El film de la onubense Remedios Malvárez cuenta también con la participación de la cantaora Rocío Márquez

Este viernes se estrena en cines de toda España el documental ‘Pico Reja’ de la directora onubense Remedios Malvárez y cuyo epicentro es la fosa común en la que se encuentran decenas de cadáveres de la Columna Minera según se ha demostrado en recientes investigaciones.

En el cementerio de Sevilla sigue cerrada en 2020 la fosa común de Pico Reja, que se estima que puede albergar a más de 2000 víctimas civiles de la represión franquista. En esta película la apertura de la fosa lleva a través de su propia historia (incluso descubriendo nuevos hechos no documentados) en un relato enraizado en el presente que se entreteje, además, con el encuentro entre la cantaora Rocío Márquez y el poeta Antonio Manuel Rodríguez para crear un cante al respecto.

Un profundo análisis del pasado que sirve también para comprender el presente de un país aún con muchas deudas pendientes con la memoria de los represaliados y con la historia.

Los técnicos de Aranzadi, empresa adjudicataria de los trabajos de exhumación e identificación de los cuerpos de la fosa común de Pico Reja en el Cementerio de San Fernando han informado a los miembros del Consejo Municipal de la Memoria Democrática que existen ya pruebas científicas, además de las históricas y documentales, que certifican que al menos una treintena de las personas de la Columna Minera de Huelva represaliadas durante el golpe de Estado de Franco se encuentran en esta fosa común.

Las investigaciones históricas, especialmente de Pedro Díaz Arriaza, hablaban de varias decenas de personas fusiladas que entraron en el Cementerio de San Fernando en los últimos días de agosto de 1936 como parte integrante de la columna formada por mineros de Huelva, a la que se sumaron otras personas en su recorrido, para intentar recuperar la ciudad de Sevilla en poder de los golpistas. En la población de Camas sufrieron la traición de la Guardia Civil que les acompañaba, y allí mismo comenzaron los asesinatos. Los supervivientes fueron fusilados posteriormente en diversas zonas de la ciudad y el día 31 de agosto se registraron numerosas partidas en blanco que corresponderían a los mineros fusilados, hasta un total de 83 hombres.