Los niños del municipio son los protagonistas de ambas tradiciones
Berrocal está de fiesta en honor a su patrón San Juan, donde dos tradiciones tienen una especial importancia en el municipio el pirulito y la cencerrada.
Es la víspera de San Juan los más pequeños del municipio recorren las calles haciéndo sonar los cencerros por las calles del municipio en plena madrugada. No se sabe a ciencia cierta el origen de esta curiosa costumbre, pero quizás represente el homenaje que en lejanos tiempos hacían los cabreros a San Juan, y que la disminución de los rebaños fue dejando poco a poco en los niños tan remota tradición.
En otra de las tradiciones más curiosas, los niños se reunen en la Plaza, y desde allí se encaminan carretera abajo hasta la Ese para cortar el Pirulito.
Una vez cortado, los niños ocultos entre el ramaje caminan llevando sobre sus hombros al árbol muerto. Luego lo plantan junto a la Iglesia y lo han cubierto de farolillos multicolores de papel.