Cuando se cumplen 16 años del devastador incendio de Riotinto, el Ayuntamiento alerta de que la localidad ha perdido dos tercios de su producción de corcho

Hoy se cumplen 16 años del incendio forestal más grande y devastador que ha ocurrido en Andalucía, aquel desastre conocido como el incendio de Minas de Riotinto, que devastó 34.291 hectáreas de monte mediterráneo, acabó con la vida de dos personas y afectó a 13 municipios de las provincias de Huelva y Sevilla.

Coincidiendo con el 16 aniversario de aquel suceso, ocurrido el 27 de julio de 2004, el Ayuntamiento de Berrocal, el municipio más afectado, ha defendido que el trabajo del monte mediterráneo debería tener el mismo apoyo que se le da a otras actividades de economía local que se desarrollan en la naturaleza, ya que “los pequeños propietarios de los terrenos de encina y alcornoque quemados siguen intentando, 16 años después, devolver a su estado la zona devastada para recuperar su medio de vida, lo cual debería recibir el mismo apoyo que se da, por ejemplo, a la agricultura”, ha manifestado.

“Berrocal, como tantos otros pueblos de lo que llaman la España vaciada, que no es más que la España que se aferra a la tierra y al monte como forma de vida, vuelve a manifestar su sensación de ser una gran olvidada”, continúan desde el Consistorio, para el que, “las administraciones, tanto europea como española y andaluza, hacen gala de apoyar a los pueblos rurales frente al despoblamiento, pero, lejos de garantizar los recursos que necesitamos para mantener nuestra forma de vida, vemos impulsadas actividades económicas y negocios importados de las grandes ciudades, los cuales no hacen sino crear una dependencia municipal de las ayudas y subvenciones en lugar de proveerlos de autonomía para la recuperación económica, social y poblacional”.

Desde el Ayuntamiento recuerdan que en Berrocal se firmaron 350 convenios de colaboración entre la Junta de Andalucía y los pequeños propietarios afectados por el incendio, “iniciándose repoblaciones con costosas operaciones de maquinaria tras el fuego que no tuvieron un seguimiento técnico y acabaron muriendo la mayoría de los plantones. Con estos convenios se nos transmitió la idea de que se recuperarían las fincas y se potenciarían los usos de los ecosistemas forestales mediterráneos”, añaden.

La misma institución asegura que la actividad principal del pueblo había sido la economía del corcho, dando antes del incendio una media de 7.000 quintales de corcho anuales (330.000 kilos) a la Cooperativa Corchera San José, constituida por los pequeños propietarios vecinos de Berrocal, y siendo la única de su tipo en toda Andalucía. Sin embargo, “hoy, la Cooperativa consigue escasos 2.400 quintales anuales (110.000 kilos), lo cual supone la pérdida de dos tercios de la producción, a un tris de cerrar por falta de materia prima”, alertan.

A ello hay que añadir, agregan desde el Consistorio, que el monte de alcornocal está afectado desde hace más de tres décadas por la enfermedad de la seca o decaimiento, causada por varios factores pero especialmente perjudicada por la fitóftora (Phythophtora cinnamomi), una especie de hongo que afecta fundamentalmente a encina y alcornoque y que acelera de forma vertiginosa la debilidad y posterior muerte del árbol, hasta el punto de que “su letalidad está haciendo perder inmensas superficies de bosque mediterráneo especialmente en el suroeste peninsular”, advierten.

En concreto, desde el Consistorio explican que han muerto millones de encinas y alcornoques, “dificultando enormemente, en casos como el de la zona incendiada de Berrocal, la recuperación del productivo monte mediterráneo que nos daba sustento”.

Las mismas fuentes señalan que Andalucía produce aproximadamente 35.000 toneladas de corcho al año y posee la mitad de superficie de alcornocal del mundo, generando en torno a 70 millones de euros de beneficio. “Pero actualmente, y ante la falta de apoyo por parte de la Administración para impulsar la industria de transformación del corcho, la producción se vende en bruto directamente a otros países, con la consiguiente fuga del valor añadido y la pérdida de potenciales puestos de trabajo estables de larga durabilidad”, añaden.

Por ello, aun conociendo que existen investigaciones de la seca desde hace años, aunque sin mucho resultado, y de cara a impulsar de nuevo la recuperación de los montes de Berrocal, “solicitaremos a la Junta de Andalucía que impulse, en coordinación con este Ayuntamiento, la Cooperativa corchera y la Plataforma Fuegos nunca Más, la recuperación integral de los montes locales y el apoyo necesario para la puesta en marcha del Centro de Interpretación del Río Tinto y del Centro de Mayores”, anuncian desde el Ayuntamiento, que considera que “estas dos infraestructuras fueron creadas como medidas compensatorias tras el incendio de 2004, pero no fueron completamente terminadas antes de entregarlas al Ayuntamiento, que tampoco contó con dotación presupuestaria para ello, por lo cual se encuentran cerradas y en deterioro progresivo”.

“Dieciséis años después, y más allá del sentimiento de abandono, en Berrocal sabemos que ante la falta de gestión y medidas preventivas en los montes, las mejores herramientas de prevención son los trabajos tradicionales en el campo y la ganadería extensiva. Es decir, que al seguir siendo los incendios forestales un azote todos los años, la mejor prevención es invertir en el desarrollo rural y la economía del corcho”, defienden desde el Ayuntamiento.

Por último, el Consistorio señala que “revertir así la actual situación de despoblamiento y recuperar de forma sostenible la fuente de recursos económicos le daría un nuevo horizonte a Berrocal, volviendo a ser un lugar para la vida y trabajo de generaciones venideras, que es sin lugar a dudas la mejor inversión para la mitigación de los efectos del cambio climático”, concluyen.