Gran parte del dinero obtenido era invertido en criptomonedas

La Guardia Civil, en el marco de la operación “Loverboy”, ha procedido a la investigación de 13 personas como presuntos autores de numerosas estafas amorosas, realizadas a través de internet, todos ellos de origen Nigeriano y la mayoría residentes en España, con conexiones en otros países como Italia, Reino Unido y Nigería, una de sus víctimas ha resultado ser de Isla Cristina.


La operación se inició en junio de 2021, cuando una de las víctimas puso en conocimiento de la Guardia Civil que había sido estafada a través de internet durante meses. Los autores se habían ganado la confianza de la víctima para
posteriormente simular situaciones de riesgo y necesidad, consiguiendo de esta manera, que esta persona realizara transferencias bancarias, llegando en algunos de los casos a importes superiores a los 34.000 euros.

Durante el desarrollo de la investigación la Guardia Civil detectó a nueve víctimas de nacionalidad española, con residencia en las localidades de Isla Cristina, Madrid, Barcelona, Valencia, Alicante, Oviedo y País Vasco. Tras
contactar con ellas, muchas de ellas estaban siendo estafadas en esos momentos, siendo alertadas e informadas por los agentes recomendando que acudieran lo antes posible a presentar denuncia.

También se localizaron tres víctimas más fuera del territorio español, siendo estas de nacionalidad china, polaca y francesa.

Compra de criptomonedas
Los estafadores habrían logrado cometer estafas por valor superior a 250.000 euros, invirtiendo gran parte del dinero obtenido en la compra de criptomonedas en diferentes plataformas extranjeras.

Este tipo de estafa, también denominada del “falso novio/a virtual”, consiste en que el ó la delincuente, aprovechándose de la situación de vulnerabilidad psicológica que suele presentar la víctima, se crea una identidad falsa. En algunos de los casos, se hacen pasar por actores y actrices de Hollywood, fingiendo un interés amoroso o sexual, el cual suele desembocar en una relación de tipo virtual que puede durar incluso varios meses hasta lograr
ganarse la confianza de las víctimas.

Una vez que se establece un vínculo entre ambos y la víctima muestra cierta confianza, comienza a solicitarle dinero, alegando que no puede disponer de su propio patrimonio ya que se encuentra en otro país, que es para causas benéficas o para poder dar salida a una herencia millonaria de la cual es receptor. Toda vez que logra estas primeras disposiciones de dinero, el engaño suele continuar haciéndole creer a la víctima que va a venir a vivir a España.

Pero para que esto suceda, los estafadores continuarán reclamándole dinero, con la supuesta finalidad de pagar billetes de avión, enviar equipajes u objetos de valor que según el delincuente, quedan retenidos en la aduana si no se pagan los importes que determinan las autoridades extranjeras, introduciendo así urgencia a la petición.

Las víctimas tras ser estafadas quedan en una situación económica precaria, llegando incluso a solicitar préstamos para poder obtener el dinero que posteriormente envían a los estafadores.

Este tipo de estafas, que combinan el componente psicológico con los conocimientos tecnológicos por parte de los delincuentes, se dan de forma habitual. En muchas de las ocasiones las víctimas no acuden a denunciar los
hechos por lo que se recuerda la necesidad de interponer denuncia para que los mismos puedan ser investigados.