La segunda edición de ‘La memoria varada’, la novela del periodista y escritor onubense Rafael Adamuz que relata los hechos acontecidos a la columna minera en los albores de la Guerra Civil española, reunió este jueves en Huelva a numerosas personas y familiares de las víctimas, que no quisieron perderse la presentación de una obra con la que, «lo más importante, es que hemos hecho piña, fuerza, y vamos a seguir haciéndola» para restablecer la dignidad de las víctimas.
Este fue uno de los principales mensajes lanzados por el autor de la obra tras recordar que, en estos tres año de vida de la novela, «hemos conseguido muchas cosas», pues se han abierto fosas, se han recogido los restos de mineros asesinados en La Pañoleta, se han enterrado dignamente y se están haciendo catas para seguir buscando cuerpos, señaló Adamuz, quien destacó que la mayor aportación a ‘La memoria varada’ «la han hecho los familiares de las víctimas», al tiempo que indicó que esta segunda edición de la obra es «la mejor forma de que sigamos haciendo memoria».
El escritor enumeró las novedades de esta nueva publicación revisada y ampliada, editada por Pábilo Editorial, como el prólogo, a cargo del juez Baltasar Garzón, y una reproducción real de dos documentos: la carta que una de las víctimas, el riotinteño Luis Marín Bermejo, envió a su mujer y sus hijos antes de morir, y la sentencia judicial que condenó por «rebelión» a los miembros de la Columna, la parte de la investigación que más marcó a Adamuz, al descubrir la «artimaña», la «gran mentira» a la que tuvieron que recurrir contra los detenidos al no encontrar elementos jurídicos para condenar a quienes sólo habían defendido la legalidad vigente.
El acto, que se celebró en el Espacio Rubens de Huelva, estuvo cargado de gran emotividad, principalmente por la presencia de familiares de las víctimas, muchos de los cuales no pudieron ocultar su emoción. No pudo estar la hija de Francisco Delgado, una mujer que desgraciadamente no pudo ver cumplido su sueño de enterrar a su padre en Riotinto, pues falleció meses antes de conseguirlo, tal y como destacó el autor de la obra. Sí estuvieron muchos otros, como el riotinteño y exalcalde de Riotinto Luis Cassá Marín, un familiar clave en la gestación de la novela, pues fue quien despertó el interés de Adamuz por este tema cuando le llamó por teléfono durante un programa que el periodista conducía en Canal Sur Radio, tras lo que le entregó la carta de su abuelo que durante muchos años había permanecido oculta.
«Adamuz ha dejado por escrito la memoria de nuestros abuelos», destacó Cassá, tras lo que recordó que su abuelo ya ha sido objeto de una «reparación moral» por parte del Ministerio de Justicia, que lo reconoció como un hombre que luchó por la libertad y no como un «criminal de guerra», como eran consideradas las víctimas.
El acto, que estuvo conducido por la directora de Canal Sur Huelva, Inmaculada González, también contó con la intervención de Ramón Membrillo, miembro de la Fundación Baltasar Garzón, quien aplaudió la importancia de ‘La memoria varada’ por desvelar, con documentos oficiales y testimonios de familiares, unos hechos históricos en los que «los derechos humanos fueron pisoteados», al tiempo que calificó de «vergüenza» la actuación de todos los profesionales de la Justicia que participaron en aquel proceso, que cometieron «prevaricación» y «cohecho», añadió.
Por su parte, el editor de Pábilo Editorial, Joaquín Cabanillas, calificó ‘La memoria varada’ como una «obra maestra» que «ha trascendido fronteras» y con la que Adamuz «mezcla los estilos periodístico y literario», lo que hace de este relato «uno de los libros más emocionantes que he leído en mi vida», subrayó, mientras que Inmaculada González destacó que la obra «ha devuelto la dignidad a muchas familias» a través de una «investigación solvente».
El acto finalizó con una actuación musical del músico Gustavo Ariel Obermeller Lama, que interpretó una canción inspirada en esta exitosa novela.