CSIF alertó de la proliferación de insectos transmisores de enfermedades como el virus del Nilo

En el hospital Juan Ramón Jiménez, junto a la zona del helipuerto, se ubican las instalaciones de una antigua depuradora que lleva en desuso varios años. Al estar fuera de servicio, las aguas estancadas suponían un riesgo de infección por la proliferación de insectos parásitos, precisamente en un entorno sanitario y con el estacionamiento de vehículos a menos de 50 metros.

Esta situación fue comunicada por escrito en varias ocasiones por el sindicato CSIF  y gracias a esa labor de los delegados de prevención de riesgos laborales de esta central sindical la depuradora ha sido vaciada y sellada. Se realizó un trabajo de campo a través del cual se detectó la aparición de algas en el agua debido a las altas temperaturas así como de mosquitos, incluso en fases larvarias, que son posibles transmisores de enfermedades o infecciones. Además, se dio la circunstancia de que precisamente en aquellos momentos comenzaron a aparecer los primeros casos de la fiebre del virus del Nilo occidental en  las provincias de Sevilla y Cádiz.

A esto se sumaba el mal olor y la posibilidad de acceder al interior del recinto de la depuradora sin ninguna restricción ya que faltaba una parte del cerramiento, que CSIF achaca a un posible acto vandálico, además del óxido de los materiales. Por todo ello, la central sindical asegura que cualquier persona podía acceder al recinto por error “con el consiguiente riesgo de accidente, por no hablar del propio personal del hospital que se veía afectado por los mismos peligros”, se explica desde CSIF.

Esta situación “anómala” llevó a la central sindical a alertar a la dirección gerencia del hospital de la “posible contaminación del entorno” y de la necesidad de depurar las aguas y sellar la depuradora de forma definitiva. Además, debido al estancamiento de agua, el sindicato exigió la desinfección y la desinsectación de la zona para “acabar con la proliferación de mosquitos, transmisores de enfermedades, precisamente en el entorno del centro hospitalario de referencia en la provincia de Huelva”.

Tras varias reclamaciones por escrito y realizar un seguimiento de las diversas actuaciones que se llevaban a cabo en la depuradora y en las zonas aledañas, CSIF aplaude que la dirección gerencia solucionase “un serio problema que suponía un importante riesgo tanto para los pacientes y los visitantes como para las trabajadoras y los trabajadores del centro hospitalario”.

La central sindical puso en conocimiento de la dirección de forma reiterada la insalubridad de la zona, convertida en foco de infecciones, y no dejó de insistir para que se tomaran medidas al respecto. Finalmente, la depuradora fue vaciada y sellada, realizándose periódicamente actividades de mantenimiento y control de la zona.