La nueva Ley de Gestión de Emergencias servirá para profesionalizar y homogeneizar los servicios de los efectivos anti incendios

El sector de Administración Local del sindicato CSIF espera que la “necesaria y urgente” modificación de la Ley de Gestión de Emergencias, que está en vigor desde 2002 y que debe profesionalizar y homogeneizar el “servicio esencial” que prestan 208 bomberos en la provincia de Huelva (138 pertenecientes al Consorcio de Bomberos y 70 dependientes del Ayuntamiento de Huelva), sea una realidad a finales de este año.

CSIF recuerda que en marzo se aprobó el inicio del procedimiento legislativo para modificar la Ley 2/2002, que abarca los distintos ámbitos relacionados con la gestión de las emergencias en Andalucía. “Es un cambio que lleva dos años anunciándose tras diecinueve de parálisis”, apunta la central sindical, que pide la agilización del proceso “por la necesaria y urgente organización de este servicio esencial”.

En este sentido, apunta que “estos servidores públicos, en cuyo ADN llevan brindar ayuda urgente a los ciudadanos incluso a costa de poner en riesgo su propia integridad física, están viviendo una situación indigna y para resolverla se hace necesario este ordenamiento”. Los bomberos necesitan “desesperadamente una legislación que establezca unas dotaciones mínimas de intervención para acabar con su precaria situación”. Por eso CSIF concreta que, en todo caso, se debe garantizar que se llegue al mínimo básico que establecen los procedimientos de intervención previstos por la Ley de Prevención de Riesgos Laborales para velar por la seguridad de los bomberos y la de los ciudadanos a los que atienden. La nueva Ley, según el sindicato, debe resolver estas deficiencias y garantizar que habrá más personal en cada parque.

Otro de los ejes englobados en la nueva norma es el abuso de la contratación temporal, del que “los bomberos tampoco se libran”. En este sentido, la central sindical exige que la nueva norma regularice esta situación “a través de los correspondientes procesos de consolidación o estabilización” y que tenga en cuenta el “agravante” de que “en este colectivo se combina la figura del bombero interino con la condición de agente de la autoridad que se le atribuye al bombero funcionario de carrera en el ejercicio de sus funciones”.

Para el colectivo, también es prioritaria la definición de los grupos de clasificación en los que se encuadrarán las distintas categorías profesionales. En concreto, los bomberos esperan que se concreten y homogeneicen los grupos C1, B, A2 y A1, que se corresponden con las categorías de bombero y cabo, sargento, suboficial y oficial. CSIF también destaca su decidida apuesta “por un desarrollo legislativo que homogeneice los Servicios de Prevención Extinción de Incendios y Salvamento (SPEIS)”. Uno de los decretos, que está siendo trabajado por los bomberos de CSIF en el seno del Consejo Andaluz del Fuego (CAF), regulará el ingreso, la promoción interna, la movilidad, la formación y la segunda actividad de este sector. Finalmente, a través de un segundo decreto, se normalizará la organización, el funcionamiento y la coordinación de los SPEIS.

Finalmente, CSIF insiste en que “es necesaria y urgente la organización de este servicio esencial y, de esta forma, evitar la disparidad de criterios, recursos, protocolos y dotaciones de plantilla que existen en la actualidad”. El objetivo es poder avanzar en la aprobación de una ley que se fundamente básicamente en la mejora de medios materiales y humanos y en la necesidad de una regulación específica.