Se marchó con otras cuatro personas en dirección a Marruecos en una lancha motora
El pasado mes de septiembre se cumplieron diez años de la desaparición del joven de Isla Cristina (Huelva), Juan José Yaque –quien en 2011 contaba con 26 años–, y aunque la investigación continúa abierta, de momento no hay ninguna pista que arroje luz sobre qué paso exactamente desde que se marchara en una lancha motora junto a otras cuatro personas en dirección a Marruecos.
Así lo ha indicado a Europa Press su hermana, Gema Yaque, quien mantiene la «esperanza» de que «algún se pueda saber qué sucedió» y «dónde» está su hermano», aunque no cree que lo encuentren con vida. Por eso mismo, la familia solicitó en febrero del pasado año que el juzgado decretara su fallecimiento para que el hijo del mismo pudiera cobrar la pensión de orfandad, ya que mientras estuviera declarado como desaparecido el menor no podía recibir esa ayuda.
Yaque ha destacado que tras diez años siguen en contacto con la Guardia Civil y que «aunque no hay nada, si aparece alguna pista, como restos humanos, se investiga». De este modo, ha explicado que hace «dos o tres años» aparecieron restos de una persona en la playa de Isla Cristina, y que «se estudió por si pudieran pertenecer a mi hermano, pero no fue así».
De este modo, la investigación continúa «en el mismo punto de partida prácticamente», después de que en 2015 decidieran paralizar el juicio por «falta de pruebas» contra tres de los cuatro hombres que viajaban con él en la lancha y que estaban siendo investigados por un delito de omisión de socorro, tras declarar uno de ellos ante la Guardia Civil –nueve meses después de la desaparición– que el joven «cayó al mar sin que pudiera salvar su vida», una circunstancia que la familia sigue sin creer.
La hermana del desaparecido ha explicado que estas personas «han entrado y salido de la cárcel por otros motivos», pero nunca llegaron a estar dentro por nada relacionado con la desaparición de su hermano.
En este punto, ha indicado que aunque continuaban sin creer su versión de los hechos al considerar que «si fuera como ellos decían no habría tardado nueve meses en contar lo que supuestamente pasó», e imaginan que llegaron a hablar «por la presión», decidió paralizar el juicio ya que «no había pruebas suficientes y no se puede imputar a una persona por el mismo delito dos veces», lo que les llevó a esperar para tratar de conseguir nuevas pruebas contra ellos.
«Si se llegaba a juicio y los condenaban por omisión de socorro, como mucho les caería una multa, ni irían a la cárcel ni nada, y nosotros queremos saber qué hicieron con mi hermano y si fue algo más, que lo paguen, pero sobre todo, saber dónde está para poder enterrarlo y seguir adelante sabiendo, al menos, que pasó con él», ha apuntado Gema Yaque.
Por ello, tiene la esperanza de que «alguna vez alguno de ellos declare y cuente la verdad», toda vez que ha apuntado que tiene «la corazonada» de que su hermano «no llegó a caer al agua en ningún momento» y que «está más cerca de lo que creemos» y espera que «algún día aparezcan sus restos».
«Lo que pasó, fuera lo que fuera, fue en tierra, lo que pasa es que si lo dicen lo podían buscar mejor que en el mar y podría aparecer su cuerpo y las pruebas. Por eso dijeron que cayó al agua, pero no lo creemos», ha concluido.