La empresa asegura en su último boletín que su plan de esterilización las ha convertido en un “depósito moderno” y un “valor seguro”

Las presas de la mina de Riotinto son “más seguras que nunca” gracias a un “ambicioso” plan de esterilización llevado a cabo por Atalaya en estas instalaciones de almacenamiento de estériles. Así lo han comunicado desde la propia operadora del Proyecto Riotinto a través de su nuevo boletín, el número 85, donde asegura que, con estas “importantes mejoras”, esta infraestructura de los años 60 se ha convertido en un “depósito moderno” y un “valor seguro”.  

La compañía minera se refiere en su boletín a un total de cuatro actuaciones. La primera de ellas es la construcción de un “gran refuerzo de rocas”, en el que, asegura, ha invertido más de siete millones de euros. Con esta actuación, añade, se ha reforzado el muro de la presa con 6,5 millones de toneladas de escollera, se aporta solidez y control a la seguridad de la estructura y la anchura de la base del muro ha cuadriplicado su altura.

Asimismo, Atalaya defiende que ha puesto en marcha un nuevo sistema de deposición de estéril más seguro y eficiente, gracias al cual, explica, la descarga se produce en puntos alternos cada 50 metros que forman finas capas, que “secan y se consolidan rápidamente, formando planos inclinados que empujan el agua a la cola de la presa”, añade.

De otra parte, la compañía informa de que, a través de geotextil y últimas técnicas de control, se han creado capas de impermeabilización geosintéticas en los taludes del nuevo muro y a los pies de éstos, con las que se cubren los primeros 50 metros del interior de la presa, y se eliminan filtraciones que puedan afectar a la estabilidad de los muros, tal y como atestiguan, según la empresa, piezómetros e inclinómetros que monitorizan todo el perímetro.

Por último, Atalaya asegura que ha llevado a cabo una mejora estructural en el vaso y resguardos de la presa. En concreto, indica que, al comienzo del proyecto, se remodeló el interior del depósito para recuperar una geometría idónea y evitar la acumulación de agua cerca del muro, al tiempo que se amplió la capacidad del canal perimetral, lo que según la empresa supone una “gran obra civil de resguardo en caso de avenidas de agua de lluvia históricas”.