Recogen más de 10.000 firmas para exigir a Educación la puesta en marcha de un aula de Educación Especial en el colegio nervense

El caso del niño de Nerva con trastorno autista que la Delegación de Educación de la Junta de Andalucía ha derivado para el próximo curso escolar al colegio de Minas de Riotinto ha movilizado a la población nervense y de otros municipios de la zona. En menos de una semana, desde que TINTO NOTICIAS se hiciera eco de la situación, los padres del menor, junto a la Asociación de Madres y Padres de Alumnos (AMPA) del CEIP Maestro Rojas de Nerva, han recogido ya más de 10.000 firmas para exigir la creación de un aula de Educación Especial en el colegio nervense, que es la solución que evitaría el traslado de este niño de seis años al pueblo vecino en el curso 2022/2023.

Hasta este pasado martes tenían contadas más de 6.000 firmas físicas, si bien su madre, Paqui Torrado, estima que ya se elevan a entre 8.000 y 9.000, a las que hay que sumar unas 1.200 que han sido formalizadas de manera online gracias a una iniciativa promovida por el padre del menor, Jorge Gómez, a través de Change,org, tal y como han explicado los progenitores del niño tras una concentración que tuvo lugar este martes en las propias instalaciones del colegio donde está matriculado el niño, que es uno de los dos alumnos del centro a los que Educación deriva a Riotinto por la falta de un aula de Educación Especial en Nerva, a los que hay que unir a otros muchos alumnos y alumnas que tendrían que trasladarse durante unas horas.

En declaraciones a este periódico, Paqui y Jorge han mostrado su satisfacción por la “masiva” respuesta de la ciudadanía en la concentración, que contó con la participación de unas 250 personas y tuvo lugar mientras los representantes del AMPA mantenían una reunión telemática con la delegada territorial de Educación de la Junta de Andalucía en Huelva, Estela Villalva. La intención de los representantes de las madres y padres era arrancar a la delegada el compromiso de habilitar el aula de Educación Especial en el colegio nervense, si bien el intento resultó infructuoso, lamentan los padres del menor, pues la solución que la delegada aportó sigue siendo la misma: el traslado de los menores al colegio de Riotinto, que sí cuenta con ese aula.

Paqui lamenta la negativa de la Delegación de Educación, al tiempo que critica los argumentos esgrimidos ahora por la administración andaluza. La madre del menor señala que la última explicación aportada por la delegada es que el aula que se encuentra cerrada en el CEIP Maestro Rojas de Nerva no podría albergar el servicio de Educación Especial al carecer de lavabo y aseos, pero “el aula de Riotinto tampoco tiene”, ha señalado la madre del niño, tras lo que insiste en que el coste de trasladar a los menores afectados a Minas de Riotitno, a los que pondrían un taxi diario y un monitor o monitora, es más elevado que el gasto que supone la puesta en marcha del aula en Nerva.

Tal y como ya informó TINTO NOTICIAS, Paqui Torrado y Jorge Gómez llevan dos años luchando para que pongan en marcha un aula de Educación Especial en el CEIP Maestro Rojas de la localidad y evitar el traslado de su hijo a Riotinto, una solución que la familia ve inviable por los «trastornos» que el cambio de rutina ocasionaría al menor, explican. “Le impiden seguir en su colegio de referencia y lo trasladan a otro centro sin importarles todos los trastornos que le ocasiona”, lamentó la madre, quien recientemente también ha solicitado al Defensor del Pueblo Andaluz que ejerza como intermediario para conseguir el aula de educación especial en el colegio nervense.

Paqui Torrado y Jorge Gómez determinaron que era preciso emprender este camino hace casi dos años, cuando la orientadora del colegio de Nerva les comunicó que su hijo pasaría de la modalidad B a la modalidad C, la cual consiste en un aula de Educación Especial. Sin embargo, al no tener este servicio, la solución que les dieron entonces y se sigue manteniendo ahora fue el traslado al colegio Virgen del Rosario de Minas de Riotinto, a lo que estos padres se niegan rotundamente, ya que el cambio de rutina y un ambiente desconocido afectaría a la salud del menor, explican. “Cuando su rutina cambia, no come ni duerme, se pone muy inquieto, y ello repercute tanto en su estado de ánimo como en su comportamiento social”, señalan.

Fotos: Onda Minera