Asestó a la víctima 110 puñaladas

La Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Huelva acoge la semana que viene –los días 12, 13 y 14 de junio– el juicio con jurado contra el hombre maliense acusado de asesinar a puñaladas a una mujer en un asentamiento de Moguer en marzo de 2020. Para esta persona el Ministerio Fiscal solicita 25 años de prisión por un delito de asesinato con alevosía y ensañamiento, ya que llegó a propinar a la víctima hasta 110 puñaladas en diferentes partes del cuerpo.

Así lo indica el escrito de acusación de la Fiscalía, al que ha tenido acceso Europa Press, que señala que entre el 19 y 20 de marzo de 2020 el acusado, «mayor de edad, sin antecedentes penales y en situación irregular en España», se personó en este asentamiento chabolista de Moguer y «se dirigió a la chabola en la que residía la víctima, de 29 años de edad, natural de Guinea Ecuatorial» y que «se dedicaba a ejercer la prostitución».

De este modo, «sin que conste que tuviera ningún tipo de relación, logró que la misma le permitiera acceder a su interior, ya que debido a la profesión que ejercía era usual que recibiera a personas del género masculino en su vivienda» y «una vez dentro, por motivos desconocidos, de manera súbita e inesperada, se abalanzó sobre ella, la golpeó fuertemente y la tiró al suelo, quedando ésta tendida boca abajo con la cara girada hacia la derecha, posicionándose sobre ella, inmovilizándola totalmente con su peso» quedando «inhabilitada de cualquier tipo de defensa».

Prosigue el escrito señalando que «con ánimo de acabar con la vida» de esta mujer «y además infringirle para ello el mayor dolor posible sometiéndola a padecimientos innecesarios y a un sufrimiento más intenso que el que se requería para causarle la muerte», sirviéndose de un cuchillo que portaba con hoja de acero de 15 centímetros de longitud y 2,9 centímetros de anchura «y, de manera reiterada, le propinó múltiples cortes, incisiones, laceraciones y heridas principalmente en la cara, en el cráneo, cuero cabelludo, abdomen, espalda y mano derecha».

La Fiscalía sostiene en que, además, le clavó un tenedor «bajo la región glútea», hasta que «finalmente acabó con su vida haciendo uso igualmente de la mencionada arma blanca apuñalándola por la espalda en el corazón». «El número total de heridas que sufrió la víctima ascendió hasta la cantidad de 110 localizadas en las distintas partes del cuerpo, siendo la mayoría en el polo superior del mismo».

La causa de la muerte de la mujer fue «un shock hipovolémico secundario a herida penetrante cardiaca por arma blanca», si bien el escrito indica que «desde que el acusado comenzó a agredir a la misma hasta que se produjo su muerte, ésta sufrió diversas lesiones».

Además, la Fiscalía señala que el investigado sustrajo de la chabola «diversos efectos propiedad de la víctima» para «conseguir un ilícito beneficio» y «procurar no ser descubierto», eliminando «cualquier rastro de comunicación que hubiera podido tener con la víctima», por lo que también se llevó un terminal móvil que vendió a una tercera persona «con el fin de conseguir dinero para poder huir».

El cuerpo sin vida de la mujer fue hallado la tarde del día 23 de marzo de 2020, siendo el acusado detenido en Sevilla el día 2 de junio de 2020 «tras haber huido y haber intentado sustraerse a la acción de la justicia». El investigado pasó a disposición judicial el día 5 de junio de 2020, acordando el Juzgado de Instrucción número 2 de Moguer la prisión provisional comunicada y sin fianza, prorrogada el día 10 de mayo de 2022 por auto del mismo juzgado por un tiempo de hasta dos años.

Por todo ello, el Ministerio Fiscal considera que los hechos relatados son legalmente constitutivos de un delito de asesinato concurriendo alevosía y enseñamiento y de un delito leve de hurto y pide para esta persona 25 años de prisión.

LOS HECHOS

Según indicó la Guardia Civil, los hechos se produjeron en la tarde del 23 de marzo de 2020, cuando en el interior de una de las chabolas del asentamiento de las Madres en la localidad de Moguer, agentes de la Guardia Civil alertados por los propios vecinos hallaron el cuerpo sin vida de una mujer, con claros signos de que la muerte se habría producido de manera violenta.

Desde ese momento, la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Comandancia de Huelva, se hizo cargo de las investigaciones con el auxilio del resto de Unidades del Cuerpo territoriales de la zona. En este contexto, desde la Guardia Civil descartaron el móvil pasional y buscaron la colaboración de personas que vivían en dicho asentamiento, que aportaron una serie de informaciones «importantes» para el esclarecimiento de lo sucedido.

Con esos datos y otros indicios obtenidos en el lugar del crimen, se amplió la búsqueda en otros asentamientos de la provincia como Palos de la Frontera, Lucena del Puerto y Lepe. Además, los agentes localizaron el móvil de la víctima, que había sido adquirido por otra persona que desconocía el origen del mismo y pudieron comprobar que el hombre que le había vendido el teléfono había agredido también con un arma blanca a otro vecino del asentamiento de Lucena del Puerto, por lo que desde la Benemérita activaron un dispositivo de búsqueda para la localización del vendedor.

Finalmente, tras dos meses de trabajo policial y judicial por parte de los agentes, el hombre fue localizado y detenido en Sevilla el pasado 2 de junio. El detenido, de origen africano (Mali) que se encontraba indocumentado y había cambiado su aspecto físico tratando impedir ser identificado, negó en un primer momento ser la persona buscada, aunque fue reconocido finalmente y puesto a disposición del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción Número 2 de Moguer que decretó su ingreso en prisión provisional comunicada y sin fianza.