El experto participa en la Cátedra de Empresa de la Caja Rural del Sur
Richard Benjamins, uno de los mayores expertos en España y a nivel internacional en Inteligencia Artificial (IA) ha asegurado este lunes que tenemos que considerar la inteligencia artificial como una herramienta de colaboración, debemos aprender de esta tecnología, adaptarnos; si bien la aplicación de la IA suele asociarse al ámbito de los negocios, de la economía, lo cierto es que es una tecnología con múltiples posibilidades, y por supuesto puede emplearse también para resolver los grandes problemas de nuestra sociedad, por ejemplo, a nivel de inclusión, desastres naturales, pandemias, cambio climático, etcétera”.
Son palabras pronunciadas en la Universidad de Huelva en el ciclo de conferencias que promueve la Cátedra de Empresa Familiar de la Universidad de Huelva, impulsada por Caja Rural del Sur, y que llevó por título ‘Perspectiva 360 sobre Inteligencia Artificial: Negocios, Sociedad, Ética, Clima’. Y para abrir el programa, el tema elegido ha sido uno de máxima actualidad e interés para los estudiantes universitarios: la IA y las infinitas posibilidades que ofrece.
Richard Benjamins, jefe de Inteligencia Artificial y Estrategia de Datos de Telefónica, fue presentado en el salón de grados de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería (ETSI) por Tomás Escobar, director de la Cátedra Caja Rural de Empresa Familiar; el director de la ETSI, Salvador Pérez; y el director de Empleo, Emprendimiento y Cátedras Externas, Francisco Barba. La cita registró un lleno absoluto, incluso con estudiantes que, ante el aforo completo, presenciaron de pie la conferencia.
Una intervención de Richard Benjamins que, como lo reflejó el título de la misma, abarcó múltiples aspectos, debido a la transversalidad que supone la aplicación de la Inteligencia Artificial. El ponente puso de relieve cómo la IA, tecnología en pleno auge, viene a implementarse en nuestras vidas, transformando la relación entre la máquina y el ser humano en todos los ámbitos. El experto en IA y Big Data de Telefónica ha puesto de relieve que herramientas como Chat GPT 4 suponen el “primer acercamiento al público en general de esta tecnología, un gran paso para la democratización necesaria de la inteligencia artificial”.
Richard Benjamins resalta que, en el mundo de las empresas, la IA “se está aplicando en el caso de las grandes organizaciones, pero es un proceso más lento en las pymes”, en “aspectos como el conocimiento preciso de los clientes y usuarios, la segmentación de los mismos a través del algoritmo, o para que la inteligencia artificial nos ayude a mitigar el llamado churn rate, es decir la tasa de abandono o pérdida de clientes de la empresa; por ejemplo, la tecnología nos puede ayudar a predecir qué clientes pretenden abandonar con una altísima precisión, por encima del 90%”.
No obstante, es una ínfima parte de las aplicaciones posibles de la IA. Como expuso el experto, “por ejemplo, a nivel climático, es fundamental para el control de las emisiones, la huella de carbono, o en las ciudades, para mejorar la gestión de la calidad del aire, con datos muy precisos”. Otra posibilidad es el uso de la IA para detectar tendencias de deforestación en zonas de nuestro planeta, o para analizar las consecuencias del cambio climático”.
Benjamins no obvió el dilema existente en torno al desarrollo de la inteligencia artificial, y las no pocas dudas de la población sobre la repercusión que tendrá en el empleo, si la tecnología provocará un descenso de los puestos de trabajo. En este punto, lanzó una reflexión: “El del empleo es un tema importante a la hora de hablar de IA, y por eso hago hincapié en la importancia de la ética, pues no se trata de usar la tecnología para conseguir cosas, sino también la manera en cómo se consiguen esas cosas, de un modo más responsable y ético”.
El experto dice no tener la respuesta a “si la IA contribuirá a destruir o a crear trabajo: esto nadie lo sabe, pero sí sabemos lo que nos han enseñado el pasado, y es que en todas las revoluciones tecnológicas importantes (internet, electricidad, coche, fábrica), a pesar del miedo de la población en ese sentido, al final se ha demostrado que generó más empleo del que había antes de esa revolución, creando puesto cualificados”. Para Benjamins, “ lo más importante es ver la IA como una herramienta de colaboración, tenemos que aprender de ella y adaptarnos”.