Una decena de organizaciones sociales y políticas de la Cuenca Minera se unen para pedir el cierre definitivo de la instalación

Una decena de organizaciones sociales y políticas de la Cuenca Minera de Riotinto han convocado una concentración para protestar contra la llegada de más residuos tóxicos al vertedero de Nerva procedentes de Montenegro y exigir el cierre definitivo de la instalación. La cita es este domingo 31 de enero, a las 12.30 horas, en los accesos al Puerto de Sevilla, a donde, tal y como ya informó TINTO NOTICIAS, llegarán en barco miles de toneladas de residuos procedentes del referido país del sureste de Europa.

“Nos hemos juntado distintas asociaciones de nuestra tierra, colectivos compuestos por gente que comparte las mismas inquietudes y preocupaciones y que entienden que 25 años de injusticias ya son demasiados”, han difundido, a través de un comunicado, los propios convocantes, formados, en concreto, por Izquierda Unida Nerva; Anti Vertederos Nerva; Anti Vertederos Zalamea; Ecologistas en Acción; Independientes Nerva; Nerva Salud y Dignidad; Partido Socialista Obrero Español Nerva; Riotinto Salud y Dignidad; y Sentido Natural de Berrocal.

Todos se han unido para denunciar lo que califican como un “nuevo ataque a la dignidad de una tierra que históricamente ha aportado tanto a Andalucía y que a cambio solo recibe el desprecio de sus gobernantes”, han proseguido, tras lo que han animado a la ciudadanía a acompañarles y participar en esta concentración. “Si sientes este problema como propio, si entiendes que es la hora de abordar el cierre definitivo del vertedero, pedimos tu colaboración”, han subrayado.

Las organizaciones convocantes se sienten “hartos de seguir soportando esta inaguantable vejación a la que estamos siendo sometidos desde hace ya más de 25 años”, una situación, añaden, que “se ve agravada con la inminente llegada al Puerto de Sevilla de 120.000 toneladas de residuos tóxicos procedentes de Montenegro y su posterior traslado al Vertedero de Nerva”, lo que es calificado por estos colectivos como nueva “humillación y “falta de respeto a una población que clama por el cierre de la instalación”.

Asimismo, los convocantes se muestran “indignados” por lo que califican como una “falta de sensibilidad” por parte del Gobierno central y la Junta de Andalucía. El Ministerio para la Transición Ecológica y la Consejería de Desarrollo Sostenible “legislan y actúan desde la cercanía a la empresa gestora y pisoteando las legítimas aspiraciones de los 18.000 habitantes de una comarca a los que se quiere obligar a vivir eternamente en un entorno al que se pretende convertir en la cloaca de Europa”, apostillan.