El sindicato lleva pidiendo desde el año 2017 la apertura del nuevo centro por las continuas deficiencias
El sindicato CSIF ha exigido al Servicio Andaluz de Salud (SAS) que agilice la licencia y el suministro de luz en las instalaciones del nuevo centro de salud de Rosal de la Frontera para que se pueda hacer un traslado que está pendiente desde el año 2017. En ese año, la central sindical ya denunció la “lamentable” situación en la que se encontraba el centro y ya por entonces se contaba con un nuevo edificio para albergar las dependencias. Desde entonces, la situación no ha mejorado y se ha puesto en evidencia durante las últimas semanas tras las recientes lluvias.
Gran parte de las instalaciones se inundaron y proliferaron ratas en el interior. Humedades, mobiliario destrozado y cristales y tuberías rotas se suman a la lista de deficiencias que viene arrastrando el centro de salud de Rosal desde hace años. CSIF habla de insalubridad y de peligrosidad para pacientes y profesionales. “Tal es la situación que se ha cerrado de forma parcial el centro, donde sólo se atienden urgencias a día de hoy”, explica César Cercadillo, responsable provincial de Sanidad de CSIF. El portavoz sindical asegura no entender cómo “desde hace cuatro años hay un edificio a disposición de la Junta para albergar el nuevo centro de salud y aun a día de hoy no se ha hecho el traslado, más aun considerando la cantidad de deficiencias que se vienen registrando”.
Desde hace unos días, la central sindical ha constatado el “penoso” estado del centro de salud, con charcos en el interior de las instalaciones, cables mojados y humedades. Todo ello ha provocado que “las ratas campen a sus anchas por el centro de salud y que los propios trabajadores hayan tenido que sacarlas hasta del interior de algunos equipos de refrigeración”, cuenta Cercadillo.
Por todo ello, la semana pasada CSIF trasladó por escrito a la delegada territorial de Salud y Familias, Manuela Caro, la “insostenibles condiciones” en las que tienen que trabajar los profesionales y en las que los pacientes son atendidos, poniendo en riesgo su propia salud por la falta de higiene y la peligrosidad añadida por el deterioro de las instalaciones. La central sindical describe cómo hay puertas arregladas con cartones y cinta adhesiva; cables sin protección; paredes con azulejos caídos; o mobiliario y material partido. “Evidentemente no se cumple la normativa sobre prevención de riesgos laborales ni las condiciones mínimas de higiene y seguridad”, ha advertido CSIF.
En palabras de César Cercadillo, “está en juego la salud de las personas y es fundamental que sean atendidas lo mejor posible, en unas condiciones dignas”. El representante sindical ha tachado de “incomprensible” cómo disponiendo de unas instalaciones nuevas, el SAS ha permitido alargar la situación durante cuatro años. “Los pacientes se merecen un servicio de salud digno y de calidad, y si el SAS no agiliza los trámites para que se pueda hacer el traslado al nuevo centro de salud, CSIF tomará las medidas que sean necesarias antes de que suceda algún incidente que no tenga solución”, concluye Cercadillo.