la salida del embalse de La Marismilla, en el término municipal de Nerva, por lo que descartan que la espuma fuese consecuencia de vertidos tóxicos procedentes ni del vertedero de esta localidad ni de aguas residuales sin depurar del mismo municipio, como consideraron las tres organizaciones que denunciaron el caso ante la Guardia Civil.

Según el informe de los técnicos, entre los valores obtenidos en el laboratorio destacan los tensioactivos aniónicos, que son los principales causantes de la formación de dichas espumas. Además, el estudio señala que “se dan condiciones para formación de espumas de origen natural en todo el tramo del río Tinto estudiado”, al tiempo que insiste en que las condiciones del arroyo Ventoso “son las más idóneas para que se formen espumas naturales tras fuertes lluvias, especialmente tras recibir casi en cascada el vertido de la balsa de pluviales con el aporte de aire necesario para formar las abundantes espumas”.