Cuatro funcionarios resultaron lesionados al intentar reducir a un reo en el módulo de aislamiento

Desde Acaip Huelva han querido denunciar el nuevo incidente grave que se produjo en la tarde de ayer 27 de octubre en el módulo de aislamiento, un interno empezó a insultar y amenazar a la facultativa que se desplazó para realizar una consulta médica ordinaria a dicho interno. Para posteriormente, en un estado de agresividad, lanzar patadas al jefe de servicios presente así como agarrar del cuello a otros de los funcionarios, saldándose el incidente con cuatro funcionarios lesionados al intentar reducir a un interno.

Esto hace que desde mes de septiembre, haya al menos ocho funcionarios agredidos. Por tanto, que en menos de 24 horas haya ocurrido otro incidente grave en La Ribera, “no puede ser casualidad”.

El perfil de internos que han protagonizado dichas agresiones son internos que han llevado a cabo anteriormente agresiones a funcionarios u otros reclusos, y que disfrutan un régimen de vida menos restrictivo a tenor  de su historial penitenciario por esa política de penitenciaria de “buenísmo” y de una mejora de las estadísticas, algo que estamos pagando los funcionarios de prisiones.

El caos existente en el centro penitenciario, es el sentir de no solo Acaip Huelva sino de la mayoría de los trabajadores del centro penitenciario.

Tras el “caótico desarrollo de las obras que se han realizado en el centro penitenciario, el inicio de módulos experimentales (como el programa  de atención para enfermos mentales) y el cumplimento al dedillo por parte director del centro de directrices absurdas por parte del Secretario General de Instituciones Penitenciarias donde se evidencia el desconocimiento del medio penitenciario, han sumido al centro en un caos absoluto”.

“Cuando aumentan las agresiones a los funcionarios de la prisión de la Ribera, y se dicta cada vez más normas por parte de la dirección  y de la Secretaria General de Instituciones penitenciarias, dejan a las claras que no confían en sus propios trabajadores. Con una falta de personal alarmante y constante en el tiempo en el área de vigilancia”.

El resultado, advierten desde Acaip, es una plantilla “preocupada por el devenir de los acontecimientos y por su futuro dentro de la institución. Y como no puede ser de otra manera por todo lo que estamos describiendo  el resultado también es la prestación de un servicio público pésimo, donde solo existe la foto, no hay nada más”.