Un estudio concluye la necesidad de restaurar los pasivos minero de la provincia de Huelva
La Diputación de Huelva y la Asociación de Comunidades de Regantes (Corehu), junto con Aminer, GIAHSA, AIQBE, han presentado un estudio elaborado por Cetaqua para la identificación y restauración de los principales pasivos mineros en la provincia de Huelva. El objetivo es mitigar su impacto contaminante sobre los recursos hídricos en la cuenca del Odiel y las futuras infraestructuras de regulación proyectadas.
La explotación minera a lo largo de miles de años en la Franja Pirítica Ibérica (FPI) ha dado lugar a que en la actualidad sea un área particularmente afectada por la presencia de residuos ricos en sulfuros (pasivos mineros), causantes de la generación de drenajes ácidos de mina cuando estos minerales se exponen a las condiciones atmosféricas.
Esta problemática ha despertado el interés de las entidades impulsoras de este informe, unidas en el empeño de buscar las herramientas necesarias para darle solución.
En este sentido, el vicepresidente de la Diputación de Huelva, Juan Antonio García, ha recordado que “la larga explotación minera en nuestra provincia y el abandono de muchas de esas explotaciones han condicionado el paisaje de comarcas onubenses, con zonas en las que hay depósitos de residuos mineros y escombreras abandonas, junto con las cortas a cielo abierto que, a pesar de su espectacularidad, siguen degradando el medio ambiente y los recursos naturales, después de su abandono, contaminando el agua de lluvia y las redes de drenaje: los cauces, arroyos y los mismos ríos de la provincia”.
La restauración de las zonas mineras degradas, ha resaltado el vicepresidente, “es imprescindible para la mejora de la calidad ambiental del territorio de los municipios onubenses de la Faja Pirítica Ibérica, afectados por los pasivos mineros históricos, por ello, la Diputación ha asumido la responsabilidad de reclamar a las administraciones responsables la mejora ambiental y de las masas de agua de estas comarcas mineras”.
Asimismo, el conjunto de las entidades implicadas en la elaboración de este informe, se han comprometido a poner en marcha un frente común para que, junto con las administraciones central y autonómica, se planifique y ejecute un plan de restauración de las zonas mineras degradadas, aprovechando la financiación extraordinaria y ordinaria de la UE a través de los Fondos Next Generation y el nuevo marco financiero europeo plurianual 2021 – 27.
El presidente de Corehu, Juan Antonio Millán, por su parte, ha recordado que “el de los pasivos mineros es un viejo problema en el medio rural onubense, ya que el suelo está deteriorado por los sulfuros, por lo que afrontar este proyecto es fundamental para la agricultura, para el turismo, para hacer a los pueblos de la Sierra y del Andévalo atractivos de cara a los inversores”.
Conclusiones del estudio
El contenido del informe está compuesto por un primer bloque en el que se han identificado los pasivos mineros que integran los principales focos de contaminación en la cuenca del Odiel.
Este trabajo previo ha permitido concluir que existen cuatro focos principales, responsables del 80% de la carga contaminante, que son RioTinto, San Telmo, La Zarza y Tharsis.
Seguidamente, para la propuesta de soluciones, se ha realizado una revisión del estado del arte de las principales rutas y sistemas (activos y pasivos) de tratamiento de aguas ácidas de mina, así como otras estrategias de renaturalización como es el uso de tecnosuelos y drycovers en el sellado de escombreras. El sellado de estas zonas afectadas se ha planteado en dos fases a modo de priorización de inversiones y actuaciones: la Fase 1, de remediación de los pasivos mineros en los cuatro focos principales de RioTinto, San Telmo, La Zarza y Tharsis; y la Fase 2, de remediación del resto de los pasivos mineros