Trabajadores del Hospital de Riotinto exigen mejoras salariales para los celadores y técnicos especialistas

Empleados del centro se concentran para reclamar un mayor reconocimiento laboral al colectivo

Decenas de trabajadores y trabajadoras del Hospital de Minas de Riotinto se han concentrado este miércoles a las puertas del centro sanitario comarcal para exigir una serie de mejoras para el colectivo de celadores/as y técnicos/as especialistas del Servicio Andaluz de Salud (SAS).

Los manifestantes han secundado así la concentración convocada por los sindicatos UGT y CCOO, que aseguran que los alrededor de 400 celadores y celadoras que trabajan en la provincia de Huelva realizan unas «funciones imprescindibles» dentro del organigrama de los equipos asistenciales de los hospitales, así como que proporcionan unos cuidados cada vez más cualificados e imprescindibles para el bienestar de las personas ingresadas.

Asimismo, UGT y CCOO han afirmado que estos colectivos ejercen funciones y cuidados que han seguido una evolución constante a lo largo de los años. «Sin embargo, se encuentran totalmente ignoradas y poco reconocidas por la Administración», añaden.

En este punto, los sindicatos han afirmado que llevan muchos años reivindicando un verdadero encuadramiento de la formación y del reconocimiento laboral de los celadores y celadoras, al entender que “sus funciones corresponden claramente a un nivel sanitario que es superior al que les reconoce el obsoleto, pero en vigor, Estatuto del Personal no Sanitario que data de 1973”, señalan.

CCOO y UGT han exigido a las administraciones implicadas, tanto a nivel estatal como autonómico, “que pongan cada una de su parte” para el reconocimiento laboral que este «importante» colectivo “se ha ganado” a base de mejorar sus funciones y conseguir prestar un servicio sanitario altamente cualificado, subrayan.

Por otra parte, en el marco de la misma concentración, los sindicatos mayoritarios han vuelto a reclamar la reclasificación profesional de los trabajadores y trabajadoras de las categorías C1 del SAS, «afectados por una desigualdad retributiva», apostillan, tras lo que concretan que esta situación que afecta a unas 700 personas en la provincia entre técnicos y técnicas especialistas sanitarias, de mantenimiento, de alojamiento y de electromedicina, junto a cocineros y cocineras.

En concreto, se trata del complemento específico que viene a retribuir la dificultad técnica, responsabilidad y penosidad de cada puesto de trabajo y que «históricamente ha venido discriminando a las categorías señaladas, que en su mayor parte cobran unos 1.800 euros anuales menos que otras de su mismo grupo C1 de clasificación», indican.

CCOO y UGT vienen reclamando igualar ese complemento retributivo de forma que todas las categorías del grupo C1 cobren por él la misma cuantía, acabando así con esa diferencia retributiva que califican de «injustificada y anacrónica».

CSIF exige que se reconozca la labor de los más de 300 celadores de la provincia mejorando sus condiciones laborales

El sindicato celebra este 5 de noviembre el Día del Celador demandando que “este colectivo, esencial en la crisis sanitaria actual, sea valorado por la Administración”

El sindicato CSIF ha exigido que se reconozca la labor que desarrolla el colectivo de celadores, formado por 344 profesionales en la sanidad pública en toda la provincia de Huelva, especialmente en el marco de la pandemia de la Covid-19, al mismo tiempo que ha demandado que se actualicen sus funciones, “reguladas por un estatuto que data de hace casi medio siglo y que ha quedado obsoleto”.

Así lo ha reivindicado el sector de Sanidad de CSIF con motivo del Día del Celador, que se celebra este jueves 5 de noviembre, y con motivo del cual ha pedido una vez más mejoras para este colectivo, “esencial en el sistema sanitario público y fundamental en la crisis sanitaria que atravesamos”.

En este sentido, la central sindical ha valorado la eliminación del colectivo de celadores del cuadro de personal de “bajo riesgo”, tal y como se ha venido defendiendo desde el principio de la pandemia del Covid-19, lo que hace que el colectivo pueda equipararse en riesgo al mismo nivel que otros profesionales de la salud. Precisamente, al haber sido considerados anteriormente colectivo de bajo riesgo, se dejó a la arbitrariedad de los centros el dotarlos o no de medidas de protección colectiva en puntos de atención directa a las personas usuarias. Por este motivo -recuerda CSIF- “se expuso a estos profesionales a posibles contagios estando, además, en primera línea de actuación”.

Por otra parte, el sindicato recuerda que las funciones de los celadores vienen recogidas en el artículo 14 del Estatuto de Personal No Sanitario al servicio de las Instituciones Sanitarias de la Seguridad Social del año 1971 y destaca que “después de 50 años, estas funciones se encuentran obviamente desfasadas y obsoletas”.

Además, CSIF reivindica la reclasificación y revisión de competencias a través del Instituto Nacional de las Cualificaciones (INCUAL), dotando a los celadores de una competencia de Nivel 2, lo que llevaría a la creación de un módulo de Grado Medio de Formación Profesional, dentro de la familia profesional sanitaria.

Falta de actualización de las bolsas

Por otra parte, CSIF ha recordado la denuncia que ha realizado sobre la falta de actualización de las bolsas del SAS en la categoría de celador, ya que aún no está disponible el listado definitivo del corte 2019, por lo que hay muchos profesionales que no han podido acceder a trabajar en el sistema sanitario público o bien no han podido ver actualizados sus méritos.

El colectivo también demanda la mejora en la evaluación de puestos de trabajo según la Ley de Prevención de Riesgos Laborales (PRL), tanto por el incremento de las cargas, como por los riesgos de seguridad y biológicos, en una profesión con uno de las mayores tasas de lesiones músculo-esqueléticas. Asimismo, requiere una mayor atención a la categoría en los planes de formación de los centros con cursos específicos en PRL, movilización de cargas o atención al usuario.

Finalmente, CSIF pide “un mejor reparto de incentivos y complementos que reconozca la penosidad de la categoría”, así como “un salario digno y unos complementos menos discriminatorios, junto al acceso a la carrera profesional”.