La Guardia Civil registra de nuevo la vivienda de Bernardo Montoya para esclarecer qué ocurrió desde la desaparición de la joven hasta su muerte dos o tres días después 

La tensión se ha vivido también en el mediodía de este miércoles en la calle Córdoba del municipio de El Campillo, donde la Guardia Civil procedía a un nuevo registro de la vivienda de Bernardo Montoya tras su confesión del crimen de la joven Laura Luelmo. Vecinos del municipio no han podido contenerse ante la llegada del detenido y han tratado de romper el cordón policial en reiteradas ocasiones para increparle, tras lo que los agentes de la Guardia Civil han controlado la situación y ha continuado con las actuaciones con normalidad.

Ya ocurría algo similar en el lateral de la Comandancia de la Guardia Civil de Huelva tras la declaración de Bernardo Montoya ante la salida de un vehículo en el que se pensaba inicialmente que podría ir el detenido. Entonces, un buen número de ciudadanos que se encontraban en la zona también increparon al grito de “asesino” después de conocerse su confesión, según la cual intentó violar a Laura, la golpeó y la dejó malherida en el campo.

La Guardia Civil ha registrado nuevamente la vivienda y de forma aún más minuciosa para esclarecer qué ocurrió con la joven desde su desaparición el miércoles 12 hasta su muerte, que, según los datos revelados por la autopsia, no fue hasta el viernes 14 o el sábado 15 de diciembre. Por ello, los agentes tratan de averiguar si Bernardo Montoya la tuvo retenida o si, por el contrario, la dejó en el campo como él mismo mantiene.